En mi Mundo apareciste
cual ola
con torbellinos
cuando
vivía en la penumbra
de
sentimientos perdidos.
¡Amor…amor!
Ahora llegas
cuando
menos te esperaba
rompiendo
las mil cadenas
que
sujetaban mi alma.
No me
importaron los años
que pasé
con la esperanza
de que
algún día nuestros ojos
nuevamente
se encontraran.
Clamo al
cielo que me detenga
para no
correr hacia tus brazos,
grito a
las fuerzas que vengas
para que
frenen mis pasos.
Que se
haga la noche el día
para
cerrar bien mis ojos
y ponerle
mil grilletes
a éste
corazón tan loco.
Mi cuerpo
pide locuras
la pasión
se me desgarra
y mis
ansias no resisten
este
fuego que me abrasa.
¡Quién se
atreve a condenar
quien osa
decir palabras
sin saber
lo que se siente,
cuando se
está enamorada!
Quien
puede ya detener
el volcán
de mis deseos
ni la
distancia ni el tiempo
borraron
nuestro recuerdo.
Cuando
estemos en silencio
y nadie
nos pueda ver
fundiremos
nuestros cuerpos
en fuego
y en miel.
Me faltan
momentos
y
espacios vacíos.
Silencios
eternos
para
estar contigo.
Nos sobra
ese viento
que corta
el espacio
y también
me faltan…
Más de
mil abrazos.
Encarna
Recio Blanco
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