sábado, 30 de abril de 2016

Soy el sueño con el que sueñas...


Soy el sueño con el que sueñas cada noche

La golondrina que aletea en el  alfeizar de tu ventana

El  exquisito bocado de tu hambre sin catarla

Y la melodía de tus cansinas  madrugadas.

Soy el pecado y la penitencia de tu alma

El arriero con su noble carga a las espaldas

La espina y el canto de una alondra enamorada

La locura y la pasión que se desatan

Cuando abres los ojos y la ves a ella en tu cama.

 

Encarna Recio Blanco.




 

martes, 26 de abril de 2016

En tu nombre llevas - María Para María Dolores Moreno Meseguer



En tu nombre llevas a la Virgen María.

También portas las Dolores y mil flores que perfuman

Ese corazón tan noble.

 En tus manos se conjuga el embrujo, el arte, y la magia,

 Cuando tus castañuelas saltan y bailan. 

 Te afanas para repartir las alegrías un bien…

Un tanto escaso en nuestros  días.

 Llevas la sonrisa puesta para lo bueno y lo malo

Y el corazón sin cadenas por si puedes regalarlo.

 Yo se que tú  muchas veces necesitas una mano

Pero te escondes las lágrimas y sigues bailando.

 Tú eres el hada buena de la gente desdichada

Cuando te buscan, te encuentran abriendo tu corazón

Que danza.

 Eres linda sin quererlo eres bella sin buscarlo

Aunque las palabras sobran cuando se bordan las obras.

 Que te acompañe la dicha que no sientas el dolor

Y que sigas desgranando por el mundo las melodías del amor.

 Gracias por esa alegría gracias por acompañarnos

Que la poesía está viva siempre

En tus castañuelas y en tus manos.

 Encarna Recio Blanco.



lunes, 25 de abril de 2016

Parece que llega la calma…

 

Parece que llega la calma…

 Que mi león se ha dormido

En la jaula de mi alma

Donde lo llevo escondido.

 Parece que ya las nubes

Atrás dejaron los truenos.

 Que la lluvia ya no llora

Porque  tú, estás en mi lecho.

Silencio, que nadie turbe

Estos minutos eternos.

 Que nuestros cuerpos sólo gocen

En el tálamo revuelto.

Que en el Cielo las estrellas

Desaparezcan,

Para que nos acune la noche

A solas, y  entre velas.

 Que calle el Mundo un momento.

Que nos dejen con el sabor

De nuestros besos.

 Que tan sólo se oiga

El jadear de nuestros cuerpos.

Sube la marea azulada

Sobre nuestro cuerpo y nos envuelve

Por los acantilados del deseo,

Y en el éxtasis, caemos.

La madrugada aparece sigilosa

Ofreciéndonos sabores nuevos.

Con el estribillo impenitente

 De los te quieros.


Encarna Recio Blanco.