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domingo, 23 de diciembre de 2018

¡Silencio…silencio…


¡Silencio…silencio…silencio! Que calle el mundo un momento

Que está a punto de nacer un niño ¡Que  ya está naciendo!!!

La luz del Cielo baja la nieve  se cuajó la estrella guía a los Magos

Oro, incienso y mirra, en el zurrón.

Van a adorar a un niño que entre pajas sonríe, aún sabiendo

Que le espera el martirio de una cruz.

En bandadas los Ángeles entre estrellas y luceros

Se afanan para adorar al Rey de los Cielos.

Alrededor de unos troncos de unos encendidos robles

Los pastores se apiñan con zambombas y tambores.

En los nudosos rediles las ovejitas se esconden

Detrás del frío portal beben nieve y piensan que comen.

La noche huele a romero la luna  derrama pureza  por el sendero

Y la tierra en un instante… de Paz está floreciendo.

Desde mis ventanas  veía mil lucecitas y eran las estrellas

Que estaban loquitas.  Brillaban… brillaban, corrían veloz,

Muy contenta gritaba: ¡Ha nacido Dios!

Hosanna en las alturas, el Niño nos llegó, que cante

 El mundo entero un villancico de amor.

Vengo de la Extremadura de la Extremadura vengo,

Y al niño Jesús le traigo mis poesías en un cesto.

¡Gloria a Dios en las alturas! Paz en la tierra a los hombres.

Dios ha nacido en belén en esta dichosa noche.

Un niño recién nacido que Hombre y Dios…

Tiene por nombre. ¡Silencio…Silencio!

 

Encarna Recio Blanco.




domingo, 27 de enero de 2008

Intenté volar un un día...



Intenté volar un un día

Y que el aire me arrastrara,

Por océanos de paz,

Y que nadie me encontrara.


Intente subir al Cielo,

Pero era una osadía,

Pues me dijeron que antes,

Tendría que  dar  mi vida.

 

Intente escalar al monte,

Cual  leona enfurecida.

Y me quedé  en la pendiente,

Con las fuerzas  fallidas.

 

Intente ir a parar…

Todas las guerras del mundo.

Cogí el fusil del amor,

Bien repleto de cartuchos.

 

Intente  coger las manos,

A los que solos veía,

Y compartir mi comida,

Con  los que no la tenían.

 

Intenté que un caminante,

Fuera por otro camino,

Pero me dijo que él…

Sólo seguía a su destino.

 

Aún lo sigo intentando…

Cada día un desatino.

Porque presiento que nadie

Entiende lo que le digo.

 

Encarna Recio Blanco.