En vela de noche y día, paso contando las horas,
Por tu querer
traicionero la pena, me está matando.
En penitencia pregunto al Dios que nos da la vida,
Por qué te fuiste con
ella si era a mí, a quien querías.
Llevo tus labios pegados a mi boca, vida mía.
Tus ojos son en mis
noches las estrellas que me avivan.
Los dolores de mi alma tan sólo los calmarías
Si volvieras a mi lado para el resto de mi vida.
En vela de noche y día, se agudizan mis tormentos,
Al pensar, que en otros
brazos se está quebrando tu cuerpo.
Y yo sé, que tú me quieres, que me buscas a escondidas,
Por la calle de las
ánimas vas, con la cruz de la agonía.
Sé que me añoras en tu cama cuando tu cuerpo se enciende,
Y que se apaga al ver…a la que a tu lado duerme.
Maldita sea la conjura. Maldito sea el dinero.
Que no podrá comprar
nunca un amor tan verdadero…
¡Como el nuestro!
Encarna Recio Blanco.