jueves, 29 de mayo de 2014

Presiento a veces que tu corazón...



Presiento a veces que tu corazón y el mío

 Tienen alas para volar

Y encontrarse en cualquier playa perdida.

Sospecho a veces  que tu mirada vuela hacia la luna

 Donde tantas noches alumbró nuestra locura.

Dudo muchas veces  ir a nuestras citas clandestinas

 Por temor a que me vean, las lenguas viperinas.

Me imagino a veces que tienes entre tus manos abiertas

 Mi libro de poesías,  donde sembré

 La sabia de nuestro amor  talado por las espinas.

Siento que no leyeras aquel inacabado poema

Donde te enseñaba mis heridas,  tal vez así,

Un día comprenderías el infierno de mis celos y mi agonía.

Concibo  la cadencia del viento

 Cuando leo tus misivas, desde ese mar que nos separa

Y que de pronto la brisa, me despierta otra vez a la apatía.

Temo  que la cobardía  se apodere de tus dudas

 Y te devuelva al desierto

Imbuyéndose entre arenas movedizas.

Vislumbro miles de veces al día,

El resplandor de tu mirada, tus cálidas palabras

 Que me abren el cofre donde guardo la pasión,

 Esa pasión que entre tus brazos siempre se derretía.

 Creo y confío firmemente,  que un buen día…

 Dios se apiado de nosotros ¡Vida mía!

 

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 28 de mayo de 2014

Bailaba la pluma y cantaba


 Bailaba la pluma y cantaba

Entre mis dedos

Lo que iba escribiendo.

 Recuerdos  y caricias

Añejos... añejos.

Tras de los cristales

La luna en plenilunio

Osada empezó

 A darme consejos.

La pluma seguía bailando.

Yo  sin oírla  

Seguía escribiendo.

Mi memoria rastreaba

 Sin la ayuda del tintero

Los recovecos de mi alma

 Que se batían…

Con la pluma que cantaba

Y con la luna que ahora…

 Bailaba.

 

Encarna Recio Blanco.