Donde
muy pocos
Tienen
el valor de beber.
Los cobardes por miedo
A
que se ahoguen no beben...
Aunque estén muertos de sed.
¡La
libertad es esa fuente!
Encarna Recio Blanco.
Donde
muy pocos
Tienen
el valor de beber.
Los cobardes por miedo
A
que se ahoguen no beben...
Aunque estén muertos de sed.
¡La
libertad es esa fuente!
Encarna Recio Blanco.
¿Dónde se me habrá perdido?
Todo el día la estoy buscando,
La casa de vuelta y media y ella,
Parece que se ha esfumado.
Siempre la prendo en mi cara
De la noche a la mañana,
Reluciendo más que el sol
Y más limpia, que el agua clara.
¿La habré dejado en la cama?
Anoche me asaltó una duda
Y mi corazón se imbuía
En otro corazón que me soñaba.
¿Por donde la habré perdido?
Sí siempre la llevo puesta
Como escudo, que me escude
De las podridas conciencias.
¡Anda, sal de tu agujero!
Vuelve a iluminar mi cara
Que sin ti, parezco una sombra
Que vaga de casa, en casa.
¡Al fin la encontré!
Donde menos esperaba
Estaba dibujada en un poema
Que hice, para aquel hombre
Que desde lejos me llamaba.
¡Válgame Dios de los Cielos!
Mira que soy despistada,
Perder sin ton, ni son…
La única sonrisa…
Que me quedaba en mi cara.
Encarna Recio Blanco.
! Sí Señor!
El vino puede sacar, cosas que el hombre se calla
Que deberían salir cuando el hombre bebe agua.
Va buscando, pecho adentro, por los silencios del alma
Y les va poniendo voces y los va haciendo palabras.
A veces saca una pena, que por ser pena, es amarga;
Sobre su palco de fuego, la pone a bailar descalza.
Baila y bailando se crece, hasta que el vino se acaba
Y entonces, vuelve la pena a ser silencio del alma.
El vino puede sacar, cosas que el hombre se calla.
Cosas que queman por dentro, cosas que pudren el alma
De los que bajan los ojos, de los que esconden la cara.
El vino entonces, libera la valentía encerrada
Y los disfraza de machos, como por arte de magia...
Y entonces, son bravucones, hasta que el vino se acaba
Pues del matón al cobarde, solo media, la resaca.
¡El vino puede sacar cosas que el hombre se calla!
Cambia el prisma de las cosas cuando más les hace falta
A los que llevan sus culpas como una cruz a la espalda.
La puta se piensa pura, como cuando era muchacha
Y el cornudo regatea la medida de sus astas.
Y todo tiene colores de castidad, simulada,
Pues siempre acaban el vino los dos, en la misma cama.
Pero... ¡qué lindo es el vino! el que se bebe en la casa
Del que está limpio por dentro y tiene brillando el alma.
Que nunca le tiembla el pulso, cuando pulsa una guitarra.
Que no le falta un amigo ni noches para gastarlas.
Que cuando tiene un pecado, siempre se nota en su cara.
Que bebe el vino por vino…y bebe el agua, por agua."
A .Cortez
Encarna Recio Blanco.
Cuando
me haya sumergido en el olvido
Cuando
me haya diluido en agua y sal
Cuando
sea un trozo de lo que has vivido
Y todo lo que tú quieras recordar.
Cuando el tiempo ya no sea el enemigo
Invencible
porque no aguanta un farol
Cuando
ya no exista nada decisivo
Ni una
sola estupidez que discutir entre los dos.
Cuando sople el huracán y te arrastre hasta gritar
No te
asustes porque estoy detrás de ti.
Aunque
no me puedas ver…
Piensa
en mí y allí estaré.
Cuando apriete con violencia el vendaval
Asustando
al huracán.
Cuando
tengas caducadas mis urgencias
Cuando
queden mis zapatos sin usar.
Cuando ya no encuentres restos de cenizas
Ni mi
ropa sin guardar.
Cuando no resuenen más mis maldiciones
Y mi
risa y mi llanto galopar.
Aunque no vuelvas a ver mis intenciones
De
jugar a ser feliz cada día un poco más.
Cuando
sople la ventisca y te arrastre hasta gritar
No te
asustes porque estoy detrás de ti
Aunque no me puedas ver piensa en mí…
Y allí
estaré.
Encarna
Recio Blanco.