Yo no conocía el amor prohibido
Del
que muchos hablan cuando aprieta el frío.
El
de los poetas de los tiempos tristes
Que
llenaban versos con sus cicatrices.
El de las leyendas de cuentos dormidos
De
ninfas que surcan los valles, los ríos.
Ese
amor que pocos logran conocer
Sólo
los que buscan en el viejo edén
Y yo sin quererlo, conocí el amor
Ni
se sabe cómo, ni cuándo pasó.
Sólo
sé que hubo huracanes de pasiones
Que
cegaron todo con su resplandor.
Y aquellos poetas volvieron al mundo
En sus mil leyendas escribimos juntos.
El
amor aunque triste y sin fundamento
Sustenta
la vida que llevamos dentro.
Ahora ya os comprendo mis tristes poetas,
Sé
cómo escribisteis todos los poemas.
Encarna Recio Blanco.