Mi pobre corazón hoy está de reformas.
Tenía
que hacerle unos arreglos,
Sin
prisas, pero sin pausa,
Me
puse manos a la obra.
El pobre estaba un poco agotado
Del
cansancio que supone,
Querer
parar una guerra
Cruenta
y sin razones.
Sin las armas en mis manos.
Sin
que pocos oyeran mi llanto
Al
ver a tantos niños muriendo,
A
manos de crueles mandatarios.
Mi pobre corazón solo tenía palabras
Tañidas
en mil folios de poemas.
Ya se iba cansando de latir y se tornaba
Más duro que las piedras.
…Y aquí estoy, dándole unas pócimas
De
esperanzas y de paciencia,
A
ver si de una vez por todas
Ganamos
esta guerra.
¡Pero necesito ayuda!
Hombres, mujeres y niños,
Venid
conmigo a esta contienda,
Que
entre todos podremos
Que
la Paz se instaure en esta tierra.
Encarna
Recio Blanco.