Te
conozco desde siempre
Aunque
nunca te haya visto
El mapa
de tu cuerpo
Ya he
recorrido.
Aunque no te he besado
Conozco
tu boca
Y sueño
con ella
Aunque
sea de otra.
He venerado
La
triste colina
Del
cuerpo que el alba
La besa
dormida.
Fuente de pasiones
En las
que te miras
Aparto
mis ojos
De tu
vil mentira.
Y sé de tus miedos
Aunque
no los cuentes
Aunque
disimules
Se bien
lo que los tienes
Conozco tu risa
Aunque
no la vea
Y sé
que la escondes
Por
miedo a perderla.
Conozco tus manos
Y su
tacto fino
La
sagaz madriguera
En la
que te miro
Quisiera perderme
Por
todo tu cuerpo
Y tocar
tu alma
Y beber
tu sueño.
Y soñar dormida
Que no
me despierto.
Encarna
Recio Blanco.