Hoy, ha muerto nuestro amor…
Lo has asesinado.
Sin piedad me has condenado
A vivir el desengaño.
Ambos deberíamos ir de luto
Pero tú, ya te has fugado
Como el bandido que huye
Después de un atraco.
Sola lo llevo a enterrar
A un Campo Santo.
Donde los cipreses callados
Hoy también están llorando.
En este negro presidio
Hundo en mi pecho la lanza,
Sin notar el dolor en mi cuerpo
Porque tengo ya muerta, mi alma.
Sé que llorarás un día
Como estoy llorando yo
Y regaremos de sangre
Los recuerdos de este amor.
Vivirás encadenado
A la mujer que no quieres
Tu perdición es más fuerte…
¡Que tu ambición!
Encarna Recio Blanco.
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