lunes, 29 de mayo de 2023

Para Antonio Gala

 

Hoy el Cielo está de fiesta por  tu llegada.

Hoy la tierra está muy triste por tu partida.

 Los Ángeles a tu encuentro gozosos aparecieron

Y entre  laúdes y clarines de luces te vistieron.

 Una inscripción a las puertas  Iluminada de estrellas

Decía: Pasa… la Gloria tienes ganada.

 Gala tenías en tu nombre, de Gala  tú escritura

De Gala tus sentimientos que rebosaban  ternuras.

 Talentoso  y refinado caballero, profundo y luminoso

Con tu fiel bastón por aliado y tu gran bagaje bajo el brazo.

 Te enfrentaste a los lobos. A los cuerdos y los locos

Y con tu varita mágica ahuyentabas los enojos.

 Pasaste tu vida entre la prosa y la poesía

Quedando eternizada   y bendecida, bajo el palio del amor

Que en tu corazón existía.

 ¡Quien pudiera Maestro hoy tener tu pluma!

Para dedicarte éstas líneas, con tu sapiencia y tu soltura.

 Nos dejaste un legado muy difícil de igualar

Hombre que supo lidiar entre la guerra y la Paz

 Humildemente te escribo para darte las gracias

Y envuelvo mi corazón en ellas que sin musas hoy, estalla.

 ¡Soy tu más ferviente admiradora! Tuve la suerte de saludarte

 Un  día en el café de Gijón donde recité, alguna de mis poesías.

 Me preguntaste: ¿De quién son esos versos?

No me acuerdo del autor te respondía, con el fuego en mis mejillas.

 Muy serio me miraste diciendo: Nadie que no haya parido esos versos

Puede declamarlos como tú lo has hecho ¿Por qué me mientes?

 Porque ante ti, me da vergüenza decir, que son míos…

Y entonces me dijiste algo bonito que me consagró, de por vida.

  Te has ido, pero siempre estarás perenne entre nosotros

Con tu recuerdo y tus obras…nadie muere del todo.

 Con mi admiración y respeto Antonio Gala

Te dedico estas letras…

 ¡Descansa en la Luz Maestro! Y desde allí… ilumíname

 Para que pueda aprender a escribir mis  versos.

 

 Encarna Recio Blanco.

 

 

miércoles, 24 de mayo de 2023

Por defender mis ideas ...


Por defender mis ideas 

Por buscar la libertad

He tenido mil tropiezos

En esta vil sociedad.

 No me da miedo el futuro

Ni lo que he de soportar

Nadie cerrará mi boca

Cuando tenga que gritar.

 Mi sendero es muy difícil

Con el mundo he de lidiar

Entre leones y lobos

Que me quieren atrapar.

Sola voy de puerta en puerta

Sin fusiles ni escopetas

Con mis versos solo quiero

Que la Paz se establezca…

En esta tierra.

 

Encarna Recio Blanco.



martes, 23 de mayo de 2023

Sátira- Me peleo con mi mal humor,



 Me peleo con mi mal humor, haciéndome cosquillas

Por detrás y por delante, a ver si logro quitarme

 Esta pesadilla.

Yo no sé lo que me pasa, pero estoy enfurecida

Rompiendo mil cacharros en mitad de la cocina

Mi perro asustado, no para de ladrar, y yo pienso;

Quién pudiera hacerlo ¡Le grito! ¡Cállate ya!

No sé si será por las campanas de la Iglesia

Que están tocando  a boda, de un tío que se prendó de mí

Y me dejó por esta otra.

Anda que vas apañado con la doña tonta y además, con roña

Pero como su padre tiene dinero, al novio no le importa.

En coche de caballo viene el cortejo

Vestida de negro llega la novia,

Con un ramo de rosas con espinas

Y en su vientre una buena zambomba.

En el atrio de la iglesia se oyen la traca y los petardos,

Los vivas a los novios más tiesos, que los ajos.

