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martes, 7 de abril de 2015

Somos…dos rocas caídas de un cometa


Somos…

Dos rocas caídas de un cometa

Que se encontraron en la tierra.

Como dos espadas afiladas

Al acecho sin contienda.

Somos…

La escarcha y el fuego

Que se amalgaman.

Como la pena y la alegría

Mezcladas.

Somos…

Como dos diamantes

Pulidos  en un  cielo sin entrañas.

Dos gotas de aguas perdidas

En un océano inmenso…

Que se aman…

 

Encarna Recio Blanco.




lunes, 7 de octubre de 2013

Voy buscando...



Voy buscando por las estrellas, tu luz.

Por las noches, el arrullo de tu voz.

Por las esquinas del viento, tu dolor.

Por la escarcha y por el fuego, tu temblor.

Por las selvas, por los arrecifes,

Por los acantilados, por los mares,

Por el Cielo y por la Tierra.

 ¡Sin encontrarte!


 Encarna Recio Blanco.





jueves, 23 de mayo de 2013

Tan solo con pensarte...


 Tan sólo con pensarte ya te tengo

Miro al cielo y te veo

Relamo el viento que me trae

 Todos tus besos.

Ángeles malditos vinieron

Con la lanza y el fuego.

 A destruir el castillo encantado

De nuestros te quieros.

Pero lo que ellos no saben es,

Que con sólo pensarnos…

Nos tenemos.

  

Encarna Recio Blanco.





miércoles, 10 de octubre de 2012

Un tsunami.


Un tsunami de emociones

Un volcán que se revienta

Lava…fuego…rayos

Y tormentas.

Cuando nuestras almas juntas

Hambrientas de sementera

Se funden cual el metal

En la noche traicionera.

Al otro lado del mundo

Con el frío y con la niebla

Me buscas entre tus sueños

Y siempre, siempre…

¡Me encuentras!

 

Encarna Recio Blanco.





sábado, 15 de noviembre de 2008

Amor prohibido que llegas...



Amor prohibido que llegas

Cuando menos te esperaba,

Destrozando  mi Mundo

Entre el fuego y la escarcha.

¿Quién puede ya detener?

El volcán de los deseos

Que rugiendo nos despierta

De nuestro añorado sueño.

 Miradas que entre sonrisas

Esconden la tramontana,

De seres que no han amado

Ni se han besado con ansia.

Si pudiéramos tener

Un rincón en la montaña

Donde guardar con gran celo,

Lo que encierran muestras almas.

Si pudiéramos conseguir

La libertad tan soñada…

Pero este muro es muy fuerte

Y sin piedad, nos separa.

¡Qué fuerte Dios lo que sentimos!

¡Qué grande lo que vivimos!

Pero infringimos las leyes

Y nos llevan detenidos.

El Mundo dirá mil cosas

De los fugaces encuentros,

De las noches que perdidos

Anduvimos por el Cielo.

Pero callaran las lenguas

Cuando divisen el puerto,

Donde anclados conseguimos

Que navegara lo nuestro.

¡Quién se atreve a censurar!

¿Quién osa decir esas palabras?

Sin saber lo que se siente…

Cuando se está enamorada.

 Encarna Recio Blanco.




domingo, 11 de mayo de 2008

Me diste un beso aquel día


Me diste un beso aquel día

Y el sol en la luna se tornó

La estrella más lejana que existía

Se posó por un rato en mi balcón.

 La noche que cayó no era clara.

 Las nubes comenzaron a acechar.

Unas lenguas viperinas y macabras

Escuchaban tras la puerta mi llegar.

Escondí como pude mis deseos.

La mirada y mis manos al hablar.

Esta voz que se vuelve quebradiza

Y mi boca sin dejarme respirar.

Y los fuegos más calientes de la tierra

En mi puerta se plantaron a esperar,

Me juraron no marcharse de mi vida

Y quemarme para siempre sin piedad.

Ahora vago por el mundo de los muertos,

Por aquel beso que nunca debí dar.

Pero en aquella mañana tan fría

 Si volviera a vivir…
¡Te volvería a besar!

 

Encarna Recio Blanco.




martes, 29 de abril de 2008

Se repiten en mi mente





Se repiten en mi mente la historia de nuestra vida, y pasa tan presurosa que apenas me da la dicha de quedarse entre mis sueños, de aportarme la alegría, de tocarme con sus dedos, de calmar esta agonía.

  Se repite ya cansada de tanto ir y venir, de tantas noches furtivas, que yo jamás te pedí. Las horas entre tus brazos se escapaban  veloces, la pasión nos consumía cuando en las noches de invierno, en mi alcoba aparecías, amándome sin medida, sin reservas y sin miedos, a tu lado parecía que no existía el infierno.

 Las palabras son pasos y los verbos se terminan, para explicar lo que siento en esta noche tan fría. De quererte sin sentido cuando ya todo se fue, de seguir en este túnel del que ya no sé volver.

 No te pido que regreses ni que me pidas perdón, ni siquiera unos meses a solas juntos tú, y yo. Te pido que me recuerdes y que no olvides por Dios…

Aquellos besos que nos dimos, y los que el tiempo nos robó.


Encarna Recio Blanco.