Buenos días Dios.
Tengo que decirte tantas cosas, que no
sé por dónde empezar.
Me veo en un Mundo donde no existe la
Paz, y mira que por donde voy intento que la haya a toda costa, pero nada,
están casi todos sordos tristes y agobiados.
Me miran como una ilusa con mi
cuaderno de versos, como si ahora fuera aquella colegiala, nadie me hace caso
nadie sólo Tú…y estás tan ocupado.
Bien sabes que tengo llagas en mi
piel, callos en mis manos y heridas incurables en el corazón, pero me quedan
aún muchas fuerzas para seguir y soportarlas gracias te doy por ello, Dios mío.
Un mundo donde veo por un lado guerras,
hambre y soledad, niños sin padres, volcanes encendidos, mares contaminados,
hoy por ejemplo, camiones haciendo huelga, para ganarse el pan nuestro de cada
día y los mandatarios reunidos en banquetes
de cinco estrellas.
Veo mansiones llenas de lujo y por
dentro pirañas que las habitan, dinero negro de la droga, que rula hasta hacer
de los hombres, piltrafas humanas. El trabajo parado, teniendo tanta
faena acumulada por hacer.
A emigrantes de todos los colores y razas, con
ojos de tristezas que vienen de tan lejos dejando allá a toda su familia para
integrarse en un mundo, que creían era mejor que el que dejaron. Veo a la soledad dando paseos si acompañar a esos mayores que aunque tengan hijos, no pueden hacerse cargo de
ellos.
Veo bodas diariamente a través de mis
ventanas, vestidos blancos, coches de lujo tracas y cohetes, ágapes de siete
estrellas y a la vuelta de un corto espacio de tiempo, se divorcian.
Niños sin padres, y con el amigo de la
madre o del padre. Muchas preguntas me hago diariamente
Dios…
¿Es tan difícil vivir en armonía?¿Como
puede ser tan difícil la Paz ¿Cuál sería la fórmula mágica que deshiciera estos
entuerto y pudiéramos se felices en la corta vida que nos has asignado?
Espero y deseo Dios mío que me puedas
quitar un poco este pesar, que me sigas dando la luz suficiente para
afrontarlas y que por supuesto, voy a seguir en la brecha de que por lo menos
en mi pequeño entorno gritar frente al micrófono noche tras noche, mis mensajes
de amor y de Paz. Sé que tienes mucha faena ahí arriba,
te doy las gracias porque me escuchas.
Hablando contigo me quedo más
tranquila y sé que vas a poner Tus Santas manos en tantos desastres como nos acucian,
en este Mundo.