El novio mira disimuladamente hacia mis ventanales,

Y yo me asomo triunfante, ni corta ni perezosa,

Me fumo en su cara, un puro de los grandes.

Te deseo muchas glorias, con la tal María Manuela,

Musito entre dientes y como por arte de magial

Los picores y  el mal humor… se me fueron de repente.

 

 Encarna Recio Blanco.




viernes, 19 de mayo de 2023

Te quiero me dijiste…



Te quiero me dijiste

Yo también, te contesté

Y nuestros labios se juntaron

En el bello atardecer.

Los cuerpos  se desplomaron

Sobre la hierba mojada

Que gozosa recogía

Los besos que se escapaban.

 El fuego se expandía

Por todos nuestros recovecos

Solo se oían los jadeos

Y los te quieros.

Yacimos en la pradera

Sin hacer caso a la Aurora

Que llegaba dando gritos

Como una loca.

 Entre el fuego y el verso

Sentimos que nuestros cuerpos

Eran ahora…

¡Un mismo Universo!

 

Encarna Recio Blanco.



domingo, 7 de mayo de 2023

El día de la Madre...

 


El día de la Madre hay que celebrarlo y festejarlo, todos los días de nuestra vida.

Antes de nacer cuando en el vientre suyo te movías, ya la conocías.

Cuando tus ojos abriste en los primeros días de tu vida, ya presentías que era ella la persona, que más te quería.

Entre sus brazos sentías el calor y el amor, que ella te prodigaba y dormías feliz y tranquila.

De sus pechos indulgentes el hambre saciabas, y con sus nanas cerrabas los ojos en tu cunita.

En aquellos tus primeros pasos, sus brazos alargaba para que no cayeras de bruces en el suelo, y te hicieras en tus carnes las primeras heridas.

La que en el día de tu primera comunión corría a tu lado en la iglesia con unas galletas, después de tomar la Sagrada Comunión no te desmayaras.

La que empezó a perfilar tu espíritu con las buenas maneras, con la educación más esmerada  para que caminaras el resto de tu vida, por los limpios caminos que ella te imbuía.

La que siempre solía asomarse a la puerta de tu casa cuando ya de jovencita te ibas con tus amigas, para ver si ibas impoluta de los pies a la cabeza  y con el orgullo de saber, que eras… el mejor regalo que Dios puso en su vida.

La que cuando la fiebre afloraba por el dolor de las anginas, te daba la leche con miel y un beso diciendo, que al día siguiente, ya estarías fuera de cualquier peligro y te regalabas la mejor de sus sonrisas.

La que cuando te enamoraste te decía, que no confundieras el sentimiento del amor con un guapo joven, si no estabas segura,  que era una cosa muy seria, y que solo se lo dieras a quien fuera digno de ti, precaución te decía.

La que en el altar el día de tu boda lloró de pena y de alegría al ver que de su nido ya partías.

La que se hizo cargo de tus hijos cuando al trabajo te ibas, dándoles la comida, limpiando sus pañales, y cantando sus nanas, como cuando tú eras pequeñita.

La que notaba cuando tenias alguna espina en tu corazón, o eras plenamente feliz, sin hablar trataba de saber, qué es lo que en tus adentros tenias, y siempre acertaba, reía a tu lado si te veía feliz, y por dentro, lloraba si la tristeza en tu cara florecía.

Nuestras Madres son los Ángeles guardianes que tenemos en nuestras vidas, desde que nacemos hasta que nos vamos de este mundo, y cuando a una madre tiene el dolor de perder a un hijo, para ella es seguir viviendo en el infierno aunque siga viva.

Por eso, y por mucho más, hoy mis líneas van dedicadas a todas las madres del mundo y especialmente a la mía, que hace ya mucho tiempo se fue y que en cada momento permaneces en mi corazón, en mi alma, y en mi vida. Gracias Madre mía!!!

 

Encarna Recio Blanco.