domingo, 12 de diciembre de 2021

Navidad.


 Mis palabras esta noche van dirigidas a vosotros, mis amigos, amigos que me visitáis en mi blog y que tal vez, ni nos conocemos, pero que yo os siento.

Ya estamos en Navidad, unos días en los que las familias se reúnen, llegan los familiares al redil, días de regalos, de abrazos, de buenos deseos, donde los hogares y las calles se adornan con luces de colores, donde en las mesas se apiñan los manjares, el champan y el turrón, alegrando con ellos las dulces veladas.

En estos días, también hay otros seres humanos que están solos, que están enfermos en hospitales, muchos médicos que no pueden comer con sus familiares porque tienen que cuidarles.

Aquellos que están separados, y no pueden cenar con sus hijos, los que no tienen familia y deambulan de un lado para otro sin cobijo, los presos entre rejas que son inocentes, o los culpables, los que perdieron a sus seres queridos, a todos los que van a la deriva en pateras, y se dejan la vida ondeando en mares furiosos diariamente y en Noche Buena.

Y a tantos otros que por no tener, no tienen ni quien pueda darles un abrazo. Quiero deciros en esta pequeña reflexión, que todos somos hermanos, que podemos ser amigos, y a todos vosotros que aunque no os conozca, se que estáis ahí.

 Quiero que sepáis que hay en el mundo muchas, muchas  personas en  que se acuerdan no solo en estas fechas tan entrañables, sino siempre de las desdichas y las penurias de los demás.

 En todos los seres humanos del mundo existe la alegría y también la pena, en todos los corazones, el dolor a veces anida.

La felicidad es efímera como la vida misma, unas gotas de ella a  veces, nos emborracha, cuando no la tenemos ni la sentimos  parecemos fantasmas errantes que deambulamos de un lado para otro, para buscarla.

 Por eso, en estas fechas, y en otras similares, hay que sacar las fuerzas en los infortunios, que tenemos que avivar la fe, hacernos amigos del enemigo, dar agradecimiento y calor, a las fuerzas que se nos abren, a una mano tendida que te aprieta, a una sonrisa que te alienta, y aquella estrella fugaz que te alumbra, aunque solo sea un instante.

Hay que cultivar esa semilla Divina con la que Dios siembra y que florece en todos los corazones generosos, para luego llevarle los frutos de Su cosecha el día que nos llame para irnos. Para irnos hacia su Cielo.

Que la luz nos ilumine estas Navidades y eternamente. ¡Felices Navidades!

Encarna Recio Blanco.






Felices Navidades amigos.


 

domingo, 24 de octubre de 2021

Tengo miedo...





Tengo miedo a perder la maravilla,
 De tus ojos de estatua, y el acento
 Que de noche me pone en la mejilla
 La solitaria rosa de tu aliento.

 Tengo pena de ser en esta orilla
 Tronco sin ramas; y lo que más siento
 Es no tener la flor, pulpa o arcilla,
 Para el gusano de mi sufrimiento. 

 Si tú eres el tesoro oculto mío
 Si eres mi cruz y mi dolor mojado
 Si soy el perro de tu señorío

 No me dejes perder lo que he ganado
 Y decora las aguas de tu río 
Con hojas de mi otoño enajenado.
 G. Lorca. 

Encarna Recio Blanco.




sábado, 23 de octubre de 2021

Ayer pasaste junto a mi lado...



Ayer pasaste junto a mi lado 
Y tus ojos apagados al verme…
 ¡Resucitaron! 

 Tu pelo, ahora era blanco
 Por el peso de los años
 Y tus labios tan fogosos
 Ahora estaban apagados.

 Con los puños apretados 
Y aligerando el camino
 Te perdiste por la senda 
Por donde mora el olvido.

 Te mire, y seguí andando
 Por la calle de la amargura
 Sintiendo la desventura
 De nuestras vidas.

 Cómo dos amantes locos
 Que se amaron sin medida
 Pasan uno frente al otro 
Y sus ojos ni se miran. 

 Y como aquellos sabuesos
 Que buscan con la mirada
 Yo giré dando una vuelta 
Para seguir tu escapada.

 A lo lejos divisé 
 Una mueca de dolor
 Un letargo de esperanza
 Y una tez, ya sin color.

 Aunque pasaron los años
 Sé que no me has olvidado
 El amor sigue presente 
Queramos, o no queramos.

 Encarna Recio Blanco.


miércoles, 20 de octubre de 2021

Mariano...


Mariano… tráeme la bota que me voy a emborrachar

Cuando veo el telediario me entran ganas de llorar

 Al ver que la gente va por la calle como perros rabiosos

Esto del dichoso virus nos está volviendo locos.

 

Fase una y fase dos, pero sin salir de casa

Y si sales calladito y con la boca tapada.

 

Ya pasan de seis millones los que están en el paro

Sólo les queda en la nevera un par de huevos y un  mal trago.

Bebe con migo Mariano…que se nos vaya el mal fario

Y dame las castañuelas para cantarte un fandango.

 

Al Presidente le digo: Que se ponga a hacer croquetas.

