martes, 30 de abril de 2019

Reflexiones-El amor


 

El amor…
El amor, es esa pócima milagrosa que cura las tristezas. Es el  motor que hace andar a los sueños. El bálsamo sagrado del alma, es algo, que no se toca, se siente, no se hace, se construye, no se busca, se encuentra, no se pide, se entrega.

 Hay que sentirlo aunque solo sea entre los sueños y, contar los segundos que pasan hasta verlo, esperarlo impaciente en el banco de los deseos, o deshojando margaritas en la ciudad perdida de los recuerdos,  en las ruinas que la noche deja marchitas sobre nuestra almohada.

Hay que saborearlo, por las ligeras esquinas de las emociones, por los lejanos valles de la madrugada, y por la eterna sonrisa de la luna.
A cada paso, en cada libro,  en todas las estrellas que se posan en el firmamento,  en la cara oculta del matiz,  que guardan nuestros secretos, en el frío de la noche, en el cálido encuentro, en las brumas de los mares, en lo oscuro de un cuerpo, y  en cada momento de nuestras vidas.

Hay que esperarlo  impaciente en el Cielo de los elegidos, en la nube roja del destino, en la cara y la cruz, de cualquier quimera, en el valle, en las montañas, entre las olas del mar, en las mieles de la brisa, o en la oscura guarida, donde por la  noche la tormenta  anida.
 Hay que decir te quiero, te amo, en la pobreza, en lo rico del momento, en la calle más poblada, o  en la soledad de un desierto.

El amor, siempre hace una parada en el andén de nuestra estación, para preguntarnos, si por un día, somos capaces de amar de verdad a alguien más, que a nosotros mismos.
 Si tenemos amor encontraremos las  fuerzas para el perdón, las esperanzas en las batallas, la seguridad en el palco del miedo, y  en los desencuentros.

Hay que atravesar desiertos a veces, para encontrar un oasis en lo más recóndito de la tierra, en nuestros corazones, y dejar a la criatura,  que vive  dentro de  nosotros libre, alegre y feliz.
 En el amor hay que tener la  madurez para decir me equivoqué, la valentía para decir perdóname, la sensibilidad para decir, te necesito, y la  capacidad para decir te amo…te amo.

Al amor, le pedimos alas para volar lejos, y en la distancia vemos donde nos encontramos.
 Él nos da tiempo para aprender de lo vivido, para luchar y saber con quién nos enfrentamos, para correr y llegar a un buen puerto.
Si no tenemos  alas, si carecemos  de  tiempo, si no tenemos días, ni Cielos, ni noches en vela,  ni siquiera tenemos sueños, no podremos seguir viviendo.


Esta noche memorable, en la que celebramos con la poesía día de los enamorados, donde hablamos de corazón a corazón, les diré, que guarden el amor como el tesoro más grande de sus vidas, en un cofre repleto de bellos retratos, de buenos recuerdos, de poemas de amor, aunque sean lejanos y, sobre todo, aquellos primeros besos en la soledad de una noche cualquiera.

Les diré que sueñen despiertos, a cada momento del día, y que vivan con intensidad, todas las situaciones que nos ofrece la historia que interpretamos.
El tiempo todo lo palia, y que los minutos son eternos, tanto… como nosotros queramos alargarlos.
Les diré, que tanto en el amor como en las guerras, no hay soldados sin heridas, pero también nos aportan las más bellas de las alegrías.
Espero y os deseo, que tengáis suficiente felicidad para que seáis más dulces, que tengáis las suficientes pruebas, para que os hagáis más fuertes, y suficientes esperanzas, para alcanzarlo.

El amor es como un viaje, lugar de salida, una mirada, lugar de llegada, un corazón, y sobre todo, recordar que antes de tocar unos labios, hay que acariciar el alma, y  que antes de conquistar un cuerpo, hay que tratar ganarse un corazón.

Hoy les deseo amigas y amigos enamorados, las más grandes de las pasiones, les auguro el más bonito de los versos y el cofre más repleto de amor, y sobre todo… no os olvidéis cada mañana, de pintar el amanecer, con una bella sonrisa.

