martes, 22 de marzo de 2016

Hoy está llorando el cielo...


 Hoy está llorando el cielo nuevamente

Hoy las armas han vuelto al cemento

Dejando un rastro de sangre

Y de duelo.

Hoy está llorando el cielo nuevamente

Dejando los musgos secos

La tierra estéril susurra

Una oración en silencio.

 

Encarna Recio Blanco.




lunes, 21 de marzo de 2016

¡Poesía! ¡Quiero felicitarte amada mía!


¡Poesía!

¡Quiero felicitarte amada mía!

Te llevo  tan dentro que eres parte de mi vida

Si no te tengo a mi lado no sé lo que haría.

Cual droga te busco para que me calmes

Para que me alegres, para que me ames.

Eres esa dulce melodía que me emborracha

Cuando el amor a mi puerta llama.

¡Te necesito!

Cuando el dolor siento, el desamor presiento

Cuando la risa me llena y la tristeza acecha.

Eres compañera de mis fechorías

Cuando mi pluma a veces, se dispara con osadía.

Tratas de enmendarme pero soy tozuda

En el pensamiento y en la altanería.

Eres un oasis por donde me pierdo

Cuando ya no puedo más con mi enorme cargamento.

Eres  mi paz  mi sosiego alimento de mi alma

Compañera de fatiga en las batallas.

 ¿Qué te diría poesía en este día?

Si mi amor está muy lejos, y en otra compañía.

Que vivo y que muero, que grito y que lloro

Y que los cielos hoy, tienen mil cerrojos.

Siempre te cuento mis cuitas y todo lo que acontece

En este mundo de locos donde mi pluma perece.

Siempre demandando paz, sembrando esperanzas

Para aquellos que estén tristes

Florezca la luz en sus almas.

No sé si mi métrica será la adecuada

No sé si los ritmos están  engarzados

No sé si la estrofa estará desmedida

Sólo sé, que es el corazón y el alma quien me  lo dictan.

Eres ésa dulce  pócima que me emborracha

Con el néctar de tu aroma mi corazón descansa.

Eres indescriptible, etérea bella por dentro y por fuera

¡Quien tuviera la llave para abrir tu puerta!

“Decía León Felipe:”

 Deshaced este verso, quitarles los caireles de la rima

El metro, la cadencia y hasta la idea misma.

¿Qué importa que la estrella esté rémora?

Y deshecha la rosa.

Aún tendremos el brillo y el aroma.

Aventad las palabras y si después queda algo todavía

!Eso será la poesía!

¡Felicidades…¡Amada mía!


Encarna Recio Blanco.




viernes, 18 de marzo de 2016

Los labios se unieron...


Los labios se unieron hasta convertirse en uno

 Y mis manos se perdieron por el universo de lo oscuro.

 Yo no vi tinieblas, ni demonios, ni pecados,

 Solo sé, que fui feliz y que quise comprobarlo.

Conocer todos tus puertos, adentrarme en tu regazo

 Y comprender que no existen las quimeras sin tus brazos.

Me  perdí en tus gemidos, los lamentos no existían,

 Y sentí por un momento, que la muerte

 Distraída no quería esa noche romper, nuestra magia.

Quiero soñar a tu lado por el resto de mis días

 Y que Dios pueda perdonarme por sentir esta gran melancolía.

De tus besos, de tus manos, de tu boca que fue mía.

Aquellos grandes poetas a lo largo de su vida,

 Se preguntaron mil veces a donde fueron los besos,

 A donde aquellas caricias, a donde las madrugadas

 De amantes y de sonrisas.

Yo los vi, yo los vi aquella noche,

Aunque piensen que es mentira.

Los tuve entre mis dedos, y los tengo todavía

 

Encarna Recio Blanco.



Tanto me acompañaba la soledad...



Tanto me acompañaba la soledad

Que empecé a cogerla mucho cariño.

A veces no me hablaba

Pero me acariciaba.

Cuanto yo estaba triste

Le contaba mis penas

Y en su regazo lloraba

Como una niña pequeña.

 Cuando estaba alegre me decía:

Me voy a dar una vuelta

Que no te soporto

Con tanta juerga.

Se despistaba uno o dos días

Y volvía la pobre con una cara

Que me decía:

¿Me dejas a tu lado para hacerte compañía?

 Y entonces, era ella la que hablaba

Era ella quien lloraba

Al contarme las triste historias

Que por el mundo encontraba.

 

Encarna Recio Blanco.