Ahora ya estoy muy.

 Ahora ya estoy muy a gusto

No me lo puedo negar.

No tengo amante ni amigo

Ni una rosa en mi rosal.

 Tengo a mi corazón encerrado

Con candados de cristal

Encarcelados mis besos

Bien guardada mí amistad.

Estoy tan dolida…tan herida

Y tan cansada de amar…

Que he tirado por la borda

Mis esperanzas al mar.

 ¡Ahora ya estoy muy a gusto!

Cosiendo lo que está roto

Curándome las heridas

Y tratando de olvidar.

 Sé que no lo lograré

Por que mi amor es eterno.

Pero te juro…

Que estoy en el intento.

 Encarna Recio Blanco.

Dejarme mundo que sueñe.

Dejarme Mundo que sueñe.

Que viva mis fantasías

Que no quiero ser consciente

De tantas mentiras.

Dejarme sin tatuajes

Que no quiero ir teñida

Ni con maquillajes falsos

Ni oyendo a lenguas malditas.

Dejarme sola, a mi aire

Con la mente adormecida

Entre mis sueños que bullen

Entre mis rosas y espinas.

 Entre mis versos que buscan

A la verdad escondida

A tanto amor como se pierde

Entre ruinas y rutinas.

 Dejarme por mi camino

Que no estoy loca, que vivo, que siento,

Que amo, que grito…

Que no quiero imbuirme

En el desconcierto.

 

 Encarna Recio Blanco.

 

Para vosotros.

 Aunque estéis al otro lado del Mundo

En otro continente os considero mis amigos.

 Os mando estas palabras por si os pueden sacar un suspiro.

Un recuerdo feliz, o besos escondidos.

 Sé que vuestros ojos se pasean por mis versos,

Por mis lamentos, por mis suspiros.

Quiero que vengáis siempre a mi rincón

Para compartir si estéis  alegres o abatidos.

Si estáis enamorados, os felicito, si no lo estáis,

Buscarlo y vivirlo, porque el amor es lo más grande

Que Dios nos hizo.

Encarna Recio Blanco.

Me vino a buscar la luna

Me vino a buscar la luna

Y no quise acompañarla

Pues siempre estoy en las nubes

Y en la tierra me reclaman.

Ya va siendo hora me dije;

De escalar ésas montañas

De almacenar trigo limpio

En los graneros del alma.

De quitarme el antifaz

De ir con la cara lavada…

De no ponerme de rodillas

Delante de los fantasmas.

Ya va siendo hora

De dejar los cuentos

Las palmaditas en la espalda

Y los ungüentos.

De coger el arado

Y plantarme en el barbecho

Para sembrar esta tierra solo

 Con mis buenos sentimientos.

 Encarna Recio Blanco.

Hace tiempo que mi mente.

Hace tiempo que mi mente

Parece que está dormida

Porque siento que no siente…

Si estoy muerta o estoy viva.

 Hace tiempo que mis ansias

Están apagadas…

Las quiero encender

Pero no tengo llama.

 Hace tiempo que mis recuerdos

Se adormecen

Les grito que salgan…

Pero no obedecen.

 Hace tiempo que tengo la pena

Adosada a mis venas

Nada me consuela

Ni por dentro…ni por fuera.

Llamo a la alegría

Y no me contesta…

Se esconde siempre la ingrata

Cuando más la necesitas.

 

Encarna Recio Blanco.

Mis sentimientos escaparon.

 Mis sentimientos se escaparon

Como las brisas por los Cielos.

Como la tormenta cuando ruge

En las noches del invierno.

 Les dije que no se fueran tan lejos

Que estaba hueca por dentro

Que mi vida no tenía sentido sin ellos.

 En el filo de la noche

Ansiosa espero el regreso…

Para imbuirles de nuevo

En mi corazón que sin ellos

Está yermo.

 

Encarna Recio Blanco

Me propuse esta mañana.

Me propuse esta mañana encontrar unas  sonrisas

Era temprano…caminaba de prisa

Por las callejuelas empedradas

Buscando en los recovecos por si las veía.

 El viento huracanado volvía tras la tormenta

Oscureciendo el entorno que me sobrecogía

Solo el aullido de unos perros a lo lejos se oían

Pero seguía mi camino por si alguien las tenía.

Miraba a trabajadores que volvían a prisa

Por si alguno la llevaba en su mochila.

A las madres que con sus niños de la mano

Con la legaña en el ojo al colegio se dirigían.

En las opulentas mansiones no estaban

Ni en las damas que salían con las pieles en sus hombros

Y  las miradas perdidas.

¿Dónde estás me preguntaba?

 Entre las calles en ruinas, entre veloces zumbidos

De sirenas y de coches en las esquinas.

 De pronto divisé en aquel banco sentado a un mendigo

Sin macuto que a carcajadas reía

Con aquellas limpias sonrisas que en su cara florecían.

 Y entonces, se obró el milagro cuando lo vi…

En su semblante risueño prendido llevaba

Todas las sonrisas del mundo…! estaban allí!

¡Estaban allí!

  

Encarna Recio Blanco.

Hoy no quiero besarte.

Hoy no quiero besarte ni en la boca, ni en los labios.

Ni que me tomes la mano, ni cabalgar por tu llano.

 No quiero sentir amor, porque no te lo mereces.

Me has tenido media vida con candados y grilletes.

Siempre esperando lo mismo entre idas y venidas…

Siempre ocultando en la noche, nuestras citas clandestinas.

 De no dormir ni comer, ni caminar siendo libre

De mirar siempre el reloj que parado, te maldice.

 Ya me cansé de esperarte, de noche y de madrugada.

De tus mentiras piadosas tramadas con tu almohada.

Sigue pues por tu camino... cual vagabundo.

Fuiste cobarde…con tu amor, y con el mío.

 Encarna Recio Blanco.