Esta noche les voy a revelar uno de mis secretos más ocultos, todavía…todavía, siento la pasión, siento la pasión y el amor, con igual intensidad de cuando era una jovencita, en el único órgano que no envejece…Mi corazón.

Encarna Recio Blanco.


En tu nombre llevas...Para Maria Dolores Moreno.


 En tu nombre llevas a la Virgen María.

También portas Dolores, y mil flores que perfuman

Ese corazón tan noble.

En tus manos se conjuga el embrujo,

El arte, y la magia,

 Cuando tus castañuelas saltan y bailan. 

Te afanas para repartir las alegrías un bien…

Un tanto escaso en nuestros  días.

Llevas la sonrisa puesta, para lo bueno y lo malo

Y el corazón sin cadenas por si puedes regalarlo.

Yo se que tú  muchas veces necesitas una mano

Pero te escondes las lágrimas y sigues bailando.

Tú eres el hada buena de la gente desdichada

Cuando te buscan, te encuentran

Abriendo tu corazón  que danza.

Eres linda sin quererlo eres bella sin buscarlo

Aunque las palabras sobran cuando se bordan

 Las obras.

Que te acompañe la dicha que no sientas el dolor

Y que sigas desgranando por el mundo

Las melodías del amor.

Gracias por esa alegría, gracias por acompañarnos

Que la poesía está viva siempre

En tus castañuelas y en tus manos.

 

Encarna Recio Blanco.



martes, 23 de abril de 2019

Reflexiones-Me importa un pepino.



Me importa un pepino tener que ponerme gafas graduadas, para leer.
Ni me importa teñirme el pelo de rubio platino, cuando en mi cabeza me asomen las canas.

No me importa que mi piel se vaya surcando y ya no esté tan lozana. Me doy bien de cremas, me pongo pestañas, me pinto las uñas y salgo a la calle cual Reina entronada.

No me importa ir más despacito cuando camino, cuando voy a la playa, cuando voy a misa, o para andar por mi casa.
Ni  me cuesta hacer gimnasia cada mañana y régimen, para no engordar, algunas semanas.

 Ni me importan que me digan que voy para vieja, no saben lo que tengo dentro, ni los sueños que acuno, ni los besos que me quedan por dar, se puede ser vieja a cualquier edad.

Me importa lo vivido, la cosecha  conseguida  de mi frondosa siembra.
Las metas que alcancé subiendo y bajando y  el haber ganado la guerra, en  más de una batalla cruenta.

 Ya no me importan los años que pasan veloces, sobre mi existencia. Me importa vivir el instante, el presente… El ayer, me molesta.

Soy feliz, entre mis folios tan llenos de versos, en la compañía de mi perro que se relame de gusto, cuando por la huerta lo paseo.

Me siento más joven, que algunas que pasan sombrías a mi vera, sin una sonrisa, sin ninguna meta, solo en la búsqueda de aquel que se acerque, y le resuelva  la papeleta, su triste  existencia.

Ya no me importa lo que el viento se llevó, me importa lo que el alba cada mañana me puede traer, siempre pienso en positivo y me digo, que lo bueno está por llegar.

Me importa la vida a cualquier edad, si sabes vivirla intensamente, con alegría, con buenos amigos y sobre todo, hay tener en el fondo del alma, un remanso de Paz y mucho Amor para dar.


¡Una mujer puede tener ochenta años, y volverse a enamorar!

No me importa no tener en mi dedo el anillo de casada, ni a un hombre a mi lado que no me quiera, ni sepa valorarme, de la noche a la mañana.

…Y no es que quiera estar sola, es que como decía “Quetzal Noah” aún no he encontrado al hombre, que quiera asumir el compromiso, de ser libre y feliz a mi lado. 
Encarna Recio Blanco


jueves, 18 de abril de 2019

Para ti…


Para ti…

Que vuelas sin alas, que te has dado cuenta

Lo pronto que pasa la vida y nos llega la nada.

