Para
ver si de una vez por todas,
Hay
alguien en el mundo
Que
escuche mi plegaria.
Que me ayude en mi labranza.
Que
se aliste a mi cruzada,
Para
parar todas las guerras
Del
mundo que cada día nos asaltan.
Para que el pan a los niños
Nunca
les falte.
Para
acompañar a los solos
Y
calmar sus ansias.
Para tender las dos manos.
Para
regalar sonrisas.
Para
consolar a los tristes
Que
alegrías necesitan.
A solas con mis folios lloro,
Lloro,
y esas lagrimas,
Nadie, nadie…
Osan
limpiar de mi cara.
Encarna Recio Blanco.