Amigos; Lo que vemos hoy un poco negro, mañana podemos verlo de otro color, el color, lo ponemos nosotros, con nuestras acciones, con nuestros principios, con nuestra forma de hacer y de ser.
lunes, 30 de abril de 2018
Un mundo mas justo-Reflexiones-
Amigos; Lo que vemos hoy un poco negro, mañana podemos verlo de otro color, el color, lo ponemos nosotros, con nuestras acciones, con nuestros principios, con nuestra forma de hacer y de ser.
domingo, 29 de abril de 2018
Muchas veces escribo
Muchas veces escribo para no gritar,
Doy porrazos en las teclas que sumisas,
Siguen sin parar.
Debajo de un puente vomito mi ira
Y los transeúntes apenas me miran.
Escribo en las olas que a veces tranquilas,
Dejan que mi pluma se quede sin tinta.
Otras…
En el aire que gruñe y suspira,
Porque no comprenden,
Lo que me domina.
Encarna Recio Blanco.
sábado, 28 de abril de 2018
Hoy no quiero estribillo...
Hoy no quiero estribillo,
Ni
mirlo, ni estrofa,
Ni
música, ni caracolas,
Solo
quiero llegar…
A tu fugaz firmamento,
Y
entre el calor de tu pecho
Prenderme
y arder
En tu fuego.
Y que tus ojos sean mi luz
En
el negro sendero,
Cuando
tú no estás
En
mi frío lecho.
¡Hoy no quiero temores!
Ni pienso en un mañana
Que no existe.
Hoy
solo quiero,
Beberme tus besos.
Y en la arena callada
Fundirme
de nuevo,
Y
que el mar me devuelva
La
sal de tu cuerpo.
Encarna Recio Blanco
domingo, 22 de abril de 2018
Mi pobre corazón hoy está...
Mi pobre corazón hoy está de reformas.
Tenía
que hacerle unos arreglos,
Sin
prisas, pero sin pausa,
Me
puse manos a la obra.
El pobre estaba un poco agotado
Del
cansancio que supone,
Querer
parar una guerra
Cruenta
y sin razones.
Sin las armas en mis manos.
Sin
que pocos oyeran mi llanto
Al
ver a tantos niños muriendo,
A
manos de crueles mandatarios.
Mi pobre corazón solo tenía palabras
Tañidas
en mil folios de poemas.
Ya se iba cansando de latir y se tornaba
Más duro que las piedras.
…Y aquí estoy, dándole unas pócimas
De
esperanzas y de paciencia,
A
ver si de una vez por todas
Ganamos
esta guerra.
¡Pero necesito ayuda!
Hombres, mujeres y niños,
Venid
conmigo a esta contienda,
Que
entre todos podremos
Que
la Paz se instaure en esta tierra.
Encarna
Recio Blanco.
sábado, 21 de abril de 2018
Mi Virgen de la Fuensanta…Una puntada por la Paz.
Mi
Virgen de la Fuensanta…
Con la aguja y con el hilo ante Ti
Humildemente postrada.
Quiero bordar en tu manto
Estas
sentidas puntadas…
Y una oración por la Paz del Mundo.
Que
cada día, más se nos desgarra.
Por
esos niños que mueren de miedo
Entre
bombas, metrallas, y lágrimas.
Por no tener, ya no tienen ni madres.
Ni abrazos, ni Fe, ni Esperanzas.
Ni
el alimento que llevarse a la boca
Muriendo
sin el pan, y sin el agua.
No puedo cesar en esta labor, Madre,
Voy
cosiendo y recosiendo sin pausa.
Mi
corazón abatido y cansado te reza
Para
demandarte esa Paz tan soñada.
En cada puntada que doy… ¡Madre mía!
Voy
dejando mi sangre derramada,
Para
que Tú la repartas aquellos,
Que
les hace tanta falta.
Voy dejándote mis versos prendidos,
Donde
de Paz, siempre hablan,
Para
tocar a esos corazones crueles
Que
empuñan las armas.
Pon Tus manos milagrosas en ellos,
Y
en las heridas que sangran.
Cobija
a los desterrados
Y
equilibra esta balanza.
Ya se me escapa la aguja.
El dedal entre mis dedos danza,
Y
el hilo se entremezcla entre este lienzo,
Que cubra tus celestiales espaldas.
¡Mándanos la Paz al Mundo!
¡Madre
de la Fuensanta!
Que no quiero ver más armas.
