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viernes, 5 de abril de 2019

Vivo por donde las ánimas pasean...


Vivo por donde las ánimas pasean.

Por donde los sepelios se suceden.

Por donde las campanas repican

Unas veces alegres, otras cansinas.

Cuatro palmeras frente a mis ventanas

Impenitentes hacen guardia.

Por donde las beatas van al rosario

Con sus lenguas afiladas.

Por donde los niños corren y saltan

Mientras sus madres se toman la horchata,

Anunciando a voz en grito

 Que una boda viene, para fisgonearla.

 Vivo entre mis blancas paredes

Llenas de folios, poemas y cartas,

Que voy escribiendo,

Y guardando en el arca.

Vivo por amor y para amar a la vida,

Y a todos aquellos que me lo demandan,

No distingo colores ni razas.

Amo, como quisiera…

¡Que a mí me amaran!

 

Encarna Recio Blanco

 

martes, 20 de junio de 2017

Repicad campanas repicad...

  

Repicad campanas repicad

Para que enmudezca el dolor,

Y se mantenga en silencio,

 Todo  a mí alrededor.

 Que me cautive la noche

Si no encuentro tus abrazos.

Voy a empeñar a mi alma

A cualquier fiero sicario.

Quiero suicidar mis miedos

Por estos mustios derroteros,

Entre zarzales y espinas,

Con tu nombre de por lecho.

Que lloren por mí los Ángeles,

 Las campanas, ahora que toquen a duelo,

Que ha muerto mi corazón

Por un adiós traicionero.

 

Encarna Recio Blanco.




martes, 23 de mayo de 2017

Otra vez las campanas del mundo...


Otra vez las campanas del mundo tocando a duelo.

Otra vez la barbarie  nos asola, dejando a nuestros  

Seres queridos lacerados y muertos por los suelos.

Otra vez la triste  estampa de muchos niños,

 De muchos  jóvenes, que encontraron la muerte

 Por el simple hecho, de ir a un  concierto.

Otra vez el dolor,  hace añicos a tantas familias

 Que lloran sin comprender la crueldad de esos locos

Que por las calles deambulan  sueltos con el negro

Cargamento.

Otra vez el mundo clamando al Cielo

 Pidiendo a gritos que este salvajismo termine,

Y que la sangre de tantos inocentes no se derrame más

Por el cemento.

Ya no sirven las palabras al viento  de los gobiernos

Ni las coronas de flores, ni las velas ardiendo.

La autoría del atentado no lo conocemos,

Un atentado terrorista dicen, eso es lo que sabemos.

Otra vez las campanas del mundo tocando a duelo.

Y esas madres llorando a lágrima viva

Sin encontrar entre los escombros a sus hijos.

Ayer, hoy, y  mañana tal vez, volveremos a ver

  La sangre derramada de  muchos inocentes

Que no comprenden, porqué se abren cada día

Las puertas del infierno.

De nada nos sirven palabras  que se van al viento.

Si nos niegan la Paz  al mundo entero.

Hoy pienso con el dolor en mi corazón que la Paz

¡También está  herida de muerte!

 

Encarna Recio Blanco.




domingo, 9 de abril de 2017

Otra vez las campanas del mundo...

  

   Otra vez las campanas del mundo tocando a duelo.

Otra vez la barbarie  nos asola, dejando a nuestros 

Seres queridos lacerados y muertos por los suelos.

 Otra vez la triste  estampa de muchos niños

 De muchos  jóvenes, que encontraron la muerte

 Por el simple hecho, de ir a un  concierto.

Otra vez el dolor,  hace añicos a tantas familias que lloran

Sin comprender la crueldad de esos locos que por las calles

Deambulan  sueltos con el negro cargamento.

Otra vez el mundo clamando al Cielo pidiendo a gritos

Que este salvajismo termine, y que la sangre de tantos

Inocentes no se derrame más por el cemento.

Ya no sirven las palabras al viento  de los gobiernos

Ni las coronas de flores, ni las velas ardiendo.

La autoría del atentado no lo conocemos,

“Un atentado terrorista” dicen, eso es lo que sabemos.

Otra vez las campanas del mundo tocando a duelo.

Y esas madres llorando a lágrima viva

Sin encontrar entre los escombros a sus hijos.

Ayer, hoy, y  mañana tal vez, volvamos a ver la sangre

 Derramada de  muchos inocentes, que no comprenden

Porqué se abren cada día las puertas del infierno.

De nada nos sirven palabras  que se van al viento.

¡Si nos niegan la paz , al mundo entero!

 Hoy pienso con el dolor en mi corazón que la paz

¡Está  herida de muerte!

 

Encarna Recio Blanco



Escucha"HOY LAS CAMPANAS DEL MUNDO." en Spreaker.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Campanas callad...


Campanas callad, que no quiero despertar

Dejadme entre mis sueños,

Que voy tras de esa  estrella que surca los Cielos.

