sábado, 27 de octubre de 2018

Y no podrás olvidarme...


Y no podrás olvidarme, por mucho que te lo propongas

 El corazón no es la mente, y generalmente enciende

 Esa llama poderosa del suplicio de quererme.

Cuando llegues a tu lecho y te acuestes con el hielo

No busques allí  calor,  lo dejaste en mi cuerpo.

 Doy cien vueltas a esta noria, que no se quiere mover

Soy una bestia salvaje con hambre, y con sed.

Todo queda en la estacada de un abismo que suicida

                            A este amor, que ya zozobra, por tu poca valentía.              

Dejo a un lado la coraza de mendiga para decirte esta noche

Que soy la reina de mi vida, y de tu vida.

 En estas sombras sin fin, bajo un cielo sin estrellas,

Quiero morir si no encuentro, en este túnel, la salida.

Es la primera vez de todas, que no suplico un te quiero.

 ¡Hoy está llorando Dios! ¡Hoy está llorando el Cielo!

 

Encarna Recio Blanco.

   



miércoles, 24 de octubre de 2018

Escribo sin modelo...

 

Escribo sin modelo a lo que salga.

Escribo de memoria de repente.

Escribo sobre mí, sobre la gente,

 Como un trágico juego sin cartas solitario.

 Barajo los colores, los amores,

Las urbanas personas, las violentas palabras.

 Escribo sobre la guerra, sobre la paz,

Sobre el amor, sobre una caricia helada

O una caricia hirviendo.

  Y escribo, escribo y escribo…

Y en vez de echarme al odio o a la calle.

¡Escribo a lo que salga!

G. Fuertes

Encarna Recio Blanco.




martes, 23 de octubre de 2018

Creo en ti...


 Creo en ti, en tus manos, en tus ojos, en tu forma

De quererme.

Creo, en nuestro futuro, por muy distante y lejano.

Creo, en la eternidad que pasaré a tu lado.

Creo, en la luz del Cielo, en el sol, en los pecados,

En la gloria, en el infierno, y hasta en el más

Bello regalo.

Creo, en la serenidad que me aportas cada día,

En la calma de tus besos, en la tierra

En la tierna espera mía.

Creo, en el despertar si tú estás a mi lado.

Creo, que me amarás  cuando estés en cualquier lado.

Creo en la  eternidad del deseo que sentimos.

Creo, que no  fallarás cuando en el alba lo vivimos.

Creo, en amaneceres, en días que llegarán,

Cargados con la esperanza, del que sabe esperar.

Si queremos bien creer, que en el día de mañana,

Nos podremos liberar de esta carga tan pesada.

Seremos fieles estrategas de lo tuyo y de lo nuestro.

Seremos ya, para siempre estrellas que no murieron.

Porque sí Dios existe, cuando me miras lo creo.

 

Encarna Recio Blanco.




domingo, 21 de octubre de 2018

En la calle de las ánimas...


En la calle de las ánimas tengo mi casa, prendida

De dos palmeras frondosas que sostienen mi alegría.

 Las campanas de la iglesia me acompañan noche, y día.

Los entierros y las bodas, bautizan mis fantasías.

Ánimas impenitentes me saludan al pasar,

Van con las mantillas negras y las lenguas, a explotar.

 A mi lado se amontonan y las quieren declamar

Con voces desafinadas y cargadas de maldad.

Oigo gritos en la noche lastimosos sin parar,

Cortejos de solitarios que por las calles van.

El viento ruge cansado cuando las ve pasear,

Parece que las retira pero las deja pasar.

 Ánimas que vienen siempre cuando me empiezo

A inspirar, y que ahuyentan a mis musas,

Cuando contentas están.


 Encarna Recio Blanco





sábado, 20 de octubre de 2018

Apareció el otoño de repente...


Apareció el otoño de repente, casi sin hacer ruido.

 Las altas montañas ahora dormitan

Esperando la caricia de las nieves,

En las interminables noches de hojarascas.

 Un silencio sepulcral las envuelve soportando

Las tempestades  con manos duras.

 Altivas permanecen entre un viento  helado y bronco,

 Cambiando sus colores   me dan la bienvenida.

¡Donde emigraron las cigarras y los grillos!

¡Donde se fueron los rayos del sol que me abrasaban!

Donde se fueron las olas de aquella playa que siempre…

Me abrazaban.

Aquí estoy…Abandonada a lánguidos recuerdos.

Esperando lo que siempre espero temblando por si llegara

Algún día…el hombre que más quiero.

Tiemblo al pensarlo retando al destino pero se malogra,

Se abre la herida.

Y en mi fuero interno sigo en esa espera aunque

Sé que el milagro, nunca llega.

El otoño me desnuda y resplandece.

El futuro se me vuelve escarcha.

Ya no sé si estoy viviendo un sueño, o una verdad…

 Recia y amarga.

¡Otoñeció de pronto!


 Encarna Recio Blanco.



viernes, 19 de octubre de 2018

Ese beso que te transporta...


Ese beso que te transporta hacia cumbres relucientes

Donde la piel y los huesos,  se encienden.

Ese alarido que te lleva  por ignotos recovecos,

Huracanes, amalgamas, de sensaciones y deseos.

Donde se te ofrecen  aromas y melodías,

Con un eco grávido  hacia la cúspide del cielo.

Bocas que perecen juntas  en  el eterno oasis

 Desconocido, de esa estrella  que no descansa.

Quien no arde entre unos labios,

Se ha confundido de corazón…y de boca.

 

Encarna Recio Blanco.



miércoles, 17 de octubre de 2018

Amor como prometí-Cartas de amor


Amor:
Como prometí, aquí estoy otra vez, con el fusil de mi pluma a punto, esperando y llamando a mis musas que perezosas esta noche, no quieren aparecer por mi mente.

¡Es tanto mi sentimiento! Tanto el volcán  de mis pasiones, que mi cuerpo tiembla, y mis ansias renacen, tan solo con tu recuerdo.
 Quiero que sepas, que nunca he dejado de amarte, incluso cuando te encontrabas por otros caminos vedados para mí, en otros abrazos, que no eran los míos, en otra boca y en otro talle.

Aun así, yo te quería, y guardaba  mi secreto cual celestial melodía.
¡Ay amigo, amante, amor!
Cuántas noches, cuántos días, esperando solitaria que volvieras a mi vida, que encontrases de nuevo la senda de mis pasos.
Camino entre nieblas desde que te marchante, sueño que tú regreses y  me llenes con tu calma, con tus palabras, con tus silencios y con tus  besos.

El alba me hace compañía en esta callada noche, solo oigo el zumbido de la lluvia, que me acompaña, también llorando.
Quiero dormir y no puedo, busco  y rebusco entre mis recuerdos, y siempre aparece tu imagen  serena,  callada, llenando por un momento  de paz, lo que mi tormenta arrasa.

Quédate entre mis sabanas esta noche, aunque mañana despierte, aunque te marches de nuevo.

Pero déjame unos besos, que duren para siempre en nuestro lecho.

Encarna Recio Blanco.