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lunes, 11 de octubre de 2021

No quiero cambiar



No quiero cambiar tu vida

 Ni tu tiempo, ni tu espacio

Ni la triste letanía de tus fracasos

No quiero ir a tu rumbo

Ni estar en tu brújula de estaño

Ni en esas horas perdidas donde te regodeas

Entre muñecas de trapo.

No quiero una noche de pasión

 Ni un anillo en mi dedo  reluciente

Ni unos besos a deshoras en cualquier farola

Ni oír tu risa falsa, cuando sé qué lloras

Sé que tienes celos del aire que respiro

 Y tú tan solo escoltado

Por los dolores que te prodiga el silencio

 Y la soledad que te habita

  No quiero verte con el antifaz

 De esa felicidad ficticia.

Ni con el diploma de perdedor

En la cruzada de tu vida

Si nunca entendiste mis silencios

No puedes comprender

Lo que te digo.

Los que pensaron fueron sabios

 Los que actuaron héroes

Y los que no hicieron nada

 Vagan sin ser ni sentir

En el fondo de sus almas.


Encarna Recio Blanco


martes, 22 de octubre de 2019

Se deja de querer...




Se deja de querer, y no se sabe

Por qué se deja de querer:

Es como abrir la mano y encontrarla vacía,

Y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue.


 Se deja de querer, y es como un río

Cuya corriente fresca ya no calma la sed;

Como andar en otoño sobre las hojas secas,

Y pisar la hoja verde que no debió caer.


Se deja de querer, y es como el ciego

Que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren;

O como quien despierta recordando un camino,

Pero ya sólo sabe que regresó por él.

 

Se deja de querer, como quien deja

De andar por una calle, sin razón, sin saber;

Y es hallar un diamante brillando en el rocío,

Y que, ya al recogerlo, se evapore también.

 

Se deja de querer, y es como un viaje

Detenido en la sombra, sin seguir ni volver;

Y es cortar una rosa para adornar la mesa

Y que el viento deshoje la rosa en el mantel.

 

Se deja de querer, y es como un niño

Que ve cómo naufragan sus barcos de papel;

O escribir en la arena la fecha de mañana

Y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.

 

Se deja de querer, y es como un libro

Que, aun abierto hoja a hoja, quedó a medio leer;

Y es como la sortija que se quitó del dedo,

Y sólo así supimos que se marcó en la piel.


Se deja de querer, y no se sabe…

¡Por qué se deja de querer!

J. A. Buesa

Encarna Recio Blanco.







domingo, 24 de septiembre de 2017

Apareció el otoño de repente...


Apareció el otoño de repente, casi sin hacer ruido.

 Las altas montañas ahora dormitan, esperando

La caricia de las nieves en las interminables

 Noches de hojarasca.

  Un silencio sepulcral las envuelve soportando

Las tempestades con mano dura.

Altivas permanece entre un viento helado

 Y bronco, cambiando sus colores,

 Le dan la bienvenida.

 ¿Donde emigraron las cigarras y los grillos?

¿Donde se fueron los rayos del sol que me abrasaban?

Donde se fueron las olas de aquella playa,

Que siempre me abrazaban.

 Aquí estoy…

Abandonada a lánguidos recuerdos.

Esperando, lo que siempre espero.

Temblando por si llegara algún día

El hombre que más quiero.

 Tiemblo al pensarlo retando al destino

Pero se malogra, se abre la herida,

Y en mi fuero interno sigo en esa espera

Aunque sé que el milagro nunca llega.

El otoño  me desnuda y resplandece.

El futuro se me vuelve escarcha.

Ya no sé si estoy viviendo un sueño,

O una verdad Recia y amarga.

 ¡Otoñeció de pronto!

  

Encarna Recio Blanco.



jueves, 17 de noviembre de 2016

De luto tengo la mirada...


De luto tengo la mirada

Y cautivo el corazón

Voy sin ganas caminando 

 Tras el apetito de amor.

 Sin  el juego del placer

Bajo las sabanas

Sin el dulce almíbar

De tu fuego en mi garganta.

La luz es puro acero

Que me daña

Las fibras de mi cuerpo

 Se desgranan.

De tu recuerdo impenitente

Soy esclava en un extraño edén

Donde no existen…

Las esperanzas.

 

Encarna Recio Blanco.



sábado, 14 de febrero de 2015

Para todo aquellos… ( En el día de los enamorados)


Para todos aquellos  que nunca conocieron el amor.

Para los  que  incansablemente lo buscaron y nunca

Lo encontraron.

Para todos aquellos que hoy, nadie le dará un beso ni les dirá te

Quiero.

Para aquel  que se quedó sin su medio corazón.                        

 Para el mendigo que busca un abrazo

Y le dan migajas.

Para los que están entre rejas,  pagando sus

Culpas por un error.

Para los que imploran unos besos, y nadie les oye.

Para aquel que se encuentre solamente

Con su soledad.

 Para aquellos que hoy, no pueden comer

Ni un pedazo  de pan.

Para todos aquellos que se quedaron sin sus casas

Por culpa de los usureros de negras entrañas.

 Para los que duermen en las calles envueltos

Entre cartones.                                                                           

Para los que escriben al Amor y a la Paz y sus letras

Se pierden entre basuras.

Para aquellas mujeres que venden sus cuerpos

Por unas monedas con su cruz a cuesta.

 Para los que regalan amor cada día y nadie les entiende.

Para los marginados  que huyen de una sociedad

Llena de fieras.

Para todos ellos, mi amor, mis besos y mis te quieros.

 

 Encarna Recio Blanco.





miércoles, 8 de octubre de 2014

Un credo impío...



Un credo impío.

Un diputado se queja

Dos curas sin el rosario,

Y una monja, con su cruz a cuesta.

 Unas velas encendidas

Que a nadie alumbran.

Un vagabundo cantando

Sin un mendrugo.

 Un país que se disgrega.

Una tierra que se seca.

Unos mares con fronteras

Y unas guerras, que no cesan.

Unos robando a manos llenas

Sin antifaces ni metralletas

En hemiciclos que parecen

El circo de las pendencias.

 Por mar y por tierra  cuerpos

Que se escapan en  pateras

Huyendo de la esclavitud,

Del hambre y de la miseria.

 Todo el mundo calla y otorga.

Ya no escriben los poetas…

Sólo el poder y el dinero

Son los dueños de esta fiesta.

 ¡Qué pena Señor! ¡Que pena!

           

Encarna Recio Blanco.





miércoles, 29 de mayo de 2013

La plaza llora...



 La plaza llora está noche.

Tras de mis cristales

 Oteo sus lágrimas.

Mil preguntas en mi mente

 Se amontonan

Y Dios…

¡Sin contestarlas!

 

Encarna Recio Blanco.