domingo, 19 de mayo de 2024

Con qué rapidez Señores...

 


¡Con qué rapidez Señores nos pasa la vida!

De bebé a niña, y de niña a mujer, en cuatro días.

De casada, en poco tiempo, te hacen abuela

Y si tienes suerte, a tatarabuela.

Media vida te pasas pagando hipotecas

De la casa, del coche, de la nevera

Y cuando ya tienes finiquitado los pagos

Te das cuenta, que has pasado  a pensionista

De un plumazo.

Mandas al marido a por el pan, a la pescadería,

A las quinielas, a la farmacia y a la lavandería.

Le dices que se vaya a tomar café a la taberna

Mientras tú te plantas frente al televisor, viendo tu novela.

Cuando tu marido vuelve le gritas ¡No entres!

Que estoy fregando el suelo, y no pises en lo fregado

Que traes barro en las zapatillas y me cabreo.

Vete a jugar la partida, que me voy con mi vecina al bingo

A ver si tengo suerte y te canto el gordo el acumulado.

Y así van pasando los días, sin disfrutar de un crucero

Después de estar ahorrando todo una vida.

Ya no te queda tiempo de hacer lo que querías

Y piensas en el cementerio, en la lapida y las flores

si es que te las ponen. ¡Pero qué barbaridad!

¿Cómo se pasó la vida le dices al pobre de tu marido?

Que ante el televisor maquina donde encontrar algo bueno

 Que le reviva ¡Con el pijama puesto y las zapatillas!

¿Dónde encontrar el milagro de poder detener el tiempo?

¿Con el sacrificio en los huesos y sin disfrutar de la vida?

¡Nada, que no encuentro a nadie, que me lo diga!


Encarna Recio Blanco.



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