 En alas de esa paloma blanca, en la búsqueda

Incansable de la Paz.

Dejadme, que las lágrimas me brotan sin poder

Detenerlas,  al ver la estampa  de niños entre la guerra.

 Dejadme envuelta entre  la bruma de ese mar

 Que despierto, acaricia mi cuerpo,

 Arrullada por algas, cual esmeraldas.

Dejadme que busque y rebusque

Entre mis quimeras palabras para engarzarlas

 En cualquier poema del alma.

 Que no quiero despertar en la batalla.

Ni entre corazones cargados de témpanos de hielo.

Habito en la somnolencia que no me asola.

Solazada entre mis flores y quitando las espinas

A mis sinsabores.

Y en esta quietud que ahora me habita,

Siento que mi amor siendo poderoso.

¡Tristemente, camina solo!


Encarna Recio Blanco.

 


Escucha"CAMPANAS CALLAR QUE NO QUIERO DESPERTAR" en Spreaker.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Te conocí una noche...


Te conocí una noche, que ni siquiera había estrellas.

Ni una luna se mostraba, ni había rayos, ni centellas.

No sonaban las campanas ni melodías al viento.

No vi pasar ningún ángel por aquellos derroteros.

Saltaron en mi vientre de repente, las semillas del deseo.

Y volaron mil mariposas por encima de mis pechos.

Te conocí en verano cuando lucen los almendros.

¿O tal vez, fuera en primavera, bajo el azul de algún Cielo?

Yo seguía caminando como si nunca te viera,

Y tú pasaste de largo como el que no se da cuenta,

Aunque estuvieras casado y yo, con hombre a mi vera.

Te conocí aquella noche y el fuego nos devoró

En un tálamo desgajado nos confesamos amor.

Más tarde nos encontramos a la orilla del deseo

Nos miramos a los ojos y solamente hablaban ellos.

Se desbordaron los mares y hasta el Sol se despertó

Cuando tu cuerpo y el mío en éxtasis se desplomó.

Lo que el destino depara,  no hay fuerza que lo detenga.

Lo que Dios quiere que pase, se cumpla de igual manera.

Te conocí aquella noche y las estrellas brillaron.

Hasta que nos llegó el alba, nos estuvimos besando.

  

Encarna Recio Blanco.




sábado, 15 de febrero de 2014

Sonaban campanas


  Sonaban campanas

A ritos solemnes

El alba llegaba

Cual diosa luciente.

Seguía escribiendo

Con ritmo creciente.

Mis ojos cansinos

Mis manos dolientes.

Larga fue la noche

Más la madrugada

Estrujé mi mente

Vomité mis ansias.

Corrí hacia la iglesia

El cura rezaba

Vestido de blanco

Aquella plegaria.

Me auné en su rezo

Cual oveja mansa

Quería nutrirme 

Del maná del alma.


Encarna Recio Blanco.

 


martes, 22 de mayo de 2012

Algo falla...



  
Algo falla en mi mente
la tengo averiada,
alguna espina candente me quema
sin poder apagarla.

Mis manos las tengo agarrotadas
sin poder escribir
y recito en voz alta mis versos
para que el Cielo los escriba por mí.

Una gaviota se sienta a mi lado
y me susurra un secreto.
Las golondrinas revolotean
cantando uno de mis versos.

Un niño sin padre descalzo camina
se pone a mi lado de rodilla
le pongo unas botas azules
y se larga deprisa.

Las campanas de la iglesia
tocan a gloria…
La avería de mi mente
se arregló sola.


Encarna Recio Blanco.



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sábado, 25 de abril de 2009

Por la calle de las ánimas van...


Por la calle de las ánimas van tres beatas con mantillas.

Las campanas de la iglesia tocan que tocan, a misa.

Me miran con gran descaro porque llevo minifalda,

El pelo tirando a rubio y una melena muy larga.

 

En vez de correr me paro delante de estas fanfarrias,

Para decirles que recen por las que estén descarriadas.

Por las que tienen maridos y amantes meten en casa.

Por las que abortan maridos de las que están bien casadas.

 

Por el jefe de su hija que la tiene colocada

Y se dice por el pueblo que le ha comprado una casa.

Por el marido de la otra que a la cárcel fue a parar,

Porque dio talones falsos a quien tenía que pagar.

 

Por su suegra en un asilo cuando la herencia cogieron

Dejando a la pobre vieja que se pudriera allí dentro.

 Ahora me miran con rabia de oír lo que yo les digo

Y se arreglan la mantilla con un mohín encendido.

 

¿Que pedirán al Señor al rezar el Padre Nuestro?

¿Qué les perdonen las culpas o la envidia que sintieron?

Falsas monedas portaban con un grande Crucifijo.

Por la calle de las ánimas…murmuraban los tres bichos.

 

Encarna Recio Blanco.