Para ti…
Que vuelas sin alas, que te has dado cuenta
Lo pronto que pasa la vida y nos llega la nada.
La lucha que hoy tienes, puede ser la victoria mañana,
Si pones las fuerzas para conquistarla.
Para ti…
Que a veces sueñas más de lo que vives.
Que muchos días te agotas por no reírte.
Que sabes que las guerras las originan los poderosos.
En un mundo donde los valores están mohosos.
Guarda a buen recaudo tus sentimientos,
Si no quieres que te los trituren los que carecen de ellos.
Para ti…
Que compartes tú humilde merienda cuando ves,
A un ser humano tirado en la acera.
Que te ves atado sintiéndote libre, con una guitarra.
Con el alma y el cuerpo sembrado de cicatrices
Y huellas.
Para ti…
Que no puedes frenar a tiempo y que a veces te
Estrellas entre los brazos de una mujer
Que de besos te llena.
Y aunque sabes las lecciones que aprendiste
En la escuela, olvidaste las que aquel día,
Te sentenciaba tu abuela.
Te pierdes fácilmente por la vereda y a veces
No te encuentras, por querer hacer realidad
Las falsas quimeras.
Y aunque piensas que la vida es bella caminas,
A veces con la venda negra, con las muletas a cuesta,
Y desfallecido caes, en cualquier cuneta.
Piensas y sientes que el amor es tan solo un leve suspiro,
Pero vas con tu cargamento a cuesta,
Para repartirlo.
Para ti…
Que vienes a verme cuando todos te fallan,
Y encuentras en este rincón…
¡El amor y la calma!
Encarna Recio Blanco