miércoles, 21 de junio de 2017

Todo lo que hice mal ...


Todo lo que hice mal dejó de importarme

Me esperaba el futuro para enmendarme.

Y en aquel  mar azul de nuestro océano,

Encontramos la paz cuando nos besamos.

Tenerte así  me basta aunque arda en los infiernos,

Prefiero morir contigo que  vivir fingiendo.

Te brindaré mis ramos de melancolía,

Mi boca morirá en tu boca y yaceremos sobre ambrosías

Mis versos serán para ti envueltos en canciones,

Que  llevarán tatuados  sólo  tu nombre.

Y puede que algún día al mirar el reloj recuerdes,

Que te sigo esperando noche tras noche, y día tras día.

 

 Encarna Recio Blanco.




martes, 20 de junio de 2017

El viento acuna la tarde...


 El viento acuna la tarde

 Que se despide cansina.

A lo lejos, a lo lejos, ninfas

Con cítaras  se apresuran

A despedirla.

Aparece la penumbra.

La noche se abre paso

 Entre viandantes ligeros

De equipajes.

Aleteo por el entorno

 Con un folio en blanco

 Intentando encontrar

Alguna musa despistada.

 

Encarna Recio Blanco.



Repicad campanas repicad...

  

Repicad campanas repicad

Para que enmudezca el dolor,

Y se mantenga en silencio,

 Todo  a mí alrededor.

 Que me cautive la noche

Si no encuentro tus abrazos.

Voy a empeñar a mi alma

A cualquier fiero sicario.

Quiero suicidar mis miedos

Por estos mustios derroteros,

Entre zarzales y espinas,

Con tu nombre de por lecho.

Que lloren por mí los Ángeles,

 Las campanas, ahora que toquen a duelo,

Que ha muerto mi corazón

Por un adiós traicionero.

 

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 14 de junio de 2017

Dónde se me habrá perdido...


¿Dónde se me habrá perdido?

Todo el día la estoy buscando,

La casa de vuelta y media y ella,

 Parece que se ha esfumado.

Siempre la prendo en mi cara

De la noche a la mañana,

Reluciendo más que el sol

 Y más limpia, que el agua clara.

¿La habré dejado en la cama?

 Anoche me asaltó una duda

Y mi corazón se imbuía

En otro corazón que me soñaba.

¿Por donde la habré perdido?

Sí siempre la llevo puesta

Como escudo, que me escude

De las podridas conciencias.

 ¡Anda, sal de tu agujero!

 Vuelve a iluminar mi cara

Que sin ti, parezco una sombra

Que vaga de casa, en casa.

 ¡Al fin la encontré!

Donde menos esperaba

Estaba dibujada en un poema

Que hice, para aquel hombre

Que desde lejos me llamaba.

¡Válgame Dios  de los Cielos!

 Mira que soy despistada,

 Perder sin ton, ni son…

La única sonrisa…

Que me quedaba en mi cara.

 

 Encarna Recio Blanco.





lunes, 12 de junio de 2017

Espero frente al mar...


Espero frente al mar mirando las olas

Para ver si me saludan las  gaviotas.

 Espero que un rayo de sol  venga a prenderme

 Para que ardan en él, mis ansias de verte.

Frente al mar sueño  y espero

Que una ninfa del mar me sorprenda

Con un mensaje tuyo, en una botella.

Espero frente al mar

Que  del cielo se escape una estrella

Y me regale un verso tuyo escrito de puño y letra.

Espero y desespero, al ver que nada llega…

Sólo veo como el sol, con la luna coquetea.


  Encarna Recio Blanco.




domingo, 11 de junio de 2017

! Sí Señor! El vino puede sacar...


! Sí Señor!

 El vino puede sacar, cosas que el hombre se calla

Que deberían salir cuando el hombre bebe agua.

Va buscando, pecho adentro, por los silencios del alma

Y les va poniendo voces y los va haciendo palabras.

A veces saca una pena, que por ser pena, es amarga;

Sobre su palco de fuego, la pone a bailar descalza.

Baila y bailando se crece, hasta que el vino se acaba

Y entonces, vuelve la pena a ser silencio del alma.

 El vino puede sacar, cosas que el hombre se calla.

Cosas que queman por dentro, cosas que pudren el alma

De los que bajan los ojos, de los que esconden la cara.

El vino entonces, libera la valentía encerrada

Y los disfraza de machos, como por arte de magia...

Y entonces, son bravucones, hasta que el vino se acaba

Pues del matón al cobarde, solo media, la resaca.

