sábado, 10 de noviembre de 2018

Ahora que te fuiste...

Ahora que te fuiste te diré que te quiero.

Ahora que no me oyes, ya no debo callar.
Tú seguirás tu vida y olvidarás primero
Y yo aquí, recordándote a la orilla del mar...

Hay un amor tranquilo que dura hasta la muerte,

Y un amor tempestuoso que no puede durar.
Acaso aquella noche no quise retenerte
Y ahora estoy recordándote a la orilla del mar…

Tú que nunca supiste lo que yo te quería

Quizás entre otros brazos lograrás olvidar.
Tal vez mires a otra, igual que a mí aquel día…
Y yo aquí recordándote a la orilla del mar.

Buesa

 

 Encarna Recio Blanco

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viernes, 2 de noviembre de 2018

Apareció el otoño de pronto...


“Madre, la muerte no existe.
La gente solo muere cuando la olvidan.
Por eso tú, siempre vivirás en mí,
Porque siempre te recordaré.”




Apareció el otoño de pronto, con sus notas de melancolía.

El Cielo  se vistió de luto y mis lágrimas en la tierra seca,

 Se derretían.

Apareció el otoño  de pronto con sus melodías de cenizas.

De caracolas muertas, de barcos anclados,  sin  las brisas.

De ríos dormitando de rebaños asustados, de hojas

Por el suelo alfombrando las puertas  de mi llanto.

Este otoño no es como los otros porque se ha llevado

Los brazos de mi madre aquellos brazos que siempre

 Me estaban abrazando, esta mañana de otoño

Estoy triste muy triste… porque ya no tengo

 Los besos de mi Madre, por eso ahora…

  ¡Ya no quiero los besos de nadie!

 

Encarna Recio Blanco.




lunes, 29 de octubre de 2018

No me preguntes...


No me preguntes cuantos años tengo.

Pregúntame si tengo sueños si todavía soy

Joven o viejo.

Lo que importa es que soy un hervidero de sueños.

Si no, soy un fardo de la esperanza muerta.

 No me preguntes cuantos años tengo.

Si no cuantos besos di, besos de amor.

Si la juventud en mi es todavía una fiesta.

Si aprovecho cada instante.

Si bebo de la taza de la vida gota a gota.

Entonces…

 Poco me importan cuántas gotas quedan.

¡No me preguntes cuantos años tengo!


Encarna Recio Blanco



sábado, 27 de octubre de 2018

Y no podrás olvidarme...


Y no podrás olvidarme, por mucho que te lo propongas

 El corazón no es la mente, y generalmente enciende

 Esa llama poderosa del suplicio de quererme.

Cuando llegues a tu lecho y te acuestes con el hielo

No busques allí  calor,  lo dejaste en mi cuerpo.

 Doy cien vueltas a esta noria, que no se quiere mover

Soy una bestia salvaje con hambre, y con sed.

Todo queda en la estacada de un abismo que suicida

                            A este amor, que ya zozobra, por tu poca valentía.              

Dejo a un lado la coraza de mendiga para decirte esta noche

Que soy la reina de mi vida, y de tu vida.

 En estas sombras sin fin, bajo un cielo sin estrellas,

Quiero morir si no encuentro, en este túnel, la salida.

Es la primera vez de todas, que no suplico un te quiero.

 ¡Hoy está llorando Dios! ¡Hoy está llorando el Cielo!

 

Encarna Recio Blanco.

   



miércoles, 24 de octubre de 2018

Escribo sin modelo...

 

Escribo sin modelo a lo que salga.

Escribo de memoria de repente.

Escribo sobre mí, sobre la gente,

 Como un trágico juego sin cartas solitario.

 Barajo los colores, los amores,

Las urbanas personas, las violentas palabras.

 Escribo sobre la guerra, sobre la paz,

Sobre el amor, sobre una caricia helada

O una caricia hirviendo.

  Y escribo, escribo y escribo…

Y en vez de echarme al odio o a la calle.

¡Escribo a lo que salga!

G. Fuertes

Encarna Recio Blanco.




martes, 23 de octubre de 2018

Creo en ti...


 Creo en ti, en tus manos, en tus ojos, en tu forma

De quererme.

Creo, en nuestro futuro, por muy distante y lejano.

Creo, en la eternidad que pasaré a tu lado.

Creo, en la luz del Cielo, en el sol, en los pecados,

En la gloria, en el infierno, y hasta en el más

Bello regalo.

Creo, en la serenidad que me aportas cada día,

En la calma de tus besos, en la tierra

En la tierna espera mía.

Creo, en el despertar si tú estás a mi lado.

Creo, que me amarás  cuando estés en cualquier lado.

Creo en la  eternidad del deseo que sentimos.

Creo, que no  fallarás cuando en el alba lo vivimos.

Creo, en amaneceres, en días que llegarán,

Cargados con la esperanza, del que sabe esperar.

Si queremos bien creer, que en el día de mañana,

Nos podremos liberar de esta carga tan pesada.

Seremos fieles estrategas de lo tuyo y de lo nuestro.

Seremos ya, para siempre estrellas que no murieron.

Porque sí Dios existe, cuando me miras lo creo.

 

Encarna Recio Blanco.