martes, 29 de enero de 2008

Cuando el tiempo pase




Cuando el tiempo pase…

Y el cemento de nuestra unión persista.

Cuando las lenguas callen al ver nuestra dicha

Y las calles desiertas nos saluden.

Cuando a los montes veamos llorar porque arden

Llenándolo todo de negra ceniza.

Cuando los ríos se duerman porque van sin agua.

Cuando el mendigo llame y se le dé comida.

 Cuando no tengas madre que pueda besarte

Ni amigos ni amigas para acompañarte.

Cuando el tiempo pase…

Y ya nuestros cuerpos acusen desastres.

Cuando los dramas terminen sus actos

Y  las caretas no puedan tapar los desaguisados

De esta sociedad.

Ni  las riquezas nos puedan comprar.

 Ni aquel peregrino pueda caminar.

Ni aquella manceba preñada se quede.

Ni aquel fiero lobo a su presa aceche.

Ni el cura en la iglesia pudiera rezar…

Porque Dios no es sordo y sabe escuchar.

Cuando las familias vuelvan a rezar

Y no se oigan gritos...Sólo susurrar.

 Cuando el tiempo pase...

¿Qué puede importar?

Si en nuestras conciencias

Exista la Paz.

 

Encarna Recio Banco





domingo, 27 de enero de 2008

Intenté volar un un día...



Intenté volar un un día

Y que el aire me arrastrara,

Por océanos de paz,

Y que nadie me encontrara.


Intente subir al Cielo,

Pero era una osadía,

Pues me dijeron que antes,

Tendría que  dar  mi vida.

 

Intente escalar al monte,

Cual  leona enfurecida.

Y me quedé  en la pendiente,

Con las fuerzas  fallidas.

 

Intente ir a parar…

Todas las guerras del mundo.

Cogí el fusil del amor,

Bien repleto de cartuchos.

 

Intente  coger las manos,

A los que solos veía,

Y compartir mi comida,

Con  los que no la tenían.

 

Intenté que un caminante,

Fuera por otro camino,

Pero me dijo que él…

Sólo seguía a su destino.

 

Aún lo sigo intentando…

Cada día un desatino.

Porque presiento que nadie

Entiende lo que le digo.

 

Encarna Recio Blanco.






Era la noche callada…




Era la noche callada…

Ni el viento soplaba entonces.

Ni las estrellas del Cielo

Me pronunciaron tu nombre.

 

Me llamabas desde lejos

Con aquel tenue susurro

Y mi alma alborozada

Sintió de pronto tu embrujo.

 

Noté como me besabas.

Como tomabas mi cuerpo,

Y en aquel dulce letargo

Se esfumaron mis tormentos.

 

Era la noche callada…

Y el viento venia contento.

Y las estrellas del Cielo

Alumbraron nuestro encuentro.

 

Locura entre las locuras

Del alma y del corazón…

De este amor tan infinito

Que sólo lo sabe…

 Dios.

 

 

Encarna Recio Blanco.




Una estación.Mil destinos...




Una estación.Mil destinos.

Seres errantes que buscan

Otros caminos.

Sonrisas es las esperas tranquilas.

Lágrimas en el adiós temido.

Silban con furias las maquinas

En un momento preciso.

Es la llegada…o la vuelta.

Una estación.Mil destinos.

Nebulosa la noche

Dice adiós al desconocido.

Queda solo en el andén

Un equipaje perdido….

Un bulto de carne humana

Sin billete ni cobijo.

 

Encarna Recio Blanco.



jueves, 24 de enero de 2008

Un grito hondo en la selva...


 Un grito hondo en la selva

Una madre en cautiverio

Un dolor que se acentúa

En su alma y en su pecho.

En manos de un campesino

Le dejaron a Emmanuel

Le parecían a su madre, milenios

El tiempo, lejos de él.

 Como ellos mucha gente

Que muertos en vida están

Prisioneros de las guerras

De la muerte y la maldad.

Sus corazones partidos

Y muy lejos de su hogar

Buscando entre sus sueños

Un poco de libertad.

 Muchas madres muchos hijos

Los nietos que no verán

El dolor que se desgrana

Sin poderlo controlar.

Un silencio que termina

Con un disparo en la noche

Una sombra que se esconde

Llena de odio y reproches.

A esos que no ven la luz

A los que están en tinieblas

Nada se puede decir…

Cuando se habla de guerras.

Un grito hondo en la selva

Unos brazos de mujer

Una madre con su hijo,

Que al fin lo ha podido ver.

No me coserán mi boca

Para que siga gritando

Por todo lo que en el mundo…

Día a día está pasando.

¡Que se terminen las guerras!

¡Que los secuestros paren!

Que la violencia se aleje…

Y la paz nos acompañe.

 

Encarna Recio Blanco.




En mi mundo apareciste...



En mi mundo apareciste

Cual regalo en navidad

Cuando la ciudad bullía

Con cantos de amor y paz.

