¿Qué fuimos?
¿Fuimos eternos finitos, truhanes o pecadores?
¿Santos que van a los cielos por sus buenas acciones?
¿O fuimos la luz de las almas con la pasión y el deseo?
El amor y la vida, la muerte y el misterio.
Sonriendo llegaste con el anillo, lo pusiste en mi dedo
Y sentí que el universo, era solo nuestro.
Y no recuerdo los meses ni lo que ocurrió aquel día
Pero en el mes de febrero, él me vio de novia vestida.
Yo no iba de su brazo, ni le miré sorprendida
Pero un suspiro cruzamos entre la muerte y la vida.
Y así pasaron los años, y así pasaron los días
Con el corazón preguntando ¿qué sería de su vida?
No volví a verlo en el banco en el que tanto he soñado
Lo busqué por todas partes sin poder encontrarlo.
En el banco, en la plaza, en el mar ni en la colina.
Por la calle de las ánimas testigo de nuestras citas.
Ya nunca volví a verlo aunque a Dios se lo pedía
En una cama de hielo tiritando en la agonía.
Llamar en noches de luna, junto a mi reja que florecía.
Ahora, acabando mis días, soy una mujer dormida
Que no siente lo que sentía, cuando él me poseía.
Pronto me iré de este mundo con más de dos mil heridas
Imaginando aquel día…que se fue, con el macuto de su
Cobardía.
Y pienso en aquella tarde cuando me trajo el anillo
Cuando de pasión sus ojos… resplandecían.
Si Dios me dejara ahora elegir algún recuerdo
Que me ayudara a traspasar la línea de muerta a viva.
Que me perdone mi esposo y que me perdone Dios
Elegiría cualquier momento, que pasamos él y yo.
Encarna Recio Blanco.
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