Al vicepresidente segundo que se quite la coleta.

A los Peperos les digo que dejen de agitar las cacerolas

O que las llenen de cocido para dar de comer

A los que no tienen comida… ni nómina.

 

Están como locos para ver si el mando atrapan

Para forrarse…como los que están ahora por las buenas

O por las malas.

 

De los otros políticos no hablo, porque no me da la gana

Al final quieren y dicen lo mismo, y tampoco arreglan nada.

A los jóvenes que troten para buscar un buen trabajo

A ser posible, en la administración, que sin dar golpe

Te dan una buena paga.

 

Ahí no hacen falta  curriculun dices que eres amigo del presidente

Y te nombran director general en un periquete.

Mariano, echa otra copa que me quiero emborrachar

Para seguir diciendo verdades sin que me puedan sancionar.

 

A los ancianos que quedemos, les voy a dar un consejo;

Si nos bajan  la pensión (Que no lo creo)

¡Que salgan corriendo los del gobierno!

 

¿No les da vergüenza que media España esté parada

Y cabreada? Entre Eres y Ertes sin un futuro

Y con un presente más negro, que los colgajos de Arturo.

 

De subir los impuestos cuando les da la gana.

Y ellos,  en este confinamiento sin haber dado golpe

Han cobrado las dietas de ellos, y las de sus criadas.

 

Mariano… echa otra copa que ya me encuentro mejor

Parece que me ha tocado…

 

 ¡El Euro millón!


Encarna Recio Blanco.



 


domingo, 17 de octubre de 2021

Por aquí sigo...



Por aquí sigo despacio
 Caminando y tropezando
 A la vera de los sauces 
 Y los pájaros.
 
 Saludando al destino
 Despistado 
Que pasa a mi lado
 Sin hacerme caso.

 Por aquí sigo...

 Escribiendo en el pecho
 De un mendigo
 Que agradecido me besa,
 Poniendo a Dios por testigo.

 Por aquí sigo…
 
 Sin espadas batallando 
Intentando quitar
 De las fronteras
 Las espinas.

  Con aquellos que buscan
 La libertad 
Y riegan con su sangre 
 El alambrado.

 Por aquí sigo…

 A la vera del milagro
 En esa espera impenitente
 Donde la Paz que busco
 ¡No la hallo!!! 

 Encarna Recio Blanco.



lunes, 11 de octubre de 2021

No quiero cambiar



No quiero cambiar tu vida

 Ni tu tiempo, ni tu espacio

Ni la triste letanía de tus fracasos

No quiero ir a tu rumbo

Ni estar en tu brújula de estaño

Ni en esas horas perdidas donde te regodeas

Entre muñecas de trapo.

No quiero una noche de pasión

 Ni un anillo en mi dedo  reluciente

Ni unos besos a deshoras en cualquier farola

Ni oír tu risa falsa, cuando sé qué lloras

Sé que tienes celos del aire que respiro

 Y tú tan solo escoltado

Por los dolores que te prodiga el silencio

 Y la soledad que te habita

  No quiero verte con el antifaz

 De esa felicidad ficticia.

Ni con el diploma de perdedor

En la cruzada de tu vida

Si nunca entendiste mis silencios

No puedes comprender

Lo que te digo.

Los que pensaron fueron sabios

 Los que actuaron héroes

Y los que no hicieron nada

 Vagan sin ser ni sentir

En el fondo de sus almas.


Encarna Recio Blanco


domingo, 10 de octubre de 2021

Nos encontramos

 


Nos encontramos…

 

A la vera de un poema.

En la estrofa de una estrella.

En el cantar de un jilguero.

En el fuego y en el hielo.

 

En una  nube perezosa.

En el cáliz de un te quiero.

En la sonrisa de un niño

Y en el llanto de un lucero.

 

Nos encontramos…

Solos en un mundo nuevo

Donde existía el perdón la paz…

Y amores verdaderos.


Encarna Recio Blanco


jueves, 7 de octubre de 2021

Aquí estoy

 



Aquí estoy.


Aquí estoy, borracha entre poesías

Que voy apilando de la noche al día.

Sin el maquillaje profano, desnuda,

Como una hoja  seca que el viento va dejando 

De esquina, en esquina.


Aquí estoy, releyendo aquellos mensajes

Que el alba sonriente siempre me traía.

Tragándome las lágrimas y bebiéndome

El acíbar copa, a copa, sin importarme

La noche ni el día.


Aquí estoy, sin sentirme y sin oírte.

Sin esperar que los sueños me acunen,

Ni que el tiempo esté paralizado y sin eco,

Entre los muros de una soledad,

Que me muere.


Aquí creo estar, pero no estoy esperándote,

Aunque te sigo amando con locura.

Con la piel hecha jirones de color púrpura.

Con el alma desmayada por tu silencio,

Que es, mi sepultura.



Encarna  Recio Blanco.



Al nacer Dios nos regala...

 


Al nacer Dios nos regala a todos un corazón

Para que le portemos de por vida,

Y le llenemos de amor.

