lunes, 29 de octubre de 2018

No me preguntes...


No me preguntes cuantos años tengo.

Pregúntame si tengo sueños si todavía soy

Joven o viejo.

Lo que importa es que soy un hervidero de sueños.

Si no, soy un fardo de la esperanza muerta.

 No me preguntes cuantos años tengo.

Si no cuantos besos di, besos de amor.

Si la juventud en mi es todavía una fiesta.

Si aprovecho cada instante.

Si bebo de la taza de la vida gota a gota.

Entonces…

 Poco me importan cuántas gotas quedan.

¡No me preguntes cuantos años tengo!


Encarna Recio Blanco



sábado, 27 de octubre de 2018

Y no podrás olvidarme...


Y no podrás olvidarme, por mucho que te lo propongas

 El corazón no es la mente, y generalmente enciende

 Esa llama poderosa del suplicio de quererme.

Cuando llegues a tu lecho y te acuestes con el hielo

No busques allí  calor,  lo dejaste en mi cuerpo.

 Doy cien vueltas a esta noria, que no se quiere mover

Soy una bestia salvaje con hambre, y con sed.

Todo queda en la estacada de un abismo que suicida

                            A este amor, que ya zozobra, por tu poca valentía.              

Dejo a un lado la coraza de mendiga para decirte esta noche

Que soy la reina de mi vida, y de tu vida.

 En estas sombras sin fin, bajo un cielo sin estrellas,

Quiero morir si no encuentro, en este túnel, la salida.

Es la primera vez de todas, que no suplico un te quiero.

 ¡Hoy está llorando Dios! ¡Hoy está llorando el Cielo!

 

Encarna Recio Blanco.

   



miércoles, 24 de octubre de 2018

Escribo sin modelo...

 

Escribo sin modelo a lo que salga.

Escribo de memoria de repente.

Escribo sobre mí, sobre la gente,

 Como un trágico juego sin cartas solitario.

 Barajo los colores, los amores,

Las urbanas personas, las violentas palabras.

 Escribo sobre la guerra, sobre la paz,

Sobre el amor, sobre una caricia helada

O una caricia hirviendo.

  Y escribo, escribo y escribo…

Y en vez de echarme al odio o a la calle.

¡Escribo a lo que salga!

G. Fuertes

Encarna Recio Blanco.




martes, 23 de octubre de 2018

Creo en ti...


 Creo en ti, en tus manos, en tus ojos, en tu forma

De quererme.

Creo, en nuestro futuro, por muy distante y lejano.

Creo, en la eternidad que pasaré a tu lado.

Creo, en la luz del Cielo, en el sol, en los pecados,

En la gloria, en el infierno, y hasta en el más

Bello regalo.

Creo, en la serenidad que me aportas cada día,

En la calma de tus besos, en la tierra

En la tierna espera mía.

Creo, en el despertar si tú estás a mi lado.

Creo, que me amarás  cuando estés en cualquier lado.

Creo en la  eternidad del deseo que sentimos.

Creo, que no  fallarás cuando en el alba lo vivimos.

Creo, en amaneceres, en días que llegarán,

Cargados con la esperanza, del que sabe esperar.

Si queremos bien creer, que en el día de mañana,

Nos podremos liberar de esta carga tan pesada.

Seremos fieles estrategas de lo tuyo y de lo nuestro.

Seremos ya, para siempre estrellas que no murieron.

Porque sí Dios existe, cuando me miras lo creo.

 

Encarna Recio Blanco.




domingo, 21 de octubre de 2018

En la calle de las ánimas...


En la calle de las ánimas tengo mi casa, prendida

De dos palmeras frondosas que sostienen mi alegría.

 Las campanas de la iglesia me acompañan noche, y día.

Los entierros y las bodas, bautizan mis fantasías.

Ánimas impenitentes me saludan al pasar,

Van con las mantillas negras y las lenguas, a explotar.

 A mi lado se amontonan y las quieren declamar

Con voces desafinadas y cargadas de maldad.

Oigo gritos en la noche lastimosos sin parar,

Cortejos de solitarios que por las calles van.

El viento ruge cansado cuando las ve pasear,

Parece que las retira pero las deja pasar.

 Ánimas que vienen siempre cuando me empiezo

A inspirar, y que ahuyentan a mis musas,

Cuando contentas están.


 Encarna Recio Blanco





sábado, 20 de octubre de 2018

Apareció el otoño de repente...


Apareció el otoño de repente, casi sin hacer ruido.

 Las altas montañas ahora dormitan

Esperando la caricia de las nieves,

En las interminables noches de hojarascas.

 Un silencio sepulcral las envuelve soportando

Las tempestades  con manos duras.

 Altivas permanecen entre un viento  helado y bronco,

 Cambiando sus colores   me dan la bienvenida.

¡Donde emigraron las cigarras y los grillos!

¡Donde se fueron los rayos del sol que me abrasaban!

Donde se fueron las olas de aquella playa que siempre…

Me abrazaban.

Aquí estoy…Abandonada a lánguidos recuerdos.

Esperando lo que siempre espero temblando por si llegara

Algún día…el hombre que más quiero.

Tiemblo al pensarlo retando al destino pero se malogra,

Se abre la herida.

Y en mi fuero interno sigo en esa espera aunque

Sé que el milagro, nunca llega.

El otoño me desnuda y resplandece.

El futuro se me vuelve escarcha.

Ya no sé si estoy viviendo un sueño, o una verdad…

 Recia y amarga.

¡Otoñeció de pronto!


 Encarna Recio Blanco.