Todo lo que hice mal dejó
de importarme
Me esperaba el futuro para
enmendarme.
Y en aquel mar azul de nuestro océano,
Encontramos la paz cuando
nos besamos.
Tenerte así me basta aunque arda en los infiernos,
Prefiero morir contigo que
vivir fingiendo.
Te brindaré mis ramos de melancolía,
Mi boca morirá en tu
boca y yaceremos sobre
Mis versos serán para ti envueltos en canciones,
Que llevarán tatuados sólo tu
nombre.
Y puede que algún día al mirar el reloj recuerdes,
Que te sigo esperando noche
tras noche, y día tras día.
Encarna Recio Blanco.