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sábado, 10 de noviembre de 2018

Ahora que te fuiste...

Ahora que te fuiste te diré que te quiero.

Ahora que no me oyes, ya no debo callar.
Tú seguirás tu vida y olvidarás primero
Y yo aquí, recordándote a la orilla del mar...

Hay un amor tranquilo que dura hasta la muerte,

Y un amor tempestuoso que no puede durar.
Acaso aquella noche no quise retenerte
Y ahora estoy recordándote a la orilla del mar…

Tú que nunca supiste lo que yo te quería

Quizás entre otros brazos lograrás olvidar.
Tal vez mires a otra, igual que a mí aquel día…
Y yo aquí recordándote a la orilla del mar.

Buesa

 

 Encarna Recio Blanco

.


sábado, 9 de junio de 2018

Se acabaron las preguntas...


Se acabaron las preguntas sin respuestas.

Terminaron las esperas sin llagadas.

 Las duras fronteras ya están cerradas

Y ese mar, que divide nuestro mundo

Sigue furioso chocando contra las rocas.

 Ya no seguiré tus pasos, y tú seguirás tu rumbo.

 No puedo con la duda en mi macuto.

Ni el silencio que me acosa sin parar.

Ni las campanas al vuelo que tocan

A gloria, o a funeral.

 Afronté los duros retos en la espera.

Cabalgué a lomos de titanes que siempre

Me dejaban naufragando en barcos de papel

A la deriva.

 Esta espera interminable

Es más fuerte que las armas y el dolor,

Mi mente me pide vacaciones

Aunque mi  corazón… diga que no.

 

Encarna Recio Blanco.




martes, 17 de abril de 2018

Esta noche te hablo…


Esta noche te hablo…

 Lerda y cegada por las lágrimas que vierto,

Y que su agua apagará, lo  que me  dicta el fuego.

Mi boca me impide hablar, pero me anticipo a ello,

Aunque la tinta se agote, no cejaré en el empeño.

Escucha mi elocuencia muda, mi dolor y mi tormento.

La llamada a voz en grito de mi gloria y de mi infierno.

¿No ves la fiera borrasca que hoy habita en mis adentros?

Donde naufragan turbados, mis penosos sentimientos.

El vivir sin ti me ha condenado, a estar sitiada

Entre barrotes negros,

Con murallas que me impiden ver, cada día los cielos.

 Ya la muerte no me esquiva, viene, porque la deseo,

Al pensar, que en otros brazos, tu cuerpo se está meciendo.

Mi alma rendida clama entre suspiros al viento,

Que me regales postrero sólo, un añejo te quiero.

¿No ves cómo mi corazón clama,  sin tener paz ni remedio?

Queriendo el dolor calmar con estas letras al céfiro.

En lágrimas y suspiros, mi alma y mi corazón a un tiempo,

Van camino de una senda, donde el final es eterno.

No me sirve de nada la vida, sí las razones que tengo,

Para repudiarte hombre, aunque en el fondo… te quiero.

¡Qué contradicción Dios mío! ¿Qué es lo que estoy escribiendo?

Tanta muerte en mi vida, tan poco dolor, en el que está muerto.

…Y no te pido consuelos en los dolores que padezco.

Sólo quiero que algún día, tú no sufras por ellos.

No te olvides que te quiero, y que te sirvan de recuerdo,

Los tesoros que me debes, y los besos que no tengo.

Acuérdate amor mío, de tus vanos juramentos.

Lo que proclamó tu boca, lo han refutado tus hechos.

Ahora ya te digo adiós, con el ahogo que  siento.

Ni me da venia mi llanto… ni me da lugar mí tiempo.

 

Encarna Recio Blanco



domingo, 28 de mayo de 2017

Hoy lloran los sauces del río...Madre.


Hoy lloran los sauces del río.

 Los naranjos y los limoneros.

Las campanas gimen y gimen

Con un tañer inquieto.

Hoy llora una canción sin estribillo.

Los besos aplazados…

Llora mi despedida a tumba abierta

Al ver tu cuerpo tan frío.

Hoy el monte se viste de luto.

Impacientes los cipreses se alertan

Llaman a duelo a las mariposas

Que aletean por el sendero.

Hoy llora mi corazón sin poder contenerlo,

Lágrimas de cera que arden,

En esta losa fría del cementerio.

Hoy te has ido y yo me encaro con la muerte

Aún sabiendo a ciencia cierta,

Que Dios te tiene abiertas de par en par,

Las puertas del Cielo.

Esta noche veré a una estrella más

Brillando en los Cielos.

Es ella…es ella que ha llegado

Con su enorme cargamento.

 

Encarna Recio Blanco.


 

 

viernes, 10 de febrero de 2017

En tus ojos divisé


En tus ojos divisé el adiós y se encogió el alma mía

Al ver que solo quedaba a mi lado, la pena y la melancolía.

 La noche lloraba en nuestra despedida,

 Cuando abracé tu cuello calladamente te dejé mi vida.

No hubo lágrimas en tus ojos, ni  sonrisas en las mías

Nos separamos como dos extraños, aunque la sangre nos hervía.

 Tú te fuiste  con ella pensando tan sólo en su dinero,

El que por vida te encadenó a una penitenciaría.

 El tiempo me dio la razón cuando os vi pasar un día

Por la calle de las ánimas con la cruz de la  agonía.

Hoy solo me queda este verso que escribo en esta tarde

 Tan fría al sentir que perdimos nuestro amor

En aquella despedida.


 Encarna Recio Blanco.





sábado, 31 de diciembre de 2016

Anhelantes esperamos...