 

Yo estaba enferma de amores

De los que hacen heridas

De esperas y de llegadas,

Que nunca se sucedían.

 

Tú el sanador de los males

Que en mi vida aparecías

Con la receta mágica

Que a mi alma curaría.

 

No me preguste Cupido

Por qué tu flecha atrapé.

¿Fueron sus ojos de noche?

¿En los que me cobijé?

 

Fueron aquellas palabras,

Que sin pronunciar me dijo

¿O fueron aquellos besos?

¿Que en alba los perdimos?

 

¿O tal vez aquellas noches?

Entre su sueño y el mío,

Que las almas se encontraran

Y que  perdimos el juicio.

 

Si ya estaba enferma de amores,

Y me quería curar…

¿Cómo llegaste  a mi vida?

¿Con tu receta mortal?


Encarna Recio Blanco




domingo, 20 de enero de 2008

En noches, de madrugada...



En noches, de madrugada

Cuando sólo hay silencio.

Calma la sed la esperanza

De que vuelvas a mi lecho.

Recapitulo labranzas

Con pensamientos certeros

De capitanes de barcos

Que perdieron sus veleros.

A la aurora la he rogado,

Que mande diez mandamientos,

Y que amarte sea uno,

Y que se repita luego.

La piel es mi testimonio.

El tatuaje del alma.

Y la cruz que llevo a cuestas

Por no saber si me amas.

Nadie entenderá lo nuestro.

La soledad, el castigo.

Pero seremos tan libres

Que no supondrá un suplicio.

 Calma tu sed con mi cuerpo,

Bebe hasta que te quedes lleno

Envenéname la carne

Y vuelve a tomarme luego.

Nunca dejes de quererme

Que sea tu penitencia,

Amarme entre las sombras

Será tu penitencia.

Y cuando todos se vayan

Y nos envuelva el silencio,

Susúrrame que me amas

Y hazme creer que es eterno.

 

Encarna Recio Blanco.




lunes, 14 de enero de 2008

Querida hija: (Carta de Dios)


Querida hija: 
Hace tiempo que quería escribirte para decirte: Que ya va siendo hora de que las niñas se conviertan en mujer y se levanten más temprano.

Que dejes de soñar con fantasías y vivas realidades. Que ése corazón que tanto encierra, no sufra por cosas tan banales. No sigas malgastando tus noches y tus días. ¡Ya es bastante!

 Sal de ésa abulia que adormecen tus cosas tan reales.

Sé que me quieres y que quieres igual a tus hermanos no sólo los de sangre. Pero te di los sentidos sanos, te di toda una vida por delante y en mitad de ella te digo: ¡Mejor te ordeno! no la malgastes.

 Aprovecha cada instante que te queda en cosas y causas beneficiosas.

Porque si no, cuando llegues a mi casa ¡si es que llegas! no lo tendrás tal fácil.

No te culpo a ti del todo por lo que pueda pasarte. Es necesario el dolor, el mar en tempestad, las tentaciones, para saber el precio y la medida, cuando se pierde o se gane. Empieza con semilla limpia a labrar en tu campo, la sementera estará abonada por tus obras.

El pan lo quiero muy limpio, para darme en comunión a personas como tú, que tienen hambre. Deja de retozar que ya está bien el tiempo que has perdido…Mira que luego se te hace tarde.

 Las heridas que llevas…No me culpes, pues yo te di dos ojos, no grandes, pero vez lo que tienes por delante.

¡De prisa! A levantarte, mira que llevas un minuto más perdido y esta, es mi última carta, ya lo sabes. Es duro el camino, hacia delante.

Y cuidado no tropieces, que tropiezas bastante.

Hasta aquí eras una niña, y era normal, pero ya vas para abuela, y no has pasado por madre… ¿Ves? Se te hizo tarde.

Encarna Recio Blanco.










viernes, 11 de enero de 2008

No soy de aquí, ni del viento...



No soy de aquí, ni del viento

Ni de las musas del mar

Mi origen está lejano

No lo puedo desvelar.

De donde nace la tierra

Y se llena de color

Donde no existe la guerra

Donde siempre sale el sol.

Soy de raíces certeras

Difíciles de arrancar

No se tocan con los dedos

A mi alma has de buscar.

Yo nací bajo la arena

Entre las olas del mar

Mi madre es la alegría

Mi padre la soledad.

Crecí entre verdes prados

Sobre ellos caminé

No conocí la mentira

Ni la desdicha después.

Pero al bajar a este mundo

Lo primero que encontré

Fue dolor y tanta rabia

Que me desquicié.

Estuve en muchas batallas

Sin rifles y sin fusil

Y nadie quiso ayudarme

A escapar de allí.

Quise volver a mi mundo

Donde no existía el mal

No encontraba la salida

Para poder escapar.

Por que manché de pecados

Mi alma tan virginal

Que lo malo con lo bueno

Es difícil de ligar.

