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martes, 13 de noviembre de 2018

Llegará la mañana...


Llegará la mañana en que no me levante.

Llegarán esos besos que no pediré.

Llegará algún te quiero a destiempo y distante,

Y tal vez entonces, tú llegues con él.

Marcharás muy cansado anulando al destino

Por haberme dejado tan fría la piel,

Y entonces, no importará lo que digas o hagas

Porque ya será tarde, para echar a correr.

Servirán de castigo esas noches en vela,

Esa pálida luna, ese hueco sin ser

Esa noche apagada en el reloj de tu tumba

Y un letrero que explique, el dolor de mi piel.

Y en un tiempo borroso que no recuerde

 Ni el viento, en un sitio espantoso andaremos

Tú y yo.

Y sintiendo en el alma el dolor de tus ojos

Estaremos muy juntos y distantes los dos.

El porqué me quisiste y dejaste de hacerlo.

Y por qué yo te quiero y te quise también.

Ahórrate el tiempo y no lo preguntes

Pues auguro claro, que no lo sabré.


Encarna Recio Blanco.




miércoles, 15 de octubre de 2008

Fueron tantos días


Fueron tantos días.

Tantas noches.

Tantos momentos…

 Que por más que yo le pida

 A mi fe que siga ardiendo

Ya se  ha negado a alumbrar

 En nuestro mundo secreto.

Me dice que quiere irse

Descansar de éste tormento

Que ya no puede esperar

Ni un momento.

 He atado bien las esperanzas

La pasión y aquellos besos

Y cuando  las di de espaldas

Todas volvieron corriendo.

Me suplican que libere

 A mi pobre corazón

Que llora por las esquinas

Pidiendo perdón.

Sé  que  no pueden salvarse

 De esta condenada de amor

Por un delito con pena

Que la luna me incitó.

La gente mira riendo

Y se burlan de mis pies

Que corren buscando algo

Que no se puede coger.

No me llamas

Y cansada de esta espera picasiana

Grito pidiendo a la Virgen

Que responda a mi llamada.

No le pido que me quieras

Ni que me jures eterno amor

No le imploro  tu presencia

Sólo le pido perdón.

Sólo deseo que  Ella entienda

Que yo ya no puedo más

Que esta carga me atormenta

Y me duele esta verdad

De saber que estoy amando

A quien no me puede amar.


 Encarna Recio Blanco.


domingo, 20 de enero de 2008

En noches, de madrugada...



En noches, de madrugada

Cuando sólo hay silencio.

Calma la sed la esperanza

De que vuelvas a mi lecho.

Recapitulo labranzas

Con pensamientos certeros

De capitanes de barcos

Que perdieron sus veleros.

A la aurora la he rogado,

Que mande diez mandamientos,

Y que amarte sea uno,

Y que se repita luego.

La piel es mi testimonio.

El tatuaje del alma.

Y la cruz que llevo a cuestas

Por no saber si me amas.

Nadie entenderá lo nuestro.

La soledad, el castigo.

Pero seremos tan libres

Que no supondrá un suplicio.

 Calma tu sed con mi cuerpo,

Bebe hasta que te quedes lleno

Envenéname la carne

Y vuelve a tomarme luego.

Nunca dejes de quererme

Que sea tu penitencia,

Amarme entre las sombras

Será tu penitencia.

Y cuando todos se vayan

Y nos envuelva el silencio,

Susúrrame que me amas

Y hazme creer que es eterno.

 

Encarna Recio Blanco.