sábado, 28 de mayo de 2022

Tengo una soledad...

Tengo una soledad tan acompañada

Que no deja de hablarme y de decirme

Lo que no quieren oír mi corazón

Ni  mi alma.

¡No para y sigue contándome batallas!

¡Que ya tenía olvidadas!

Fusiles y escopetas las tengo encerradas

En arcones negros y lacradas.

No quiero que siga  a mi lado

Y la digo que se vaya con otra

Que esté más sola

Pero sigue a mi lado sentada.

Las dos y las tres…

 Me quedo adormilada.

Miro de reojo por ver si se ha marchado

Pero sigue a mi lado, habla que te habla.

Metiéndome la espina, en vez de sacarla.

  

Encarna Recio Blanco.



viernes, 27 de mayo de 2022

¡Alto el fuego dictadores!

¡Alto el fuego dictadores! parad esa guerra sin razón, y hacer que desaparezcan  del mundo todas las armas.

¡Gobernantes de esta tierra! ¡Escuchadme por favor! Parlamentar con el alma para que acabe este horror.

 Desterrar de este infierno a los  mercenarios, a los sicarios, a los temerarios, y a todos esos dictadores sanguinarios. ¡Alto el fuego tiranos enfermizos! sin corazón ni conciencia, os ensañáis cruelmente con muchos seres humanos como fieras hambrientas.

 Estáis matando a inocentes sin motivo y sin razón heridos perecen sin que nadie oyera su último suspiro en esta tierra. ¡Alto a esa  cruel violencia! que cada día nos espanta al ver la sangre derramada de los que no tienen culpa de nada.

  ¡Alto que ya no se mata! ¡Alto por tanta consternación! ¡Pobres de los que murieron! Y nadie les escuchó. Pagaron con sus vidas sin saber a ciencia cierta la razón por lo que luchaban en el frente de esa vil  contienda.

 ¡Alto a la barbarie brutal! A las bombas que asesinan, y a esas ristras de palabras vuestras, que no solucionan nada. ¡Parad malditos esta guerra! Sólo os ciega el poder malsano, con la guadaña en vuestras manos vais segando miles de inocentes almas.

 Ellos sólo querían vivir en Paz y en Democracia, ansiaban la libertad y el amor, abrigados en sus casas. ¿No veis a niños muriendo? ¿No veis a madres pariendo?  ¿No veis a esos viejecitos? Que no pueden ya ni con su alma.

 Con sus casas derruidas, con su patria destrozada, dejando a sus hijos con las metralletas en sus manos, en esa negra batalla.

Errantes vais entre las bombas que estallan, buscando una tierra que os acoja, un poco de comida y un abrazo de aquellas personas solidarias y generosas.

 ¡Estoy muy triste por ellos! Por los que sin culpa murieron, entre amasijos de ira, de esos cobardes que dictan sentencias y leyes, desde sus palacios con negras entrañas.

¡Dios mío! ¡Dios mío! estoy muy triste ¡Solo me quedan las palabras! Y el dolor al ver,  aquel padre que se fue a la guerra, cuando su hijo estaba naciendo.

 Estáis vulnerando los derechos humanos de un pueblo que en paz vivía, con su sangre derramada, con sus calles destrozadas  en ruinas.

 ¡Alto el fuego dictadores! ¿Es que no os queda en vuestros corazones?

 ¿Ni un solo gesto de magnanimidad? ¡Es Dios quien nos da la vida! ¡Y sólo Él,

Nos la puede quitar!

 Hoy clamo al Cielo y le pido a Dios ¡Que nos mande la Paz al Mundo!

Que ilumine esas conciencias, y  deshaga el frío de  sus heladas almas.

  

Encarna Recio Blanco.


sábado, 14 de mayo de 2022

In memoriam-Francisco Hernández Quereda.



Señor Alcalde: Francisco Hernández Quereda.

Para los amigos… simplemente, Paco el Alcalde.

No sé cómo voy a hilvanar estas palabras Paco, que bullen en mi corazón y se niegan a salir ordenadas de mi cabeza, pero tengo la necesidad de hablarte, ahora que solamente tú me oyes, y donde ya estás en  esa eternidad tan temida, al lado de la Santísima Virgen del Carmen a la que tanto amabas.

Anoche, después de tu triste despedida en la iglesia de Beniajan abarrotada de gente, recordé a grandes rasgos tus luchas, tus sin sabores, las ingratitudes que tuviste que sufrir  de la personas, que tal vez, menos esperabas, pero la vida es así y dicen que cuando te vas para siempre es el día de los halagos.

No es este el caso Paco, porque sabes que hay mucha más gente que te quiso y te quieren, que los que te laceraron. 

Rememoré aquellas entrevistas que te hice en la Radio, siempre con la sonrisa en tu cara, y con ese talante tan especial que  siempre en ti florecía.

Recordé los buenos y malos momentos de tu lucha por un pueblo que te dio la vida y que también, fue mermando tus fuerzas poco a poco, a base de incomprensiones y desgarros, por los avatares que te tocaron lidiar, durante estos largos años al frente de este, tu pueblo, con el corazón por bandera y siempre a pecho descubierto.

El Bojar en pleno vino a tu despedida, Beniajan  y todos los pueblos  colindantes vinieron a despedirte, así como las autoridades más representativas del Gobierno de  Murcia, tus amigos y compañeros de fatigas.

Allí estuvimos todos, frente a tu féretro, para darte el último adiós. Aquellos que te amaron tu familia, aquellos que te quisimos, los que te admiraron, los que te ignoraron, los que te envidiaron, los detractores, todos estaban ante ti, con respeto y con ese dolor tan grande por tan fulminante partida.

Cuando la banda de música (por la que tanto luchaste) te acompañaba, se hizo un tremendo silencio, las lágrimas brotaban sin cesar de todos los que observábamos la triste comitiva, cuando a la iglesia te adentraban y donde pudimos ver, y oír, a D-Antonio llorando ante tu  ataúd, en una homilía sentida y dolorosa, “Cuando un amigo se va”…empezaba diciendo con sus rotas palabras.

Cuando me dieron la fatal noticia de tu partida no me lo creía, como tanta gente cuando se enteraron, y lloré a escondidas, y te hablé sobre aquellas cuartillas que has dejado a medio escribir, y que me contabas que estabas escribiendo.

Te seguiremos viendo en las fiestas de Beniajan y en todos aquellos actos donde nunca faltó tu presencia, tú entrega,  tu trabajo, subiendo y bajando a las fiestas del Bojar, en las procesiones, en las barracas, por la calle mayor, por las huertas, hablando y sonriendo a todos los que a tu paso y con tu recuerdo, estarás por siempre entre nosotros.

Decirte que ya te echamos de menos, que las personas como tú, no  mueren nunca  del todo, porque las semillas de tus obras, seguirán floreciendo en esta Bendita tierra donde ahora, hasta el azahar llora, por tu partida.

Y como decía M. Hernández a su amigo Ramón Sijé…Te diré…

Que temprano madrugó la madrugada, Paco… temprano levanto la muerte el vuelo… a las aladas  almas del almendro te requiero…que aún teníamos que hablar de muchas cosas, compañero del alma… compañero.

 

Encarna Recio Blanco.