Muchas veces escribo para no gritar,
Doy porrazos en las teclas que sumisas,
Siguen sin parar.
Debajo de un puente vomito mi ira
Y los transeúntes apenas me miran.
Escribo en las olas que a veces tranquilas,
Dejan que mi pluma se quede sin tinta.
Otras…
En el aire que gruñe y suspira,
Porque no comprenden,
Lo que me domina.
Encarna Recio Blanco.