Esta noche, estoy sumida en una profunda melancolía... ¿El motivo? no tengo
ninguno, o los tengo todos.
Quiero escribir, aunque sé, que si me pongo a la sagrada tarea de mis
dedos, solo saldrán tristes líneas, poemas, cartas o reflexiones.
Estoy agazapada en el aquilón de la madrugada, dejaré a
mis dedos que bailen y trajinen, tal vez, me tranquilice.
¿Es demasiado fuerte este mundo? ¿O son escasas mis fuerzas para luchar en
un frente, sin tener más armas en las manos, que las del amor?
Ni mi alma esta noche aboga por mis derechos, este mundo y sus
circunstancias sólo se rigen por la ley del más fuerte,
vapuleado por la del egoísmo más ingrato.
La verdad es que, en casi todas mis contiendas ,no sé lo que me pasa, pero
siempre salgo con heridas, creo a ciencia cierta, que es, por poner
el corazón en cada una de las cosas que hago, soy así y ya no puedo
,ni quiero cambiar.
Esta lucha que se disputa cada día en mi mente, predice que tal vez,
terminará pronto, y que la melancolía dará paso a la alegría.
¿Qué puedo decir a ésta pasión que ya no controlo, ni
contesta a mis delirios de loca sin remedio?
Son sin lugar a dudas, mis ansias de tenerte junto a mí, cual guardián
de mis sentimientos.
Esta noche, no quiero dormir en los abrazos de la melancolía…así es, que dibujaré tus sonrisas en mi almohada, para que acaricien mis sueños.
Encarna Recio Blanco.