Anhelantes esperamos

Despedir un año que se nos va,

Y con la misma ilusión recibiremos

Al que llama a nuestra puerta

Para entrar.

Felices aquellos que lo vean llegar

Entre familia y amigos, risas

Parabienes, buenos deseos

Y en champán.

 Bienaventurados aquellos

Que ya no están en nuestra mesa

Que se fueron para siempre

Hacia esa luz, que a todos

Tarde o temprano, nos llegará.

 Entre copa y copa la alegría

Las lagrimas, se mezclarán

Brindando por el  año nuevo

Que esperamos sea de Paz.

 Por las calles esta noche huele

A despedidas y bienvenidas

A propósitos firmes

De ser mejores cada día

De nuestra vida.

Desde mi rincón amigos

Os deseo lo mejor…

Y os mando un abrazo cálido

Envuelto en poesías.

 

Encarna Recio Blanco.




jueves, 17 de noviembre de 2016

De luto tengo la mirada...


De luto tengo la mirada

Y cautivo el corazón

Voy sin ganas caminando 

 Tras el apetito de amor.

 Sin  el juego del placer

Bajo las sabanas

Sin el dulce almíbar

De tu fuego en mi garganta.

La luz es puro acero

Que me daña

Las fibras de mi cuerpo

 Se desgranan.

De tu recuerdo impenitente

Soy esclava en un extraño edén

Donde no existen…

Las esperanzas.

 

Encarna Recio Blanco.



viernes, 6 de noviembre de 2015

Tu aroma aletea...

 


Tu aroma aletea

Por los acantilados de mi cuerpo

Tus sonrisas quedaron

Entre las olas de aquel mar sereno.

Tu perfume  me envuelve

En la fuerza de tus brazos

Y la canción  que muy juntos

 En el alba bailamos.

Ahora el silencio me acuna

En esa ausencia sin palabras

Sin idas y sin venidas

Por la calle de las ánimas.

Sentimientos encontrados

Que se habían perdido

Volvieron de repente

Sin pedir permiso.

La razón se impone

A la locura de unas horas

Saboreando me quedo…

Solo con tu aroma.


 Encarna Recio Blanco.



lunes, 6 de enero de 2014

Te pedí que te fueras...



Te pedí que te fueras
con ella  para siempre
por tu camino de espinas
y tu cruz, cual penitente.

Te lo dije con mil besos
pensando que eran los últimos
con el alma hecha jirones
y  mi  corazón  de luto.

Sin volver la cabeza te fuiste
sin mirarme a los ojos
sin decirme un adiós lastimero
tus pasos se perdieron.

Y los demonios  vinieron
para hacerme compañía
diciéndome con descaro
que era a mí, a quien querías.

Ya la noche me lloraba
y mi cuerpo más gemía
en mi lecho que revuelto
entre tu sudor... moría.


Encarna Recio Blanco

viernes, 17 de mayo de 2013

Cómplice mudo...


Cómplice mudo de mis noches

Guardián de mi esperanza

Reloj sin cuerda y sin la sonora música

De tus campanadas.

 Confidente callado

Abstraído en otras labranzas

En la veloz carrera de los necios

Que solo añoran el oro y la plata.

Mi peregrinar me lleva

Hasta los muros de tu silencio

De tus gritos ardientes

De tu fragua.

 Esta noche está llorando el Cielo

En esta plaza.

Oteo por mis balcones

El caer de sus lágrimas.

Me propongo soñar mi amor,

Cosas maravillosas

Así espantaré las nubes

Más bien negras

Que esta noche me acechan.

 

Encarna Recio Blanco.


 

jueves, 19 de abril de 2012

Juntos en el infinito




Se volvieron a unir nuestras manos
y volvieron a mirarse nuestros ojos.
Ni el tiempo ni la distancia
despedazó aquel tesoro.

Cada cual por su camino
rumbos rotos sin destino
lejos el uno  del otro,
pero  a la vez, tan unidos.

  Nadie advirtió aquel lenguaje.
Nadie supo si sufrimos
ni el nudo en nuestra garganta
ahogándonos el suspiro.

Se volvieron a juntar nuestras manos
para un adiós definitivo
Nuestras almas quedaron
juntas en el infinito.


Encarna Recio Blanco




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sábado, 15 de noviembre de 2008

Amor prohibido que llegas...



Amor prohibido que llegas

Cuando menos te esperaba,

Destrozando  mi Mundo

Entre el fuego y la escarcha.

¿Quién puede ya detener?

El volcán de los deseos

Que rugiendo nos despierta

De nuestro añorado sueño.

 Miradas que entre sonrisas

Esconden la tramontana,

De seres que no han amado

Ni se han besado con ansia.

Si pudiéramos tener

Un rincón en la montaña

Donde guardar con gran celo,

Lo que encierran muestras almas.

Si pudiéramos conseguir

La libertad tan soñada…

Pero este muro es muy fuerte

Y sin piedad, nos separa.

¡Qué fuerte Dios lo que sentimos!

¡Qué grande lo que vivimos!

Pero infringimos las leyes

Y nos llevan detenidos.

El Mundo dirá mil cosas

De los fugaces encuentros,

De las noches que perdidos

Anduvimos por el Cielo.

Pero callaran las lenguas

Cuando divisen el puerto,

Donde anclados conseguimos

Que navegara lo nuestro.

¡Quién se atreve a censurar!

¿Quién osa decir esas palabras?

Sin saber lo que se siente…

Cuando se está enamorada.

 Encarna Recio Blanco.