Es el motor de la sangre, el que la hace correr

Cual río que sigue el curso por cauces que no se ven.

Donde el sentimiento anida. Donde el amor apacienta.

Donde la pena germina también en las tristes vivencias.

Triste y a veces cansado nos avisa que paremos

La insensatez de la vida hace que no le escuchemos.

Otras, feliz y contento del pecho quiere escapar

Y con devoción le hacemos que calme su palpitar.

Noches madrugadas, días cual un exacto reloj.

Nos va dando la energía con su ritmo cual canción.

Y cuando nos enamoramos se vuelve loco…

Sin importarle la muerte, ni el dolor

Ni el abandono.

Encarna Recio Blanco

martes, 6 de abril de 2021

Ya está aquí la Primavera


¡Ya está aquí la primavera!

Primavera del alma, primavera florecida

Que dejas un misterioso perfume en nuestras vidas.

Primavera del alma, de perpetuo esplendor

Que convierte en sonrisa la mueca del dolor.

Primavera de ensueño que nos traza un camino

En la intrincada selva donde acecha el destino.

Primavera que canta si el huracán la azota

Y que de nuevo aliento tras de cada derrota.

Primavera magnánima, cuyo verdor feliz

Rejuvenece el árbol seco hasta la raíz...

Amor es la ley divina de plenitud humana;

Dolor que hoy nos agobia y añoramos mañana...

Buesa

Encarna Recio Blanco.


domingo, 4 de abril de 2021

Cuándo pasará Dios mío.

¡Cuándo pasará Dios mío esta pandemia de la faz de la tierra!

¡Cuándo saldremos de este horror y del dolor que nos aqueja!

 ¡Cuándo podremos abrazar a nuestros padres y hermanos

A nuestros hijos y nietos, y a todos, los que en el corazón tenemos!

 ¡Cuándo se calmará nuestro dolor por aquellos que se fueron!

Por los que aquí quedaron sin darles un último beso.

 ¡Cuándo Dios mío las ambulancias silenciaran sus sirenas!

 ¡Hasta cuándo los médicos y las enfermeras podrán descansar!

 ¡Cuándo podremos quitarnos las mascarillas de nuestras bocas!

 ¡Cuándo dejaremos el confinamiento en estos días sin horas!

 ¡Cuándo se esfumará el luto de nuestras almas!

 El dolor de nuestros corazones y el miedo, al ver que la muerte

 Con su negra guadaña está al acecho.

Fue un mal sueño pensaremos sin volver la vista atrás.

Sueño del que quisimos huir sin podernos levantar.

 Cuando pase esta pandemia y volvamos abrazarnos sentiremos

 Que la alegría vuelve presta a nuestro lado.

 Cuándo podamos correr libremente por el campo respirando el aire

 Puro que se nos había negado.

 Cuando volvamos a disfrutar de nuestros padres y hermanos

 y de aquellos que queremos y que tanto añoramos.

Con el corazón de luto lloraremos por aquellos que se fueron

Solos y desprotegidos, sin tener a su lado a sus seres más queridos.

 Tal vez, Dios quiso que parásemos en la veloz carrera de los necios.

 Por querer alcanzar lo que no tiene valor y perdiendo en cambio

Lo que tanto vale.

¡La Vida, nuestra Vida! 


Encarna Recio Blanco.

 

 

 

sábado, 27 de marzo de 2021

El hambre no se oye


El hambre no se oye…

Ni suena como la tormenta.

Ni como las bombas estallan.

Ni como una orquesta desafinada. 

El hambre  dormita silenciosa

Bajo los puentes arrebujada

En un ser humano que calla. 

El hambre no se oye…

¡El hambre, se siente!

Encarna Recio Blanco. 


sábado, 16 de enero de 2021

Cuando pasará...

¡Cuándo pasará Dios mío esta pandemia, de la faz de la tierra!

¡Cuándo saldremos de este horror y del dolor que nos aqueja!

 ¡Cuándo podremos abrazar a nuestros padres y hermanos

A nuestros hijos y nietos, y a todos, los que en el corazón tenemos!

¡Cuándo se calmará  nuestro dolor por aquellos que se fueron!

 ¡Por los que aquí quedaron sin darles un último beso!

¡Cuándo Dios mío las ambulancias silenciaran sus sirenas!

¡Cuándo los médicos y las enfermeras podrán descansar!

¡Cuándo podremos quitarnos las mascarillas de nuestras bocas!

¡Cuándo dejaremos el confinamiento en estos días sin horas.

 ¡Cuándo  se esfumará el luto de nuestras almas!

El dolor de nuestros corazones y el miedo, al ver que la muerte

 Con su negra guadaña nos ronda.

   ¡Cuándo vamos a pedir perdones a Dios por nuestras faltas!

A nuestra Madre Tierra por no cuidarla.

A nuestros hermanos, a todos aquellos que no ayudamos,

 Ni le abrigamos el corazón cuando estaban necesitados.

 Y a nosotros mismos por no luchar para conseguir

La Paz, la Justicia, y la Solidaridad en este Mundo.

 

Encarna Recio Blanco.