Tú
querías mil poemas y esperabas cada noche
A mis Ondas
pasajeras que te contara el secreto
Lo que
en mi alma tuviera.
Yo escribía mil cuartillas con anónimos mensajes
Por las
Ondas del espacio, por los cielos y los mares.
Para que
llegaran a tu jaula y a tu huerto tan
desierto
Y que
alegraran las noches de tus negros cementerios.
No había lunas ni estrellas que pudiéramos contar
Pero perdimos
mil noches y esas… ya no volverán.
Las
dejamos pasar creyendo que volverían
Y te
aferraste al dolor sabiendo que te perdías.
Esos años, esas noches, esas tardes y esos días
Esos
minutos cansados en los que siempre decías…
Que al
mirar por la ventana a mí nunca me veías.
Te escribí tantos poemas, cartas, versos fantasías
Canciones
que en el olvido quedarán sin melodías.
¿Por
qué quisiste escucharlas, recordando nuestra vida?
Ya cuando todo se acabe para ti o para mí
Pensaremos
en el tiempo que no pudimos vivir
Y
pediremos a Dios que nos deje por un rato
Vivir
unos años más… como si fuera un regalo.
Encarna Recio Blanco.