miércoles, 28 de octubre de 2015

En el silencio de mi implacable soledad...


En el silencio de mi implacable soledad...

Cada noche me disperso, sin saber a ciencia cierta,

Si vivo, o si muero.

 La calle huele a estopa y paja podrida.

A mujeres  preñadas y maltratadas.

 A delincuentes de alto rango que portan

Tarjetas muy negras en sus sucias manos.

 Huele  hipoclorito y el agua nos amarga.

A  hombres con la peste y con trajes de marca.

 

¡Qué pena  Señor, qué pena!

No tener un buen desinfectante para eliminarlos

 ¡Para siempre de la faz de la tierra!

 El virus de los sinvergüenzas, corruptos y dañinos

Nos atacan

Sin que ellos no tengan un atisbo de compasión

 En sus acciones y palabras.

 Agrediendo a enfermos que postrados, se debaten

Entre la muerte y la vida, para salir de tan negra batalla.

Huele a corrupción, a saqueo, a bandidos que atracan

A los más humildes, desoyendo sus  voces que claman

Que se haga justicia

De una vez por todas,y metan entre rejas

A los que roban, a mano armada.

 Huele por la calle a seres amordazados

En la cárceles de la desconfianza.

 A togas mohosas y compradas.

A niños y ancianos sin derechos sociales

Sin esperanzas.

 Y aunque no quiero contagiarme…

No quiero ni puedo, taparme la boca.

 Sigo en la contienda…para ver si de una vez por todas,

Se acaben las injusticias que nos asolan.

 

Encarna Recio Blanco.




 

miércoles, 21 de octubre de 2015

Era una noche cualquiera

 

Era una noche cualquiera

Sin tormentas y con luna

Cuando salí de mi casa

Entre la  rosa y la espina.

 

Yo pasé por tus portales

Para ver si te veía

Con una vara de nardos

Y en mi pecho golondrinas.

 

La calle estaba desierta

Los becerros no se oían

En los tejados los gatos

 En  amor se debatían.

 

Desde la cercana charca

Los renacuajos  reían

 Y un farol parpadeante

Iluminaba la esquina.

 

Me sobresaltó el cantar

De  un mozuelo en la otra orilla

Que también muerto de amores

 Cantaba a su prometida.

 

Tres vueltas le di a tu calle

Para ver si te veía…

Tu puerta estaba cerrada

 Pero sentí que me veías.

 

Unas viejas solitarias

Con su paz de cementerio

Rezaban a coro juntas

Letanías y misterios.

 

Descorrieron los visillos

Cuando me vieron pasar

Para ver si entraba en tu casa

Y  poder murmurar.

 

Unas campanadas tocaron

En la torre de la ermita

Que me parecieron tristes

Y recé un Ave María.

 

Tres vueltas le di a tu calle

Para ver si te veía.

 

Encarna Recio Blanco.

 




sábado, 17 de octubre de 2015

Cual rosa que a sus pétalos arrancan...




Cual rosa que a sus pétalos arrancan

Despojaste mi cuerpo de su ropa
Y mi desnudez apareció en la noche
Como una luciérnaga amorosa.

No había palabras en la estancia
sólo susurros y jadeos
Cuerpo con cuerpo nos batimos
En la batalla inacabada de los besos.

  

Encarna Recio Blanco.





viernes, 9 de octubre de 2015

Sin una gota de esencia...



Sin una gota de esencia de tus labios.

Sin unas migas de tu lumbre

 Que me enciendan.

Sin un pedazo de pan duro

Y sin una lagrima que me muera.

 

Sin un camino por recorrer.

Sin tus puertas abiertas.

Sin los brazos de mi madre

Y sin ninguna respuesta.

 

Sin el abrigo de tu cuerpo.

Sin la limosna de tu ofrenda.

Sin el anillo en mi dedo

Y sin un hijo que me estremezca.

 

Y así, sin nada voy

Sólo con mis poesías a cuesta

Vagando siempre…siempre

Por si algún día tú… me encuentras.

 

 Encarna Recio Blanco.


 



!Te amo!


!Te amo!

Te amo, de una manera inexplicable.

 De una forma inconfesable.

 De un modo contradictorio…

 ¡Pero te amo! Con mis estados de ánimos

Que son muchos,  y cambian de humor

 Continuamente.

¡Te amo! Por lo que sabes,

El tiempo, la vida, y la muerte.

 Con el mundo que no entiende.

 Con la gente que no comprende.

Con la ambivalencia de mi alma.

 Con la incoherencia de mis actos.

Con la fatalidad del destino.

 Con la conspiración del deseo.

 Con la ambigüedad de los hechos.

Aún cuando te digo que no te amo.

 ¡Hasta cuando te engaño, no te engaño!

 En el fondo llevo a cabo un plan

 Para amarte más, y mejor.

¡Te amo! Sin  reflexionar, Inconscientemente,

 Irresponsablemente, Involuntariamente.

  ¡Te amo! con un cuerpo que no piensa.

 Con un corazón que no razona.

 Con una cabeza que no coordina.

 Incompresiblemente sin preguntarme,

Por qué te amo.

Sin importarme por qué te amo.

Sin cuestionarme por qué te quiero…

 ¡Y te amo tanto!

 

Encarna Recio Blanco.