Me gusta- Me disgusta…
Me gusta la noche porque todo calla. Se cierran las
tabernas, los coches se paran, se Encienden las luces, se apaga el sol, y aparece la luna que nos mira, a veces, Extrañada. Las lenguas malditas descansan. La noche es muy buena para escribir, Descansar, amar, y dormir abrazada.
Me disgusta y me duele
la guerra, los políticos, la, ira, la falta de trabajo, la altanería, la Incomprensión. No me gusta ver, la gente tirada en las aceras o de esquina en
esquina, Sin casas ni mantas.
La fama de hojalata me disgusta, la incultura, el desprecio, los jueces sin justicia,
y Sin aplicar la ley, a los que roban o matan, a mano armada.
Me gusta la madrugada,
porque llega el alba y el Cielo con sus resplandores nos Anuncia, otro nuevo
día, de trabajo, de ilusiones, de esperas, de conseguir metas, de Crear y de darnos a manos llenas, al que lo necesita, de estar
con mi perro que Escucha encantado, todas mis poesías.
Me disgusta ver a los mayores solos sin
familia, sin que nadie pueda darles alegría, Sin comprender sus manías, y sin la paciencia necesaria para sobrellevarlas, sin Darles sus medicinas con una sonrisa,
sin avivarles los recuerdos buenos, que tuvo En su vida.
Me gusta la gente, que
mira a los ojos de frente, que se imbuye en las causas que Creemos perdidas, andar
por mi casa desnuda y sin zapatillas, el mar, la arena caliente, El campo en primavera,
recordar a mi madre, cada momento del día, y hablar con la
Virgen María, que es, mi íntima amiga.
Me disgusta esperar, ver
como algunos no tienen conciencia, el aburrimiento de Aquellos, que están
casados, y casi se miran, la falta de emociones, de sencillez,
Sin lealtad, sin alegría, que van caminando ya muertos, por la vida.
Lo que más me gusta, sobre
todas las cosas del mundo es…! El Amor! En toda la Extensión de la palabra, en
todas sus facetas.
Amar a ese hombre que esperas enamorada, y
compartirlo todo con él, junto a la Madre Naturaleza, acompañar a ese amigo que
pasa una mala racha, o al mendigo que Te tiende la mano en cualquier esquina, ayudar
al emigrante, saludar al barrendero, o a La mujer que vende su cuerpo, por la
cocaína.
Expandir amor, regalar
sonrisas es algo, que no cuesta ni dinero ni trabajo, somos Boomerang…
Lo que damos, tarde o
temprano, nos lo devuelve la vida.
Encarna
Recio Blanco