Para todos los Argentinos.

Sois los europeos de América del sur.

Sois la buena gente de paz y de luz.

Estáis orgullosos de vuestras raíces.

La sabía bebisteis con mil cicatrices.

 

Sois personas cultas, amantes del arte.

Voces melodiosas que endulzan los males.

Con vuestros susurros nos adormecéis…

Y con vuestro porte nos enloquecéis.

 

El tango bailamos todos los hermanos

Haciendo olvidar los malos estragos.

Abiertos, afables, comunicadores

Con esas cadencias de amor y colores.

 

Hay una leyenda urbana que dice:

Que los argentinos sois italianos

Hablando español

Y que vivís como ingleses en París.

 

Amigos lejanos aquí me tenéis

Hablando con vosotros de Amor,

De Paz, y pasión.¿Bailamos un tango?

 

 

Encarna Recio Blanco.

Soy alegre, soy esclava.

Soy alegre y soy esclava. Tengo locura y pasión

A veces ando descalza, pero siempre soy la misma.

Soy testigo y asesina. Tengo grande el corazón

Un montón de sentimientos que lloran en derredor.

Pero siempre soy la misma.

Atrevida y osada Poetisa que escribe sin ton, ni son

Sin temor a los que critican  si lo hago bien, o no.

Siempre soy la misma…soy yo.

Soy abierta y me encierro bajo llaves

No me encuentro a menudo el corazón

Pero en todos esos ratos de mi vida

En todos, siempre soy la misma.

 Soy golondrina en el Cielo, ese pez que nada

 Solitario en alta mar, esa gaviota entumecida

Que canta y llora sin cesar.

 Soy esa mujer que está en la esquina

Escribiendo en la acera sin parar

Al lado de los pobres y los triste

Por si los que puedo alegrar.

Si me buscas en la eterna madrugada

Si vislumbras una sombra bajo el sol

No hace falta que me miren a la cara

Sin que lo preguntes…soy yo.

 Y si ustedes me encontraran algún día

Y quisieran  conocerme de verdad

No preguntes ni mi nombre, ni mis años

Si me buscan con el alma…me verán.

 Encarna Recio Blanco.

Me aportas la calma

Me aportas la calma del mar despejado
Cuando me abandonas te robo un pecado
Me das la auto estima de los abnegados
La falsa moneda de un lápiz gastado

Capitaneabas barcos enlatados
Y nos conocimos en ellos montados
Llévame a otra parte, a un cielo halado
A una montaña perdida sin lazos

Sácame del mundo, del sutil silencio
Y llena mi espacio diciendo te quiero
Quítame los años que ya no los quiero
Si no estás conmigo solo soy veneno.

Saca de este cofre todos los recuerdos
Por si no nos vemos, en ellos te espero
Contempla un futuro lejano y certero
Imagina sueños y escribe un deseo.

Si yo anoto uno y los dos coinciden
Tal vez vida mía el cielo se rinda

Y podamos robarle...una nueva vida.

Encarna Recio Blanco.

Para Joshua

Tú también eres poeta

Por el ramo de violetas

Que me envías.

He comprendido que tienes

Alguna pena escondida.

 Todo el que ama el amor

Tiene llagas y se queja

No siempre es correspondido

El desamor, también llega.

 Tu correo recibí, tarde

Un fallo puede que hubiera

Pero gracias por las flores

Que mandas a mis poemas.

  Encarna Recio Blanco.

Conocí el amor en Navidad

Conocí el amor en navidad Y el desamor en verano

En primavera comprobé cómo se siente un fracaso

Y en otoño comprendí, que todo acaba pasando.

 ¿Cómo se puede olvidar lo que causa tanto daño?

Lo que provoca el placer, lo que envejecen los años

¿Cómo podemos pasar tantas horas cavilando?

Nos dejarnos encerrar, como esclavos.

 Caricaturas prohibidas roídas sin descanso

Por un miedo abrasador que desprenden nuestros años.

Por un castigo sin celda y un león que está llorando.

Niños en coros perdidos, cantan un son algo raro.

¿Estaré perdiendo el norte en mi brújula de estaño?

O se habrá secado el sol si dejamos de regarlo

Maldita fue la mañana que decidimos amarnos

Maldita para los dos, la pena estoy soportando

 Se agota en ésta  paciencia que queda mi fe pequeña

Ni  me atrevo, no puedo ya más negarlo  una salida a este cielo.

Adiós para siempre a las olas, para siempre y te ruego

Que no vengas a por mí sí me voy…

Es porque quiero.

 

Encarna Recio Blanco.

 

No se si eres hombre

Chechu:

No sé si eres hombre

O si eres mujer.

Pero tu poema

Me sabe a miel.

Amigo querido de una tierra

Que siempre está en flor

Con mares que ríen

Al ponerse el sol.

Hoy me has visitado

En mi pequeño rincón

Donde cada noche

Esparzo la  ilusión.

 Te mando una copa

 De paz y del mejor amor

Que es la medicina

Más poderosa para el corazón.

 Encarna Recio Blanco.