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jueves, 17 de noviembre de 2016

De luto tengo la mirada...


De luto tengo la mirada

Y cautivo el corazón

Voy sin ganas caminando 

 Tras el apetito de amor.

 Sin  el juego del placer

Bajo las sabanas

Sin el dulce almíbar

De tu fuego en mi garganta.

La luz es puro acero

Que me daña

Las fibras de mi cuerpo

 Se desgranan.

De tu recuerdo impenitente

Soy esclava en un extraño edén

Donde no existen…

Las esperanzas.

 

Encarna Recio Blanco.



viernes, 6 de noviembre de 2015

Tu aroma aletea...

 


Tu aroma aletea

Por los acantilados de mi cuerpo

Tus sonrisas quedaron

Entre las olas de aquel mar sereno.

Tu perfume  me envuelve

En la fuerza de tus brazos

Y la canción  que muy juntos

 En el alba bailamos.

Ahora el silencio me acuna

En esa ausencia sin palabras

Sin idas y sin venidas

Por la calle de las ánimas.

Sentimientos encontrados

Que se habían perdido

Volvieron de repente

Sin pedir permiso.

La razón se impone

A la locura de unas horas

Saboreando me quedo…

Solo con tu aroma.


 Encarna Recio Blanco.



miércoles, 25 de marzo de 2015

Padre Nuestro que estás en los Cielos.


¡Padre Nuestro que estás en los Cielos!

¡Cómo te digo esta noche el dolor que siento!

 ¡Padre Nuestro! Que estás en la tierra

En el llanto, en el huerto, en el mar, en el puerto,

Entre el hielo y el viento.

 ¡Padre Nuestro! Que estás en el Cielo  y en la Tierra

Donde tienes tu gloria y tu infierno.

Entre montañas heladas han quedado sus cuerpos.

 ¡Padre Nuestro! que estás en la espina

En el beso, en la espiga, en el pecho, entre el hielo…

 Padre que habitas en cualquier sitio

Dios que penetras en cualquier hueco.

 Tú que quitas la angustia y el miedo…

Aunque  no entendamos a veces tus misterios.

 Entre montañas heladas han quedado sus cuerpos

Sin el abrazo amoroso, sin el último beso.

 Santificado sea Tu nombre en todos los confines del universo.

Nuestras alas se rompen a veces aunque sean de acero.

 Venga a nosotros Tú Reino después de dolores tan inmensos.

Cuando la sangre riega las montañas con el horror y el miedo.

 ¡Padre Nuestro! Si es Tu voluntad la acataremos

Pero calma el dolor de esos padres y de tantas familias

Que hoy están sufriendo ¡Padre Nuestro!


Encarna Recio Blanco.





lunes, 6 de enero de 2014

Te pedí que te fueras...



Te pedí que te fueras
con ella  para siempre
por tu camino de espinas
y tu cruz, cual penitente.

Te lo dije con mil besos
pensando que eran los últimos
con el alma hecha jirones
y  mi  corazón  de luto.

Sin volver la cabeza te fuiste
sin mirarme a los ojos
sin decirme un adiós lastimero
tus pasos se perdieron.

Y los demonios  vinieron
para hacerme compañía
diciéndome con descaro
que era a mí, a quien querías.

Ya la noche me lloraba
y mi cuerpo más gemía
en mi lecho que revuelto
entre tu sudor... moría.


Encarna Recio Blanco

sábado, 25 de mayo de 2013

Ya no me quedan rincones...


Ya no me quedan rincones en el mundo donde buscarte

Ni caminos, que siempre me llevan a ninguna parte

No me quedan palabras en mi alfabeto para nombrarte

Ni  suspiros en mi garganta para llamarte.

 

Ya no me quedan  ganas de oír al  mundo

Envuelto en  marañas, traiciones olvidos y humos

Con las pieles secas, con los ojos húmedos

 Lleno de guerras, desamores,  desazones y de lutos.

 

Ya no tengo ganas de vivir en esta penuria

Donde la alegría se me evaporó por un conjuro

Donde el amor me robó un sicario sin cuchillo

Para dárselo a una diosa de cera…

Porque era suyo.

 

Encarna Recio Blanco.





sábado, 11 de mayo de 2013

Un dolor de fuego.


Un dolor de fuego abre mis venas

Dejando que mi sangre

Riegue la tierra.

Por el laberinto de  la noche

Mi alma vuela hasta tu puerta.

Está cerrada, nadie contesta

La noche gruñe y yo, estoy muerta.

 

Encarna Recio Blanco.

  


viernes, 13 de abril de 2012

Bailé....





Bailé una noche contigo
con las estrellas por techo
abrazaste mi cintura
y me cobijé de lleno.

Sentí  tu aliento muy cerca
de mi cara y de mi cuello
y en la noche me fundí
envolviéndote de besos.

De caricias que escapaban
cual torbellinos de fuegos
con los jadeos del amor
de mis manos a tu cuerpo.

Yo quería pasar la noche
abrazándome a tu pecho
deseando hasta el dolor
sentirte dentro, muy dentro.

Hoy te lo digo mi amor
sin temores ni vergüenzas
la culpa la tuvo el viento
que te trajo hasta mi puerto.

Anclaste hondo, muy hondo
en mi solitario puerto,
en mi vida y en mi alma

Marinero.

Encarna Recio Blanco


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domingo, 18 de diciembre de 2011

Suena el tambor.




Suena el tambor.
Se encienden las luces de neón
 las panderetas se oyen
por el frío callejón.

Muchos hombres sin trabajo
en el humilde fogón
miran sin ver el horizonte
donde calmar su dolor.

Madres buscando a sus hijos
sin encontrar solución
lloran entre  basureros
buscando su corazón.

Un amante y su querida
yacen en ríos de sangre
confundieron el amor
con el goce de la carne.

Suena el tambor.
Los gobernantes no piden perdón
por la tragedia y la sin razón
que hay a su alrededor.

En el pesebre…

Un Niño llora y se queja
al  ver tantas injusticias
que hay en esta tierra
prometida.



Encarna Recio Blanco









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lunes, 12 de enero de 2009

Yo no sé como parar...


Yo no sé cómo parar

Las guerras que nos asolan.

Qué hacer ante la barbarie

De un mundo que callando otorga.

Yo no sé a quién decir

Que desaparezcan todas las armas

Miles de seres sin culpa mueren

Entre metrallas y bombas.

 Yo  no sé cuál sería el camino

Para parar este tren

Que descarrila sin frenos

Encima de un terraplén.

Niños que no tienen culpa

Pagan esta sin razón

Madres con su pena a cuesta

Llorando sin compasión.

Sólo me queda  mirar

Al Cielo que está llorando

Y decirle a Nuestro Dios

Que la Paz necesitamos.


Encarna Recio Blanco.