¡El vino puede sacar cosas que el hombre se calla!

Cambia el prisma de las cosas cuando más les hace falta

A los que llevan sus culpas como una cruz a la espalda.

La puta se piensa pura, como cuando era muchacha

Y el cornudo regatea la medida de sus astas.

Y todo tiene colores de castidad, simulada,

Pues siempre acaban el vino los dos, en la misma cama.
Pero... ¡qué lindo es el vino! el que se bebe en la casa

Del que está limpio por dentro y tiene brillando el alma.

Que nunca le tiembla el pulso, cuando pulsa una guitarra.

Que no le falta un amigo ni noches para gastarlas.

Que cuando tiene un pecado, siempre se nota en su cara.

Que bebe el vino por vino…y bebe el agua, por agua."

A .Cortez
Encarna Recio Blanco.






viernes, 9 de junio de 2017

Oyendo esta música



...Y oyendo esta música… ¿Quien no se estremece?

Esta música que te recuerda, cuando él te dijo que te quería bailando.
O cuando los poetas escribieron versos de amor y de historias, capítulos de la vida que se incluyen en memorias.
Los autores de canciones caminaron sin medida, para contar experiencias de mil historias vividas.

Los transeúntes cansados, relataron sus leyendas, y en las memorias nos quedan fabulas que son eternas.
 Todos tenemos algo que contar de nuestra vida, momentos y circunstancias, que cambiaron las salidas.
A veces pedir al tiempo que recuerde nuestro andar, me parece insuficiente para volver a empezar.

Podemos estar muriendo a los dos años de edad, y rozando los sesenta empezamos a bailar.
Llorar por lo que no hicimos, y que no haremos jamás, en lo que hubiera pasado si me dejase llevar.

 Cuando esa que es la muerte, viene a rendirnos sus cuentas, se nos llena de repente el alma de reprimendas, entonces, sacamos las facturas que no quisimos pagar, y los años de condena, se pueden multiplicar.

 Y yo pienso que el delito que tengamos que pagar, es mejor pedir disculpas, que el permiso para andar.
 No pienses en el mañana, ni en el pasado tampoco, solo espero que la muerte, cuando diga de venir, me traiga muchas facturas y muy poco que decir.

Me mirará sonriente porque mi condena es larga, pero me quedaran los recuerdos para poder compensarla.
Porque los trenes son muchos los que pasan por aquí,  y jamás yo me arrepiento porque siempre, los cogí.


En esto de dar consejos, yo no soy la gran experta,  pero de vivir si entiendo, porque la historia y la vida, te dan siempre una respuesta.


Encarna Recio Blanco.


jueves, 8 de junio de 2017

Regálame


Regálame una canción

Aunque sea en la distancia.

Para que cierre mis ojos

Y te bese con el alma.

¡Dime lo que piensas y sientes,

Al recordarme!

 ¡Miénteme!

  Pero dime que me amas…

¡Locamente!

 Encarna Recio Blanco.




martes, 6 de junio de 2017

¡No lo creo todavía!

 

¡No lo creo todavía!
Estás llegando a mi lado y la noche es un puñado
De estrellas y de alegría.

Palpo gusto escucho y veo tu rostro, tu paso largo
Tus manos y sin embargo, todavía no lo creo.

Tu regreso tiene tanto que ver contigo y conmigo,
Que por cábala lo digo y por las dudas lo canto.

Nadie nunca te reemplaza y las cosas más triviales,
Se vuelven fundamentales porque estás llegando a casa.

Sin embargo todavía, dudo, de esta buena suerte,
Porque el cielo de tenerte me parece fantasía.

Pero vienes y es seguro, y vienes con tu mirada
Y por eso tu llegada, hace mágico el futuro.

Y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos,
En cambio sé que en tus brazos, el mundo tiene sentido.

Y si beso la osadía y el misterio de tus labios,
No habrá dudas ni resabios te querré, más todavía.

M .Benedetti

Encarna Recio Blanco.




Nadie muere del todo...

 Nadie muere del todo, si deja sus semillas en la tierra

 Regadas con los buenos sentimientos de su vida

Los cuales germinarán algún día.

Somos trozos del fruto que madura en una tierra

 Entre vientos y mareas, que nos va zarandeando

Con fuerza y sin medida.

Con pinceles del alma dibujemos los versos en la orilla

Para  cualquier corazón, que necesite amor y compañía.