Ni
lágrimas, en los ojos de esos niños,
Con
la inocencia en sus corazones…
Y
en sus almas.
Encarna
Recio Blanco
martes, 17 de abril de 2018
Esta noche te hablo…
Esta noche te hablo…
Lerda y cegada por las lágrimas que vierto,
Y que su agua apagará, lo que me
dicta el fuego.
Mi boca me impide hablar, pero me
anticipo a ello,
Aunque la tinta se agote, no cejaré en
el empeño.
Escucha mi elocuencia muda, mi dolor y mi tormento.
La llamada a voz en grito de mi gloria
y de mi infierno.
¿No ves la fiera borrasca que hoy
habita en mis adentros?
Donde naufragan turbados, mis penosos
sentimientos.
El vivir sin ti me ha condenado, a estar sitiada
Entre barrotes negros,
Con murallas que me impiden ver, cada
día los cielos.
Ya la muerte no me esquiva, viene, porque la
deseo,
Al pensar, que en otros brazos, tu cuerpo se está meciendo.
Mi alma rendida clama entre suspiros
al viento,
Que me regales postrero sólo, un añejo
te quiero.
¿No ves cómo mi corazón clama, sin tener paz ni remedio?
Queriendo el dolor calmar con estas letras al céfiro.
En lágrimas y suspiros, mi alma y mi
corazón a un tiempo,
Van camino de una senda, donde el
final es eterno.
No me sirve de nada la vida, sí las
razones que tengo,
Para repudiarte hombre, aunque en el fondo… te quiero.
¡Qué contradicción Dios mío! ¿Qué es
lo que estoy escribiendo?
Tanta muerte en mi vida, tan poco
dolor, en el que está muerto.
…Y no te pido consuelos en los dolores
que padezco.
Sólo quiero que algún día, tú no sufras por ellos.
No te olvides que te quiero, y que te
sirvan de recuerdo,
Los tesoros que me debes, y los besos
que no tengo.
Acuérdate amor mío, de tus vanos
juramentos.
Lo que proclamó tu boca, lo han refutado tus hechos.
Ahora ya te digo adiós, con el ahogo
que siento.
Ni me da venia mi llanto… ni me da
lugar mí tiempo.
Encarna
Recio Blanco
domingo, 15 de abril de 2018
Reflexiones-Paz
domingo, 8 de abril de 2018
Me derrito los sesos de...
Me
derrito los sesos de tanto pensar
En
aquellas cosas que quiero arreglar.
Me
adentro en la urbe, no puedo ni andar,
Bomberos,
grúas, ambulancias…
¡Qué barbaridad!
Un cortejo fúnebre muy lento camina
Hacia
esa morada ignota y temida.
En
los ministerios, no puedo ni entrar
El
guardia me dice: ¡que es muy tarde ya!
¡Qué casualidad!
Un coche incendiado intento apagar
Sin
tener ni el agua, con la que regar.
Entro
en la trastienda de una curandera
Para
que me limpie de pies, a cabeza.
Voy hacia el asilo y pido acogida,
Cuando
veo el ambiente salgo de estampida.
Corre
que te corre por la fría avenida
Tropiezo
y me hago, otra nueva herida.
¡Qué fatalidad!
Una dama llora detrás de la esquina,
Me
acerco y me dice, toda compungida,
Que
no la dejaron hacerse una foto
Con
sus nietecitas.
¡Qué
poca caridad!
En la Universidad me adentro
Para
recoger un máster,
Al
que no me presenté
Ni
para examinarme.
¡Qué osadía la mía!
Tiemblo de impotencia
En
mis correrías
Sin
poder hacer, ni deshacer…
Lo que yo quería.
¡Qué Pena la mía!
Encarna
Recio Blanco
sábado, 7 de abril de 2018
Cómo deciros algo-Reflexiones-
¿Cómo deciros algo, que ni siquiera puedo expresar con estas letras taladas
por mi desolación, algo que es incomprensible, en el mundo que me rodea?
¿Cómo deciros lo que me supera, lo que no entiendo, lo que me revela y arreglar no puedo, en este entorno fiero y hostil, acosado por guerras, hambres, injusticias, metrallas, a ras de los inocentes que mueren cada día, sin saber el porqué de sus infiernos.
Un mundo de seres errantes, que buscan donde anidar su supervivencia, y se encuentran imbuidos en mares sombríos, en noches interminables, sin pan y sin cobijo, buscando de un lado para otro la tierra prometida.
