“Madre, la muerte no existe.
La gente
solo muere cuando la olvidan.
Por eso tú, siempre
vivirás en mí,
Porque
siempre te recordaré.”
Apareció el otoño de pronto, con sus notas de melancolía.
El Cielo se vistió de luto y mis lágrimas en la tierra seca,
Se derretían.
Apareció el otoño de pronto con sus melodías de cenizas.
De caracolas muertas, de barcos anclados, sin las brisas.
De ríos dormitando de rebaños asustados, de hojas
Por el suelo alfombrando las puertas de mi llanto.
Este otoño no es como los otros porque se ha llevado
Los brazos de mi madre aquellos brazos que siempre
Me estaban abrazando, esta mañana de otoño
Estoy triste muy triste… porque ya no tengo
Los besos de mi Madre, por eso ahora…
Encarna Recio Blanco.