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domingo, 9 de abril de 2017

Otra vez las campanas del mundo...

  

   Otra vez las campanas del mundo tocando a duelo.

Otra vez la barbarie  nos asola, dejando a nuestros 

Seres queridos lacerados y muertos por los suelos.

 Otra vez la triste  estampa de muchos niños

 De muchos  jóvenes, que encontraron la muerte

 Por el simple hecho, de ir a un  concierto.

Otra vez el dolor,  hace añicos a tantas familias que lloran

Sin comprender la crueldad de esos locos que por las calles

Deambulan  sueltos con el negro cargamento.

Otra vez el mundo clamando al Cielo pidiendo a gritos

Que este salvajismo termine, y que la sangre de tantos

Inocentes no se derrame más por el cemento.

Ya no sirven las palabras al viento  de los gobiernos

Ni las coronas de flores, ni las velas ardiendo.

La autoría del atentado no lo conocemos,

“Un atentado terrorista” dicen, eso es lo que sabemos.

Otra vez las campanas del mundo tocando a duelo.

Y esas madres llorando a lágrima viva

Sin encontrar entre los escombros a sus hijos.

Ayer, hoy, y  mañana tal vez, volvamos a ver la sangre

 Derramada de  muchos inocentes, que no comprenden

Porqué se abren cada día las puertas del infierno.

De nada nos sirven palabras  que se van al viento.

¡Si nos niegan la paz , al mundo entero!

 Hoy pienso con el dolor en mi corazón que la paz

¡Está  herida de muerte!

 

Encarna Recio Blanco



Escucha"HOY LAS CAMPANAS DEL MUNDO." en Spreaker.

sábado, 21 de enero de 2017

Esta noche la nieve...


Esta noche la nieve me ha sorprendido

De copos blancos mis ventanas

Se han revestidos.

Pienso en esos cuerpos que están ateridos

Bajo los puentes sin mantas ni abrigo.

En esos niños entre ruinas con hambre y con frío

Entre las balas muriendo...los pobrecitos.

En aquellos que están solos sin lo más necesario

Que tal vez, tan solo sea, un cálido abrazo.

 Pienso en aquellos corazones que están inactivos,

Que miran sin ver por el negro camino.

 Nieva en el mundo lágrimas heladas,

Porque las conciencias están apagadas.

Esta noche quiero deshacer ese hielo

Con mi corazón en llama y con mis brazos abiertos.

 

 Encarna Recio Blanco.




Escucha"ESTA NOCHE LA NIEVE" en Spreaker.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Hoy quiero comenzar estas letras...


Hoy quiero comenzar estas letras con el Recio coraje

 Que me llena, Y al instante se escapa, por la corriente

Estrepitosa de mis venas.

Ya estoy cansada de reír a carcajadas, entre payasos

De feria, sin que ninguno perciba que llevo,

La carga del llanto a cuestas.

Ya estoy harta del  maquillaje dorado

De los días de fiesta,

 Sonriendo  a diestro y siniestro, entre bufones

De estómagos llenos.

 Ya estoy indignada de ver a otra mujer por los suelos

A manos de un amante,  de un esposo,

De un hermano o de su propio hijo.

Ya estoy que ardo en el fuego, de las injusticias

 De los  desahuciados, de los políticos que amañan

Contratas, hacia sus paraísos.

De las leyes envueltas en togas mohosas

Que dictan sentencias, a los poderosos

Que salen indemnes, y a los indefensos

Metidos entre rejas.

 Hoy estoy con el Recio coraje en mis huesos

Que ya no soportan, ni a mi esqueleto

Al ver que los mendigos harapientos,

Duermen sin mantas por los suelos.

Hoy quiero terminar mis letras vestida

De un  Blanco inmaculado, para pedirle

A Dios, postrada ante sus pies,

Que si su Justicia Divina, no nos ampara...

 Estamos muertos... aquí en la tierra.

 

 Encarna Recio Blanco.




miércoles, 6 de enero de 2016

No me gusta ver que el monte se queme...

 

No me gusta ver que el monte se queme.

Ni  que en los hospitales las camas escaseen.

Ni que los hombres maten a sangría fría a su mujer

A su amante, a sus hijos, o a la madre que les dio la vida.

No me gusta que en las manos se porten fusiles.

Que las casas estén ateridas, ni que a los niños

 Les falte comida y abrazos, ni a los solos la compañía.

 No quiero que el amor se pague, ni que con la sangre

Se riegue la tierra, ni que aquel  que trabaje no coma

Ni  que al que llora, no se le consuele.

No quiero ver  cuerpos andantes sin vida en sus ojos.

Ni las opulencias de los egoístas, atesorando banales tesoros.

 No quiero ver odio en los corazones, ni indiferencias

Maltrechas, caminando con pasos amilanados, por las frías aceras.

No quiero oler la droga en los puertos, ni las cárceles

Llenas de penas, ni a los inocentes clamando

Por las justicias que los condena.

No quiero  ver por los aires que se ondulen banderas.

Ni que el mar se divida en porciones.

Ni que al barbecho le falte la siembra.

No quiero ver hemiciclos tan llenos de fieras

Legislando a diestro y siniestro, sin sangre en las venas.

No quiero ver manos tendidas, a las puertas de una iglesia.

Ni a rufianes con coronas en cabezas huecas.

No quiero ver el mundo cual polvorín, pendiente de una mecha

Que tarde o temprano, saltará, dejando en cenizas

La faz de esta tierra.

¡Que nadie ose cortarme las manos para que no escriba!

¡Ni ponerme una venda en mi boca, para que no grite!

 

Encarna  Recio Blanco.




sábado, 14 de febrero de 2015

Para todo aquellos… ( En el día de los enamorados)


Para todos aquellos  que nunca conocieron el amor.