 Ya no vi más a mis padres

No sentía felicidad

En los años que restasen

Pagaría mi pecar.

Sólo sé que cuando arrancas

Un rosal de su raíz…

Aunque después lo trasplantes

Nunca vuelve a resurgir.

Así arrancaron mi cuerpo

Le enseñaron a pecar

Y un alma tan agotada

Jamás vuelve a caminar.

 

Encarna Recio Blanco




miércoles, 9 de enero de 2008

Esta tarde me llegó...



Esta tarde me llegó

Una  gran paloma blanca

Y entre sus alas me traía

Un mensaje para el alma.

Me dijo que ya las guerras

Habían terminado,

Y que todo el universo

No estaba contaminado.

Me dijo que ya los niños

No morirían de hambre

Y junto a ellos tendrían

A sus madres y a sus padres.

Me dijo que ya los solos

Encontraron a un amigo,

Y que los tristes tenían

Una sonrisa de abrigo.

 Que los ciegos ya veían,

Que el enfermo sanaría,

Que el que no conocía el amor

Se enamoraría.

Me dijo que ya los mares

Todos estaban en calma,

Y que a la luna dejaban

Que por fin descansara.

Me contó las mil historias

Que siempre quería oír

Y mi alma alborota  gritaba...

¿Es que la Paz...ya está aquí?

 

Encarna Recio Blanco.




viernes, 4 de enero de 2008

Queridos Reyes Magos





Queridos Reyes Magos:

No sé cómo empezar esta carta ya que todo lo sabéis  de antemano, desde ese País mágico y misterioso.
 Como habréis comprobado los niños os piden siempre cosas materiales y se las traéis con sumo gusto.
El pedido de los mayores es diferente, por eso, yo os quiero pedir algo que tal vez, es más difícil de conseguir que un regalo, el día seis de Enero.

Quiero la Paz que nos han robado los mandatarios de un Mundo que se desgrana entre las guerras malditas. La pasión que no he visto este año en los ojos de los que me acompañaron por el camino de los días. La alegría tan escondida que a veces se pierde por los entresijos de este Mundo loco.
Os pido, conciencia para los inconscientes, luz para los perdidos.
 Para los tristes un toque de esperanza. Para los que están solos compañía.

Para los incomprendidos comprensión, y para los cobardes un poco de valentía,  coraje y corazón.
No os pido dinero, ni victorias, ni joyas que lucir en un cuerpo de bisutería, no os pido talentos ni valores materiales.
Me sobra fuerza y me quedan ganas para comprometerme con el Mundo, pero os pido, que durante el largo trayecto que me queda por recorrer me traigáis en las alforjas del viento ilusiones...Paz y Amor.

Que lleguéis al puerto que deseáis, eso sí, esquivando  la loca carrera entre coches, polución, prisas y escándalos, entre soledades, vanidades, y gente absurda.
Entre ustedes y yo  hay milenios de incomprensión, pero no han cambiado tanto las cosas a pesar del tiempo que nos separa.

Tal vez esta carta, les resulte un tanto especial y mas niña, de las que os puedan escribir los niños pequeñitos, si  les parece demasiado, me conformo simplemente con lo que os pido.

Cada año pongo en el balcón los zapatos nuevos, como cuando era una niña.
  En la calle hace frío ,mucho frío y en este momento pienso, que  algunos corazones también esta noche tiemblan sin tener cobijo, sin amor, con el desaliento de la soledad, por eso, os pido que a ellos, les traigáis también eso que tal vez necesitan y que no os piden.

Mis zapatos esta noche sé que se llenarán de esas cosas que no pueden verse.
Gracias por vuestros regalos Reyes Magos.


Encarna Recio Blanco




martes, 1 de enero de 2008

Queridos amigos internautas





Queridos amigos internautas:

Estrenamos un nuevo año y mis primeras palabras, mis deseos de venturas, van para todos vosotros amigos.  Para todos aquellos que me visitáis en mi humilde blog.
 Si mis palabras, mis poesías os hacen feliz me alegro, si os hacen recordar un amor, una situación, un recuerdo, me doy por entero satisfecha.
 Que el año recién estrenado os traiga Paz…Amor y todo aquello que sea bueno para vosotros.

Por estas tierras Murcianas, España, desde donde os escribo, hoy luce un sol especial, una temperatura agradable, parece como si el año que empieza hoy, se hubiera puesto sus mejores galas de luz para iluminar a aquellos que están solos, tristes, y lejos de sus seres queridos.

Hagamos un llamamiento todos aunados a los  mandatarios del Mundo entero  y sobre todo, para que esas Naciones del Mundo que están en conflictos bélicos puedan  seguir con claridad el camino de la Paz.

Amigos, un año feliz para todos, y que  juntos podamos luchar un poco más cada día por hacer un Mundo mejor. Por la  concordia entre todos los seres humanos.

Solo así, seremos capaces de hacer un Mundo mejor….ese es mi deseo.

Encarna Recio Blanco