Tengo una felicidad a veces que es insoportable.
¡Perdonarme!
La locura es mi oficio.
Prefiero la imaginación la locura a estar atada
Sin amor toda una vida.
Amo mi locura mi gran interés
Por lo que está roto y quiero coser.
Tejiendo, escribiendo, amando, riendo,
Me paso las horas sin reloj por medio.
En un mar en calma con el Cielo negro
Entre mil batallas de corsarios fieros.
Entre la mentira que en el entorno veo
Voy sacando ramos que luego los quemo.
Entre los infieles regalo rosarios.
Doy a los mendigos un beso en los labios.
Entro en la trastienda del ejecutivo y
Le robo unas horas que son su suplicio.
Escalo montañas, me bebo los valles
Tengo por amigos un coro de Ángeles.
Si mi felicidad envidiáis…
¡Acompañarme!
Encarna Recio Blanco.