lunes, 9 de junio de 2008

Te conozco desde siempre




Te conozco desde siempre

Aunque nunca te haya visto

El mapa de tu cuerpo

Ya he recorrido.

Aunque no te he besado

Conozco tu boca

Y sueño con ella

Aunque sea de otra.

 He venerado

La triste colina

Del cuerpo que el alba

La besa dormida.

 Fuente  de pasiones

En las que te miras

Aparto mis ojos

De tu vil mentira.

Y sé de tus miedos

Aunque no los cuentes

Aunque disimules

Se bien lo que los tienes

Conozco tu risa

Aunque no la vea

Y sé que la escondes

Por miedo a perderla.

Conozco tus manos

Y su tacto fino

La sagaz madriguera

En la que te miro

Quisiera perderme

Por todo tu cuerpo

Y tocar tu alma

Y beber tu sueño.

 Y soñar dormida

Que no me despierto.

 

Encarna Recio Blanco.


domingo, 1 de junio de 2008

Has puesto a tu cruz dos alas


Hás puesto en tu cruz dos alas

Para hacerla llevadera

Y remontarte a los Cielos

Donde guardar tus quimeras.

Has sembrado tu amor

En ese  jardín prohibido

Donde las flores ya tienen

Raíces de miedo y frío.

 Pasaste  tu juventud

Como se pasa el olvido

Retando al fiero destino

Que no te quiso.

 No te importó la tormenta

Ni  lenguas de doble filo

Ni las cansinas esperas

Ni los estrechos caminos.

 Ni los besos que a escondidas

Hacían hervir los sentidos

Cuando tu fuego y su fuego

Ardían despavoridos.

Has puesto en tu cruz dos alas

Para remontar al Cielo…

Pregunta a Dios si es pecado

Amar y morir a un tiempo.


Encarna Recio Blanco


 



Pobre de mi alma



Pobre de mi alma que sola se queda
Que penas enormes tiene que cargar
Acoge la gracia del que mucho ama
Porque la desdicha ya nos llegará

Que mala la noche que cae con la aurora
Que tristes los necios que van a buscar
Que amargos momentos estando tan sola
Encontrar refugio en la vanidad

Abrigo de parcos molinos al viento
De locos guerreros que cuerdos no están
Rompiendo el momento más perecedero
Cubriendo de tinta esta gran verdad

Caprichos divinos que fueron eternos
Caminos inciertos que llegan al fin
Capítulos blancos en libros vacíos
Mentiras sin nombre anhelos¡ dormid!

Que no me despierten los malos presagios
Que con su llegada  los apartaré
Si vienen despacio y nos los oyera
Seguro que pronto yo los notaré

Me has hecho valiente y cobarde
De la triste paja hierro convertí
Lograste que el viento rozara mi cara
Pero no se cierra esta cicatriz

hoy pido a las ninfas que escuchen mi llanto
Que laven mi rostro y alejen mi mal
Despojos humanos quedaron al viento
Y en este momento me quiero marchar.

Pobre de tu alma que sola se queda
Que malos presagios le podrán pasar
Tú empezaste el juego del loco maníaco
Yo me marcho ahora ya no puedo más.

 

Encarna Recio Blanco.



Llegas hoy muy cansado



Llegas hoy muy cansado

Al rincón de la poesía

En tu cara veo tristezas

Y una gran melancolía.

 

Sé que te abruman las prisas

De un diario agotador

Y aquí buscas el refugio

Para sanar tu dolor.

 

Sé que tu entorno te asfixia

Y que ya no puedes más

Porque la carga es pesada

En tu loco caminar.

 

Sé que buscas la manera

De poderlo controlar

Pero sigues en la brecha

Con la carga a rebosar.

 

Las horas y los minutos

Las semanas y los años

Pasan sin haber vivido

Lo que tanto habías soñado.

 

Sé que en la vida hay distancias

Que se pueden acortar

Pero que hay que tener mucho valor

Para poderlas lograr.

 

Sé que vas a  ser feliz

Cuando traspases mi puerta

Porque dentro encontrarás

Lo que el mundo te niega.


 Encarna Recio Blanco.


 

 



domingo, 11 de mayo de 2008

Me diste un beso aquel día


Me diste un beso aquel día

Y el sol en la luna se tornó

La estrella más lejana que existía

Se posó por un rato en mi balcón.

 La noche que cayó no era clara.

 Las nubes comenzaron a acechar.

Unas lenguas viperinas y macabras

Escuchaban tras la puerta mi llegar.

Escondí como pude mis deseos.

La mirada y mis manos al hablar.

Esta voz que se vuelve quebradiza

Y mi boca sin dejarme respirar.

Y los fuegos más calientes de la tierra

En mi puerta se plantaron a esperar,

Me juraron no marcharse de mi vida

Y quemarme para siempre sin piedad.

Ahora vago por el mundo de los muertos,

Por aquel beso que nunca debí dar.

Pero en aquella mañana tan fría

 Si volviera a vivir…
¡Te volvería a besar!

 

Encarna Recio Blanco.




Hay un vago rumor de tinieblas




 Hay vago rumor de tinieblas

Que en mi vida siempre anda acechando,

Que remueve la sangre de mis venas

Y que parte mi camino hacia dos bandos.

 

Hoy mi mente no quiere fantasías.

La realidad es más sutil que el llanto.

La verdad se impone sin medida

Entre el negro amanecer de tus encantos.

 

¡Porque mi Dios quisiste que le amara!

¡Porqué de este dolor que estoy sintiendo!

El destino ha emitido su sentencia

Yo siento su  calor aquí en mis dedos.

 

El valor de las leyendas y los cuentos

Las canciones y sus letras se resbalan

Y se encierra en mi garganta un deseo

Que no es otro, que vivir siempre en su calma.

 

Bajaremos de éste lado la bandera

Y hundiremos nuestra historia en el olvido.

Aunque por un rato quisiera ser sincera

Y jurarte que sin ti, no habré vivido.

 

Encarna Recio Blanco.