viernes, 9 de junio de 2017

Oyendo esta música



...Y oyendo esta música… ¿Quien no se estremece?

Esta música que te recuerda, cuando él te dijo que te quería bailando.
O cuando los poetas escribieron versos de amor y de historias, capítulos de la vida que se incluyen en memorias.
Los autores de canciones caminaron sin medida, para contar experiencias de mil historias vividas.

Los transeúntes cansados, relataron sus leyendas, y en las memorias nos quedan fabulas que son eternas.
 Todos tenemos algo que contar de nuestra vida, momentos y circunstancias, que cambiaron las salidas.
A veces pedir al tiempo que recuerde nuestro andar, me parece insuficiente para volver a empezar.

Podemos estar muriendo a los dos años de edad, y rozando los sesenta empezamos a bailar.
Llorar por lo que no hicimos, y que no haremos jamás, en lo que hubiera pasado si me dejase llevar.

 Cuando esa que es la muerte, viene a rendirnos sus cuentas, se nos llena de repente el alma de reprimendas, entonces, sacamos las facturas que no quisimos pagar, y los años de condena, se pueden multiplicar.

 Y yo pienso que el delito que tengamos que pagar, es mejor pedir disculpas, que el permiso para andar.
 No pienses en el mañana, ni en el pasado tampoco, solo espero que la muerte, cuando diga de venir, me traiga muchas facturas y muy poco que decir.

Me mirará sonriente porque mi condena es larga, pero me quedaran los recuerdos para poder compensarla.
Porque los trenes son muchos los que pasan por aquí,  y jamás yo me arrepiento porque siempre, los cogí.


En esto de dar consejos, yo no soy la gran experta,  pero de vivir si entiendo, porque la historia y la vida, te dan siempre una respuesta.


Encarna Recio Blanco.


jueves, 8 de junio de 2017

Regálame


Regálame una canción

Aunque sea en la distancia.

Para que cierre mis ojos

Y te bese con el alma.

¡Dime lo que piensas y sientes,

Al recordarme!

 ¡Miénteme!

  Pero dime que me amas…

¡Locamente!

 Encarna Recio Blanco.




martes, 6 de junio de 2017

¡No lo creo todavía!

 

¡No lo creo todavía!
Estás llegando a mi lado y la noche es un puñado
De estrellas y de alegría.

Palpo gusto escucho y veo tu rostro, tu paso largo
Tus manos y sin embargo, todavía no lo creo.

Tu regreso tiene tanto que ver contigo y conmigo,
Que por cábala lo digo y por las dudas lo canto.

Nadie nunca te reemplaza y las cosas más triviales,
Se vuelven fundamentales porque estás llegando a casa.

Sin embargo todavía, dudo, de esta buena suerte,
Porque el cielo de tenerte me parece fantasía.

Pero vienes y es seguro, y vienes con tu mirada
Y por eso tu llegada, hace mágico el futuro.

Y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos,
En cambio sé que en tus brazos, el mundo tiene sentido.

Y si beso la osadía y el misterio de tus labios,
No habrá dudas ni resabios te querré, más todavía.

M .Benedetti

Encarna Recio Blanco.




Nadie muere del todo...

 Nadie muere del todo, si deja sus semillas en la tierra

 Regadas con los buenos sentimientos de su vida

Los cuales germinarán algún día.

Somos trozos del fruto que madura en una tierra

 Entre vientos y mareas, que nos va zarandeando

Con fuerza y sin medida.

Con pinceles del alma dibujemos los versos en la orilla

Para  cualquier corazón, que necesite amor y compañía.

  Con las espinas y las alegrías sembraremos la cosecha,

Para que nuestra estela siga su ruta eterna.

Nadie muere del todo, si deja en esta tierra prendidas

Sus  limpias semillas.

 

Encarna Recio Blanco.



lunes, 5 de junio de 2017

Agazapada en el silencio...


 Agazapada en el silencio

Aquella tarde te llamaba a gritos,

Sentada en la vieja estación

De nuestros  encuentros furtivos.

 Las horas pasaban lentamente

Entre aquella nebulosa  peregrina,

Y en mi cuerpo se imbuía

Como afiladas espinas.

Trenes pasaban a gran velocidad

Sin detenerse en aquella estación,

Chirriando se perdían de mi vista

Entre los hierros  de la negra vía.

Pasaron muchos trenes esa tarde

Muchos, de ninguno te vi bajar

Me volví con mis silencios

Y me propuse no esperarte más.

 

Encarna Recio Blanco.


  


viernes, 2 de junio de 2017

Se han alocado-De mi libro “Atardeceres de Fuego”

Se han alocado mis musas

No las puedo sujetar

En mi mente se amontonan

Y a la vez, quieren hablar.

Unas me dictan de amor

Las otras, de soledad

Otras de la primavera

Cuando se asoma el azahar.

De la lluvia cuando el cielo

Tiene ganas de llorar.

De los ojos de una hembra

Cuando enamorada está.

De un prisionero en la cárcel

Cumpliendo una vil condena

Por una pena de amor

Que le ata a sus cadenas.

¡Parad! ¡Parad! que no puedo

Dar rienda suelta a mis dedos,

Que mi mente está estancada

¡Solamente… en un te quiero!

  

Encarna Recio Blanco.