Tu
aroma aletea
Por
los acantilados de mi cuerpo
Tus
sonrisas quedaron
Entre
las olas de aquel mar sereno.
Tu perfume me envuelve
En
la fuerza de tus brazos
Y
la canción que muy juntos
En el alba bailamos.
Ahora el silencio me acuna
En
esa ausencia sin palabras
Sin
idas y sin venidas
Por
la calle de las ánimas.
Sentimientos encontrados
Que
se habían perdido
Volvieron
de repente
Sin
pedir permiso.
La razón se impone
A
la locura de unas horas
Saboreando
me quedo…
Solo
con tu aroma.