El romance y la ilusión no habían formado parte de mi vida, hasta el día que lo conocí.
martes, 22 de noviembre de 2016
El romance y la ilusión-Cartas de amor
El romance y la ilusión no habían formado parte de mi vida, hasta el día que lo conocí.
lunes, 21 de noviembre de 2016
Hoy, ha muerto nuestro amor…
Hoy, ha muerto nuestro amor…
Lo has asesinado.
Sin piedad me has condenado
A vivir el desengaño.
Ambos deberíamos ir de luto
Pero tú, ya te has fugado
Como el bandido que huye
Después de un atraco.
Sola lo llevo a enterrar
A un Campo Santo.
Donde los cipreses callados
Hoy también están llorando.
En este negro presidio
Hundo en mi pecho la lanza,
Sin notar el dolor en mi cuerpo
Porque tengo ya muerta, mi alma.
Sé que llorarás un día
Como estoy llorando yo
Y regaremos de sangre
Los recuerdos de este amor.
Vivirás encadenado
A la mujer que no quieres
Tu perdición es más fuerte…
¡Que tu ambición!
Encarna Recio Blanco.
domingo, 20 de noviembre de 2016
Siempre al acecho te busco...
Siempre
al acecho te busco
Entre
mis calles solitarias
Entre
los campos abiertos
Entre
el tomillo y la jara.
Entre la lluvia malvada
Entre
senderos maltrechos
Siempre
en tu búsqueda
Como
un lobo hambriento.
Al acecho en aquella estación
Entre
raíles calientes
Oyendo
el silbido de los trenes
Pero
que tú no apareces.
Te espero en la soledad de mi alcoba
Con
la mente estrujada
Sin
el aire para respirar
Entre lágrimas heladas.
Un buen día te encontré
En
aquel banco sentada
Cuando
el otoño venia
Con
sus luces apagadas.
Te abracé con devoción
Cual
hija descarriada
Que
vuelve al redil caliente
De
una terrible batalla.
¡Al fin te encontré!
¡Querida melancolía!
Encarna Recio Blanco.
Aroma de juncos entre tus cabellos...
Aroma de juncos entre tus cabellos
Hiedra
verde crece sobre tu cuello.
Violetas en tus labios carnosos y frescos
Mi
cuerpo se enerva cuando me adentro.
Entre tus brazos ardo, con tu sudor siento
En
el vaivén que nos enciende el alma y el cuerpo.
Emergen otra vez los tallos del deseo
Mientras
las horas se desgranan
Entre
los jadeos.
Asidas las manos van por el camino
Del
miedo
Ya
se aproxima el adiós
¡Por
el firmamento!
Encarna
Recio Blanco.
sábado, 19 de noviembre de 2016
Vuelo a merced del viento-Mini-Relatos.
Camino a merced de la
niebla, pero nunca me pierdo por ella, porque ya estoy perdida de los pies, a
la cabeza. Aparecieron de pronto entre las brumas negra, el amor y el desamor,
nos saludamos fríamente y al bajar la
cabeza dijeron al unísono: puso el corazón en aquel que ya tenía dueña.
Grito a merced de mis
pulmones que ya se resienten por la dura
batalla de la nicotina, de clamar a lo sordos, y a los que no tiene
cabeza, de escribir y escribir versos en las aceras, de rezar y blasfemar, por
aquellos que nunca lucharon para ganar
la medalla del amor en toda su grandeza.
Lloro, porque pido
perdón todos los días y nadie me perdona, porque las lágrimas, quiero que
borren de mi cara alguna huella, algún beso traicionero, el maquillaje sibilino
que me pongo, cuando ando entre las fieras.
Bailo, todos los días
con mi conciencia, juntas entonamos canciones con mis letras, de vez en cuando, se asoman
las palomas, las estrellas, y una gata miedosa que me mira y remira, sin saber el motivo, se
relame de gusto la lengua.
Sueño, cuando el cuerpo
me abandona tras la dura faena, con cosas malas y con cosas buenas, a veces,
antes de acostarme escojo un sueño para que otro dañino no me rompa la escena.
Sueño que soy una
princesa, una reina, una ninfa del bosque, un hada buena, una madre con hijos,
una esposa tierna… ¡O un amor muy grande para el que lo quiera!
Encarna Recio Blanco.
Ascienden los tallos...
Ascienden
los tallos
La
savia se desmorona
Con
el rojo de la sangre
Que
te corona.
La noche se despereza
Con
la alborada
Para
alejar esa niebla
Que
tienes en tus pestañas.
Los meridianos del agua
Dibujaron
las sonrisas
Para desprender de tus ojos
Las espinas.
En tus labios había promesas
En
tu mirada hay nostalgias
En
tu cintura había nidos
De
caricias retrasadas.
En tu pelo cascabeles
De
oro y de plata
Que
hacían pecar de envidia
Las
cuerdas de mi guitarra.
Pronto apareció la escarcha
Alrededor
de tu casa
Al
comprender quizás tarde
Que
no le amabas.
Moras en cárcel de luto
Con
guillotinas y escarchas
Decapitando
el amor
Que
a los dos nos coronaba.
Encarna
Recio Blanco.