lunes, 26 de marzo de 2018

Madre abre el arcón negro...


Madre abre el arcón negro  y saca  mi túnica morada

Que a la vuelta de la esquina, está la Semana Santa.

  Ya tocan a duelo Madre, ya se oyen las campanas.

Ya viene solemne y triste…la Virgen de la Esperanza.

Por las calles va el cortejo, hasta que despunte el alba,

Bajo un cielo sin estrellas y una luna desmayada.

 Huele a cera derretida Madre, a pecados cometidos.

A las heridas abiertas de Nuestro Señor Jesucristo.

 Ya voy descalza tras ellos  escondiendo mi pena

Y mis lágrimas, que resbalan por mi cara,

 Cuando veo tan triste, a Su Madre enlutada.

Al Nazareno voy clamando  desde el fondo de mi alma.

Descalza  y desgajada voy pidiendo, el perdón

Que quien lo mira lo alcanza.

El perdón para este mundo que lo profana.

  Lo pende de un leño y lo clava en el madero,

 Con su sangre celeste derramada.

Le pido por los mayores olvidados.

 Por los enfermos sin esperanzas.

Por los pobres de espíritu, y por los

Que no tienen alma.

Por los niños solos y abandonados.

Por los mayores olvidados.

Por los desterrados sin país, ni casa.

Y por todos aquellos, que no creen en nada. 

¡Voy pidiendo la Paz del mundo Madre,

¡Que nos hace mucha falta!

Para que las guerras terminen

Y se eliminen las armas.

Al ver al crucificado la Tierra y los Cielos

Lloran.

Y yo madre, en duelo sigo acompañando…

A la Virgen de la Esperanza.

 

Encarna Recio Blanco




sábado, 24 de marzo de 2018

En las ramas de unos sauces...

 

 En las ramas de unos sauces  me puse a escribir.

El viento me balanceaba y mi pluma bailando,

 No me dejaba seguir.

 Un pajarillo travieso llegó cantando, se sentó a mi lado

Y  dijo coqueto:  ¿A quién estas esperando?

 ¿Cómo sabes que espero  le dije extrañada?

¿No ves que estoy escribiendo? aunque se muevan

 Las ramas.

Es que te brillan los ojos, me dijo;

 Es que te tiemblan los labios y miras de una forma

Al Cielo, como pidiendo un milagro.

No  supe que contestarle, y cansado de esperar,

Echó sus alas al viento ahora…

 Con otro triste cantar.

 

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 21 de marzo de 2018

¡Poesía! ¡Quiero felicitarte amada mía!



¡Poesía!

 ¡Quiero felicitarte amada mía!

Te llevo  tan dentro que eres parte de mi vida

Si no te tengo a mi lado no sé lo que haría.

 Cual droga te busco para que me calmes

Para que me alegres, para que me ames.

Eres esa dulce melodía que me emborracha

Cuando el amor a mi puerta llama.

 ¡Te necesito!

Cuando el dolor siento, el desamor presiento

Cuando la risa me llena y  cuando la tristeza acecha.

 Eres compañera de mis fechorías

Cuando mi pluma a veces, se dispara con osadía.

Tratas de enmendarme pero soy tozuda

En el pensamiento y en la altanería.

 Eres un oasis por donde me pierdo

Cuando ya no puedo más con mi enorme cargamento.

Eres  mi paz  mi sosiego, alimento de mi alma

Compañera de fatiga en las batallas.

 ¿Qué te diría poesía en este día?

Si mi amor está muy lejos, y en otra compañía.

Que vivo y que muero, que grito y que lloro

Y que los cielos hoy, tienen mil cerrojos.

 Siempre te cuento mis cuitas y todo lo que acontece

En este mundo de locos, donde mi pluma perece.

Siempre demandando paz, sembrando esperanzas

Para aquellos que estén tristes

Florezca luz en sus almas.

 No sé si mi métrica será la adecuada.

No sé si los ritmos están  engarzados.

No sé si la estrofa está desmedida

Sólo sé, que es el corazón y el alma, quien me  lo dictan.

 Eres ésa dulce  pócima que me emborracha

Con el néctar de tu aroma mi corazón descansa.

Eres indescriptible, etérea bella por dentro y por fuera

¡Quien tuviera la llave para abrir tu puerta!

 "Decía León Felipe:”

Deshaced este verso, quitarles los caireles de la rima

El metro, la cadencia y hasta la idea misma.

¿Qué importa que la estrella esté rémora?

Y deshecha la rosa.

Aún tendremos el brillo y el aroma.

Aventad las palabras y si después queda algo todavía

Eso será…La poesía.

¡Felicidades…Amada mía!