¿Cómo podría paliar tantas injusticias que veo y que siento en mi derredor, si estoy con las manos atadas? Me rebelo, me rebelo, queriendo aminorar el desconcierto, pero veo, que con tanta carga no puedo.
Mi sencilla pluma me anima a que siga gritando, pero nadie me oye, aunque mis letras sean sencillas y poco eruditas, me animan a seguir, por eso, no descanso y sigo, por si alguien escucha alguna vez, mi llamada al orden.
Hablo y escribo, en nombre de los que no tienen patria, por los que están en la guerra, por los que no tienen amigos ni trabajo, por las mujeres maltratadas, por los solos, por la escasa justicia para los pobres y la justicia benévola para los ricos, por los ladrones que gobiernan y que tal vez, no tengan la carga de sentimientos necesarios, para paliar en lo posible tantas ingratitudes.
¡No me oís gritar! ¿Es que todos estáis sordos? ¿O es que no os importa la dura existencia del débil, que arrastra su piel por las aceras? ¿No me oís gritar mandatarios, de esta tierra? Parad tantas injusticias, y hacer lo necesario para que todos los seres humanos puedan vivir en Paz.
Este mundo, va dejando cada día mi alma más vacía, sin luz y a mi corazón con más heridas, sola con mi pluma seguiremos en la contienda de abrir las conciencias, para que el mundo sea más justo, un mundo donde podamos vivir con esa Paz, que proclamo, a los que todo ser humano, tenemos derecho.
Encarna Recio Blanco.
martes, 3 de abril de 2018
Hoy siento en el corazón...
Un
vago temblor de estrellas,
Pero
mi senda se pierde
En
el alma de tiniebla.
La luz me troncha las alas
Y
el dolor de mi tristeza
Va
mojando los recuerdos
En
la fuente de la idea.
Todas las rosas son blancas
Tan
blancas como mi pena
Y
no son las rosas blancas
Que
ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También
sobre el alma nieva.
La
nieve del alma tiene
Copos
de besos y escenas
Que
se hundieron en la sombra
O
en la luz del que las piensa.
La nieve cae de las rosas
Pero
la del alma queda
Y
la garra de los años
Hace
un sudario con ellas.
¿Se deshelará la nieve?
Cuando
la muerte nos lleva
¿O
después habrá otra nieve?
Y
otras rosas más perfectas.
¿Será la paz con nosotros?
¿Cómo
Cristo nos enseña?
O
nunca será posible
La
solución del problema.
¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién
la vida nos alienta?
Si
el crepúsculo nos hunde
En
la verdadera ciencia.
Si la esperanza se apaga
Y
la Babel se comienza,
¿Qué
antorcha iluminará?
¿Los
caminos en la Tierra?
Si el azul es un ensueño,
¿Qué
será de la inocencia?
¿Qué
será del corazón?
Si
el Amor no tiene flechas.
¿Y si la muerte es la muerte?
Qué
será de los poetas
Y
de las cosas dormidas
Que
ya nadie las recuerda.
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua
clara! ¡Luna nueva!
Corazones
de los niños
Almas
rudas de las piedras.
Hoy siento en el corazón
Un
vago temblor de estrellas
Y
todas las rosas son
Tan
blancas como mi pena.
G. Lorca
Encarna
Recio Blanco
domingo, 1 de abril de 2018
Ahí va la loca…
Ahí va
la loca… con su cuaderno de versos,
Dicen
riendo los niños, dicen las brujas del pueblo.
Que tengo la cabeza llena de pájaros.
Que
tengo en la mochila secretos guardados.
Que tengo dos amantes y muchos queridos.
Que me
quedé soltera por un capricho.
Que tengo mi casa llena de libros,
Que
están mohosos y que no he leído.
Estoy tan sorda, tan sorda, que a nadie oigo.
Sólo a
mi corazón…que sí está loco.
Encarna Recio Blanco.
Estando a la vera tuya...
Estando a la vera tuya
Se me van todas las
penas
Y cuando oigo tus
pasos
Se me rompen las
cadenas.
Estando a tu
vera…
Mi vida ya es de
colores
Que se encienden como
el sol
En mil reflejos de
amores.
Cuando te
espero y no vienes
El mundo se me
oscurece,
Y me talan las espinas
De un rosal cuando se
muere.
Yo quiero estar
a tu vera…
¡Toda mi vida!
Y cuando la eternidad
nos llame
Allí podremos
seguirla.
Encarna Recio Blanco