No me preguntes cuantos años tengo.
Pregúntame si tengo sueños si todavía soy
Joven o viejo.
Lo que importa es que soy un hervidero de sueños.
Si no, soy un fardo de la esperanza muerta.
No me preguntes cuantos años tengo.
Si no cuantos besos di, besos de amor.
Si la juventud en mi es todavía una fiesta.
Si aprovecho cada instante.
Si bebo de la taza de la vida gota a gota.
Entonces…
Poco me importan cuántas gotas quedan.
¡No me preguntes cuantos años tengo!
Encarna Recio Blanco