  Con las espinas y las alegrías sembraremos la cosecha,

Para que nuestra estela siga su ruta eterna.

Nadie muere del todo, si deja en esta tierra prendidas

Sus  limpias semillas.

 

Encarna Recio Blanco.



lunes, 5 de junio de 2017

Agazapada en el silencio...


 Agazapada en el silencio

Aquella tarde te llamaba a gritos,

Sentada en la vieja estación

De nuestros  encuentros furtivos.

 Las horas pasaban lentamente

Entre aquella nebulosa  peregrina,

Y en mi cuerpo se imbuía

Como afiladas espinas.

Trenes pasaban a gran velocidad

Sin detenerse en aquella estación,

Chirriando se perdían de mi vista

Entre los hierros  de la negra vía.

Pasaron muchos trenes esa tarde

Muchos, de ninguno te vi bajar

Me volví con mis silencios

Y me propuse no esperarte más.

 

Encarna Recio Blanco.


  


viernes, 2 de junio de 2017

Se han alocado-De mi libro “Atardeceres de Fuego”

Se han alocado mis musas

No las puedo sujetar

En mi mente se amontonan

Y a la vez, quieren hablar.

Unas me dictan de amor

Las otras, de soledad

Otras de la primavera

Cuando se asoma el azahar.

De la lluvia cuando el cielo

Tiene ganas de llorar.

De los ojos de una hembra

Cuando enamorada está.

De un prisionero en la cárcel

Cumpliendo una vil condena

Por una pena de amor

Que le ata a sus cadenas.

¡Parad! ¡Parad! que no puedo

Dar rienda suelta a mis dedos,

Que mi mente está estancada

¡Solamente… en un te quiero!

  

Encarna Recio Blanco.





jueves, 1 de junio de 2017

Aprender a vivir-Reflexiones-



Aprender a vivir, a sentir, a caer y levantarnos, aunque a veces, vayamos caminando por senderos sin espinas, otras veces inciertos, es difícil la andadura, y cansados, nos paramos a reflexionar sobre la vida que a diario, tal vez, dejamos pasar, sin darnos cuenta que, cualquier día puede ser el último de nuestra vida.
 Ayer vi a una mujer  ciega que a oscuras, miraba desde su prisma el mundo, que tal vez nosotros con luz,  no hayamos percibido nunca. Comprendí entonces, que no existen grandes o pequeños problemas, sino formas distintas de afrontarlos.

Aprendí, que la sonrisa es lo último que debe perderse, aún cuando no queden más ramas a las que agarrarnos, incluso cuando las puertas estén cerradas, aún  cuando el sueño nos ciegue, o cuando la vida se nos va extinguiendo.

Comprendo ahora, que lo cierto puede ser una enorme quimera, que los sueños a veces se cumplen, sólo con desearlo, y que el amor,  no es cosa a veces de dos, sino de tres.

Únicamente hace falta un corazón para ponerlo en marcha, y que por más aprisa que vayamos, siempre llegaremos al mismo sitio, y que las líneas de las manos pueden transformarse, dependiendo de los caminos que tomemos a lo largo de nuestro tiempo.

Aprendí, que un juego puede ser una distracción para unos, y un gran peligro para otros, que el dolor es necesario, y que las dos caras de la moneda, son inútiles para aquel, que sólo quiere percibir una.

Comprendí, que no puedo yo sola, cambiar el mundo, pero sí motivar a otras personas en la tarea de transformarlo. La vida es un sendero ancho, estrecho, grande, minúsculo, rocoso, liso, espacioso o claustrofóbico, estéril o fértil, pero que en la mayoría de los casos, depende de nosotros.

Estas cosas las aprendí ayer, y sólo por que quise prestar atención al mundo que me rodeaba,  únicamente porque abrí los ojos, ya  que muchas veces, los mantengo totalmente cerrados y estoy casi siempre, en las nubes.

En veinte cuatro horas, se pueden aprender grandes cosas, sobre todo, cuando de pronto notamos el dolor, el fuego, el desamor, las tormentas o las luces apagadas.

Por eso ahora, no permito pasar ni un solo día más, dejando que el tiempo consuma mis momentos.
No he dejado de suplicar más días a mi buen Dios, ya que no he sabido utilizar las armas que Él  puso en mis manos, y ese arma, se llama amor.


Vivo ahora cada uno de mis momentos luchando con el arma del amor entre mis manos a diestro, sin siniestro, porque quizás, pueda ser, mi último momento.

Encarna Recio Blanco.