Encarna Recio Blanco.




lunes, 19 de marzo de 2018

Puedo escribir los versos...


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,

Y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como éstas, la tuve entre mis brazos.

La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.

Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazón la busca, y ella, no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos

Árboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro será de otro, como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro, sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

¡Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido!

Porque en noches como ésta, la tuve entre mis

Brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,

Y éstos sean los últimos versos, que yo le escribo.

Neruda

 Encarna Recio Blanco.




miércoles, 14 de marzo de 2018

Me gusta- Me disgusta-Reflexione-


Me gusta- Me disgusta…

 Me gusta  la noche porque todo calla. Se cierran las tabernas, los  coches se paran, se Encienden las luces, se apaga el sol, y aparece la luna que nos mira, a veces, Extrañada. Las lenguas malditas descansan. La noche es muy buena para escribir, Descansar, amar,  y dormir abrazada.

 Me disgusta y me duele la guerra, los políticos, la, ira, la falta de trabajo, la altanería, la Incomprensión. No me gusta ver, la gente tirada en las aceras o de esquina en esquina, Sin casas ni mantas.

 La fama de hojalata me disgusta,  la incultura, el desprecio, los jueces sin justicia, y Sin aplicar la ley, a los que roban o matan, a mano armada.

 Me gusta la madrugada, porque llega el alba y el Cielo con sus resplandores nos Anuncia, otro nuevo día, de trabajo, de ilusiones, de esperas, de conseguir metas,  de Crear y de darnos  a manos llenas, al que lo necesita, de estar con mi perro que Escucha encantado, todas mis poesías.

 Me disgusta  ver a los mayores  solos  sin familia,  sin que nadie pueda darles alegría, Sin comprender sus manías, y sin la paciencia necesaria para sobrellevarlas, sin  Darles sus medicinas con una sonrisa, sin avivarles  los  recuerdos buenos, que tuvo En su vida.

 Me gusta la gente, que mira a los ojos de frente, que se imbuye en las causas que Creemos perdidas, andar por mi casa desnuda y sin zapatillas, el mar, la arena caliente, El campo en primavera,  recordar a  mi madre, cada momento del día, y hablar  con  la Virgen María, que es, mi íntima amiga.

 Me disgusta esperar, ver como algunos no tienen conciencia, el aburrimiento de Aquellos, que están casados, y casi se miran, la falta de emociones, de sencillez,

 Sin lealtad, sin alegría, que van  caminando ya muertos, por la vida.

 Lo que más me gusta, sobre todas las cosas del mundo es…! El Amor! En toda la Extensión de la palabra, en todas sus facetas.

  Amar a ese hombre que esperas enamorada, y compartirlo todo con él, junto a la Madre Naturaleza, acompañar a ese amigo que pasa una mala racha, o al mendigo que Te tiende la mano en cualquier esquina, ayudar al emigrante, saludar al barrendero, o a La mujer que vende su cuerpo, por la cocaína.

 Expandir amor, regalar sonrisas es algo, que no cuesta ni dinero ni trabajo, somos Boomerang…

Lo que damos, tarde o temprano, nos lo devuelve la vida.

  

Encarna Recio Blanco




domingo, 11 de marzo de 2018

Gabriel… ¡Apareciste Angelito!


Gabriel… ¡Apareciste Angelito!

Pero con tus alas rotas y un escozor en mi alma

No me deja respirar por el dolor que hoy, a todos nos asola.

 ¡Quién te cortó tus alitas! ¡Quién te privó de la vida!

¡Quién fue capaz de matarte, a sangre fría!

¡Quien se atrevió a despojarte de de tu risa y tu alegría!

¡De tus ojos que se abrían a primaveras floridas!

 ¡Quien osó destrozar esa ilusión que tenías en tu carita!

 Cual presa inocente caíste,  en esas manos cobardes

Y asesinas.

 Tú eras el amor andante. Tú tenías por delante, toda una vida

 Para aprender que hay senderos, sólo poblados de las espinas.

 Para comprender que hay seres humanos que tienen 

Buenos sentimientos.

Y para saber que también existen otros, que están repletos

De odio.

 Eras tan niño que no sabías que hay manos sucias

Que asesinan.

Sin corazón, ni compasión talando  un rosal y dejarnos

Las espinas.

Preguntas y más preguntas, que nunca tendrán respuestas,

Al ver tu cuerpo cual fardo sin vida,  en una negra maleta.

Ahora ya estás en la Luz. Dios te acogió con los brazos abiertos.

Te compuso tus alas para volar por el infinito…

¡Con tus bracitos abiertos! Descansa en Paz Gabriel.

 

Encarna Recio Blanco