sábado, 28 de enero de 2023

Aunque tú no me entiendas...


Aunque tú no me entiendas nunca escribo el remite

En mis cartas para no dejar huellas.

  Aunque tú no lo sepas he rondado tu senda

Y te he visto a lo lejos sin darme  la vuelta.

 He blindado mi puerta para que no entraras

Y la he vuelto a abrir cuando llegabas.

 He inventado mareas con rayos y tormentas

Cuando mi cama fría estaba desierta.

 Y apagaba mis besos en el mar de tus labios

Y los encendía mi cuerpo fogoso esperando.

 Ahora entiendo a los poetas y paso por su situación

El amor y el dolor  caminan juntos los dos.

 Como yo escribo estos versos sin remite y sin autor

Mientras otra mujer espera…como espero yo.

 

Encarna Recio Blanco.



sábado, 21 de enero de 2023

Muchos días tengo...

 

Muchos días tengo unas ganas locas ¡De gritar! 

Al ver  a tantos seres humanos tirados  por las aceras.

 De subirme a una torre  muy alta, muy alta, para que me oigan aquellos que nos gobiernan y puedan detener, a tantos sin vergüenzas.

 A los que roban y matan  a mano armada, a los que violan y asesinan a mujeres, jóvenes, ancianos y niños, a los que tienen con alambrada, cerradas las fronteras, a los que distribuyen  por el mundo la droga traicionera.

 A los que en sus atriles como animales vociferan, sin hacer nada para aliviar a esas familias, que les echan de sus casas.

A los que  claman buscando el voto, haciendo caso omiso de las carencias de  los otros.

 Muchos días lo veo todo negro, aunque salga el sol, al ver a muchas almas en pena que transitan sin encontrar a sus problemas la solución.

 A los que comercian con los emigrantes en las faenas, denigrando al ser humano y a todos aquellos,  que se escapan de la ley por la puerta trasera.

 ¡Qué pena!  De esos niños  con abultadas mochilas cual  Cruz a cuesta que van caminando entre la guerra.

 ¡Qué pena! De los enfermos que esperan en los hospitales para ser curados, más de la cuenta.

 Cada día, clamo al Cielo para que me abra sus puertas, pero me dicen que siga incansable en la faena.

 ¿Nadie me oye?   ¿Nadie contesta? ¡Qué pena! ¡Qué pena!


 Encarna Recio Blanco.



Aquí estoy...


Aquí estoy… aquí  a tu lado, mientras intentas dormir oyendo las Ondas solitarias de la noche, mientras trabajas, intentando adelantar ese trabajo pendiente, me oyes, sé que me oyes, cuando callan las horas y cuando no hay nadie a tu alrededor voy a rescatarte con mi voz, para que  sueñes al compás de la música y la palabra.

 Llego puntual a la cita cada noche para transmitirte calma, para llenarte de esperanzas y de ilusiones, hacerte recordar los buenos momentos de tu vida, y para alejarte los problemas diarios del trabajo, de la familia o de la hipoteca.

 No me conoces, pero  cada noche estoy a tu lado, para que desaparezcan los desiertos de tu mente,  podrá huir la luna y acabarse las noches en vela, podrás dormir sin sueño  y soñar despierto  pero nunca dejaré de acompañarte.

 En otros momentos o en otras épocas, ya sabías de mí, me oías cuando aún no conocías ni mi nombre, ni mi espacio, y me diste el mensaje más urgente de mi vida,  a veces pienso que andar sin el apoyo de mis oyentes es tan imposible, que no puedo imaginarlo.

 Sé que nos esperan momentos difíciles, instantes en los creeremos no ver más el sol,  capítulos de nuestras vidas que se quedarán en blanco como las buenas almas  y sé, que te ayudaré a ser tú mismo, para caminar hacia tus metas simplemente con mi compañía.

 Sé que encontrarás un hueco cada noche para venir a nuestra cita,  y que mis poemas llegarán a tu corazón más lejos.... que mi voz.

  Encarna Recio Blanco.