Para los  que  incansablemente lo buscaron y nunca

Lo encontraron.

Para todos aquellos que hoy, nadie le dará un beso ni les dirá te

Quiero.

Para aquel  que se quedó sin su medio corazón.                        

 Para el mendigo que busca un abrazo

Y le dan migajas.

Para los que están entre rejas,  pagando sus

Culpas por un error.

Para los que imploran unos besos, y nadie les oye.

Para aquel que se encuentre solamente

Con su soledad.

 Para aquellos que hoy, no pueden comer

Ni un pedazo  de pan.

Para todos aquellos que se quedaron sin sus casas

Por culpa de los usureros de negras entrañas.

 Para los que duermen en las calles envueltos

Entre cartones.                                                                           

Para los que escriben al Amor y a la Paz y sus letras

Se pierden entre basuras.

Para aquellas mujeres que venden sus cuerpos

Por unas monedas con su cruz a cuesta.

 Para los que regalan amor cada día y nadie les entiende.

Para los marginados  que huyen de una sociedad

Llena de fieras.

Para todos ellos, mi amor, mis besos y mis te quieros.

 

 Encarna Recio Blanco.





lunes, 20 de octubre de 2014

En el silencio de mi...



En el silencio de mi implacable soledad...

Cada noche me disperso sin saber a ciencia cierta,

Si vivo, o si muero.

La calle huele a estopa y paja consumida.

A mujeres  preñadas y maltratadas.

A delincuentes de alto rango que portan

Tarjetas muy negras en sus sucias manos.

 Huele  hipoclorito y el agua nos amarga.

A  hombres con la peste y con trajes de marca.

¡Qué pena  Dios mío!

No tener un buen desinfectante para eliminarlos

 ¡Para siempre de la faz de la tierra!

El virus de los sinvergüenzas, corruptos y dañinos

Nos atacan

Sin que ellos no tengan un atisbo de compasión

 En sus acciones y palabras.

Agrediendo a enfermos que postrados, se debaten

Entre la muerte y la vida, para salir de tan negra batalla.

Huele a corrupción, a saqueo, a bandidos que atracan

A los más humildes, desoyendo sus  voces

 Que claman, para que se haga justicia

De una vez por todas,  metan entre rejas

A los que roban, a mano armada.

Huele por la calle a seres amordazados

En la cárceles de la desconfianza.

A togas mohosas y compradas.

A niños y ancianos sin derechos sociales

Y sin esperanzas.

Y aunque no quiero contagiarme…

No quiero ni puedo, taparme la boca.

Sigo en la contienda…para ver si de una vez por todas,

Se acaben las injusticias... que nos asolan.

  

Encarna Recio Blanco.





miércoles, 8 de octubre de 2014

Un credo impío...



Un credo impío.

Un diputado se queja

Dos curas sin el rosario,

Y una monja, con su cruz a cuesta.

 Unas velas encendidas

Que a nadie alumbran.

Un vagabundo cantando

Sin un mendrugo.

 Un país que se disgrega.

Una tierra que se seca.

Unos mares con fronteras

Y unas guerras, que no cesan.

Unos robando a manos llenas

Sin antifaces ni metralletas

En hemiciclos que parecen

El circo de las pendencias.

 Por mar y por tierra  cuerpos

Que se escapan en  pateras

Huyendo de la esclavitud,

Del hambre y de la miseria.

 Todo el mundo calla y otorga.

Ya no escriben los poetas…

Sólo el poder y el dinero

Son los dueños de esta fiesta.

 ¡Qué pena Señor! ¡Que pena!

           

Encarna Recio Blanco.





viernes, 21 de diciembre de 2012

Es para mí muy difícil






Es para mí muy difícil decir: ¡Feliz Navidad!
 ¡No lo puedo pronunciar! Y mira que mis deseos para todos, rebosan amor y Paz. Es tan duro el entorno, tan negro y con tantas espinas, que me parece imposible adornarlo, con neones de mentiras. Es muy fácil que pongamos el árbol de Navidad en casas que están heladas, sin amor ni caridad.

Con los padres cada uno por su lado, con los hijos asustados en mesas doradas sin besos y sin abrazos. Muchos seres humanos se han quedado sin sus casas,
sin trabajo, sin cobijo, sin esperanzas, en el banco de la plaza preparan su Noche Santa.

Miles de manos paradas buscando un trabajo,  manos tendidas pidiendo justicia, muchos mayores que solos, pasarán la noche, tal vez, bajo un puente o en residencias malditas.

Muchos hijos al refugio de sus ancianos padres que cobrando una miseria, hacen que sus hijos coman, en las Navidades.

Niños que son pistoleros matando a sangre fría, a ángeles de la tierra, que en escuelas se escondían. Hombres y mujeres que se estrellan contra las aceras frías, cuando ya no ven salidas, cuando ya no pueden más vivir tanta tropelía.

Droga, humo, huellas, estafas, bancos sin fondos, hombres con coronas de perlas en la frente y las cabezas vacías. Parlanchines en los hemiciclos cual payasos  acuerdan recortes, mientras que sus bolsas las tienen repletas, o en paraísos fiscales, sin tener que rendir cuentas.
  
A los que rigen el Mundo un mensaje les doy (aunque nunca llegue a ellos), Se lo mando con la brisa, y les pido ¡Por Dios! Que paren tanta ignominia y se haga justicia.

Sería muy larga la lista y no os la quiero recordar, para deciros amigos que este año yo no probaré el champán.
No quiero con ello que sigáis mi ejemplo, cada uno es muy  libre de seguir sus mandamientos.

¿Que yo pronuncie Feliz Navidad?

Encarna Recio Blanco