La lucha que hoy tienes, puede ser la victoria mañana,

Si pones las fuerzas para conquistarla.

Para ti…

Que a veces sueñas más  de lo que vives.

Que muchos días te agotas por no reírte.

Que sabes que las guerras las originan los poderosos.

En un mundo donde los valores están mohosos.

Guarda a buen recaudo tus sentimientos,

Si no quieres que te los trituren los que carecen de ellos.

Para ti…

Que compartes tú humilde merienda cuando ves,

A un ser humano tirado en la acera.

Que te ves atado sintiéndote libre, con una guitarra.

Con el alma y el cuerpo sembrado de cicatrices

Y huellas.

Para ti…

Que no puedes  frenar a tiempo y que a veces te

Estrellas entre los brazos de una mujer

 Que de besos te llena.

Y aunque sabes las lecciones que aprendiste

En la escuela, olvidaste las que aquel día,

Te  sentenciaba tu abuela.

Te pierdes fácilmente por la vereda y a veces

No te encuentras, por querer hacer realidad

Las falsas quimeras.

Y aunque piensas que la vida es bella caminas,

A veces con la venda  negra, con las muletas a cuesta,

Y desfallecido caes, en cualquier cuneta.

Piensas y sientes que el amor es tan solo un leve suspiro,

Pero vas con tu cargamento a cuesta,

Para repartirlo.

Para ti…

Que vienes a verme cuando todos te fallan,

Y encuentras en este rincón…

¡El amor y la calma!


Encarna Recio Blanco

 

miércoles, 17 de abril de 2019

Y aunque hoy...


Y aunque hoy...

 Me siento muy cansada

Por lo que tanto he luchado

 Y lucho, en mi vida.

 A la vera de una lágrima

Pienso, seguir con más fuerzas,

Imbuida en mí batalla.

Puedo perder en mi empeño.

Puedo sentirme sitiada.

Terminar con mil heridas,

O en la tierra derribada.

 Pero lo que nunca puedo hacer es,

Que decaigan mis esperanzas

Por aquello que anhelo,

Con todas mis ganas.

Y aquí estoy…

Sin las armas en mis manos.

A solas con mi corazón.

Con el coraje y el empeño,

De conseguirte…

¡Mi amor!

 

Encarna Recio Blanco.




No me mueve, mi Dios...


No me mueve, mi Dios, para quererte

El cielo que me tienes prometido,

Ni me mueve el infierno tan temido

Para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

Clavado en una cruz y escarnecido,

Muéveme ver tu cuerpo tan herido,

Muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,

Que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

Y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,

Pues aunque lo que espero no esperara,

Lo mismo que te quiero te quisiera.

Anónimo

Encarna Recio Blanco.





martes, 9 de abril de 2019

Y llegó la Aurora...


 …Y llegó la Aurora

Muy desaforada

Abriendo las puertas

Y las ventanas.

 Me despertó de golpe

Y salté de la cama.

Con una sonrisa

La besé en la cara.

¡Me traía un regalo!

En sus manos blancas

Y me dijo en susurro…

¡Tu amor…te las manda!


Encarna Recio Blanco





viernes, 5 de abril de 2019

Vivo por donde las ánimas pasean...


Vivo por donde las ánimas pasean.

Por donde los sepelios se suceden.

Por donde las campanas repican

Unas veces alegres, otras cansinas.

Cuatro palmeras frente a mis ventanas

Impenitentes hacen guardia.

Por donde las beatas van al rosario

Con sus lenguas afiladas.

Por donde los niños corren y saltan

Mientras sus madres se toman la horchata,

Anunciando a voz en grito

 Que una boda viene, para fisgonearla.

 Vivo entre mis blancas paredes

Llenas de folios, poemas y cartas,

Que voy escribiendo,

Y guardando en el arca.

Vivo por amor y para amar a la vida,

Y a todos aquellos que me lo demandan,

No distingo colores ni razas.

Amo, como quisiera…

¡Que a mí me amaran!

 

Encarna Recio Blanco